Y tal vez, lo único que hace falta es sentarse a conversar y compartir un pedazo de tu existencia a través de mil medios. El principal de ellos -y que logra englobar a todos los demás- es el de la palabra escrito u oral. Prefiero hablar, prefiero estar frente a frente y conectarme con cada una de las formas de comunicación de mi interlocutor. ¿Qué hacer en el momento en que esta condición ideal no es posible de conseguir? Tan simple como la adaptación, tan simple como aprovechar lo que existe y sonreír al ver que, pese a todo, el ser humano ha sido lo suficientemente inteligente como para lograr mantener el contacto.
Claro, lo único que hace falta es desahogarse un poquito y quitarse la coraza desde la cual se ve el mundo. No hay motivos para dejar de ser uno mismo pues, en el momento oportuno y como ya ha sucedido antes, las personas que te quieren te sabrán regresar al camino del cual no debías apartarte. Incluso desde la distancia: aún siento la alegría de sentir que alguien, a varios kilómetros de distancia me roba sonrisas cada día y, precisamente, hoy, cuando creo que la necesitaba.
Y la palabra es expresión. Expresarse más es lo que hace falta, no hay motivos para silenciarse.
1 comentario:
Justo hoy pensaba en lo bueno de las formas de comunicación actuales... iba caminando hacia el metro y pensé q si personajes como Werther hubieran sido creados en nuestro tiempo, se habrían vuelto locos con internerd, los libros tendrían millones de páginas... (es el ocio del intercambio)
(Hoy me bajó la inspiración literaria en una clase de sintaxis... escribí mucho y lo mejor de todo... no escuché al profesor :P)
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