domingo, 31 de mayo de 2009

Goodbye, may.

(Say goodbye the night's over, the masquarade's getting older)

Me empezaba a dar vueltas esa canción así de la nada mientras me siento frente al computador; la verdad, he estado sentado toda la tarde. Intentando avanzar con algunos de los trabajos para esta semana o buscando ideas de qué hacer. Más recientemene, con el computador apagado y sobre él, una guía de lectura de esas a las que ya estoy acostumbrado a digerir por miles, no me acuerdo bien lo que decía (pésima concentración, pésima comprensión lectora). La verdad, la leí como por hacer algo, aunque sólo haya decodificado signos y hasta ponga en duda el mismo hecho de haberlos decodificado.

Se nos va mayo, llega junio, en una relación de consecutividad un poquito lógica. Es como extraño despedir un mes, cuando hace rato que ya me siento como si fuese el otro. No tengo ganas de seguir estudiando: este semestre parece ser como el año entero. Hacía tiempo que no tenía que pasar tantas horas estudiando, tanto tiempo despierto para poder hacer todas las cosas que quiero. Pero, por primera vez en mucho tiempo, siento atisbos de plenitud, de que realmente estoy haciendo lo que me gusta. Y esa sensación es impagable, es perfecta.

Llega junio, pero no llega la lluvia. Hace tiempo ya que la estoy esperando, sólo la veo caer en mis sueños. Queda un mes y posible descanso de fotocopias. Sí, incluso preferiría trabajar en algo que mi conciencia cognitiva pudiese mantenerse durmiente: sería lo ideal. Y ya se han cumplido algunos pasos de lo que quiero, faltan otros cuántos más que siquiera he podido contar. Dicen que cuanto más esfuerzo, más goce. No sacrifice, no victory. Quiero creer que nos espera una tremenda victoria.

sábado, 30 de mayo de 2009

Libre de soñar

Todo es tan voráginoso (se enreda, se enreda, se sigue enredando)
mientras canto canciones electrónicas (ntch ntch)
que vienen y van, bailando y saltando (baila, baila)
hacia donde quieres llegar, buscando sonidos,
buscando buscar lo que busco.

Todo se da vueltas alrededor,
agotamiento excesivo, todo el día conectado (MSN cerrado, no puedo hablar)
con el procesador de texto que escribe mil palabras
y mi mente que está a punto de explotar (sigo pensando sólo en ti)
cuando creo que ya se acaba todo (el día recién comienza).

Me acuerdo de ti,
sueño contigo,
pienso en ti,
te deseo,
¿te quiero?

(Se aparece tu imagen así de la nada, en medio de todo,
cuando junto palabras ordenadas y formales,
cuando hablo de la historia y de la natualeza).

Y vuelvo a lo mismo,
aunque digo que no quiero (otra patraña más).

Una semana tormentosa,
propuestas indecentes (what the hell?)
silencios (de)mentes y (de)libera-dos
todo, todo, to-do (des)trui-do en un si-len-cio.
Se pierden las palabras como el canto 7mo de Altazor,
i i i i u u o o o e e a.

Son tantas cosas las que quiero,
mi mente vuela sobre aguas internacionales
(da lo mismo la nacionalidad, da lo mismo el pasapaorte)
El mundo es libre, libre donde soñar.

Las palabras agotadas ahora comen neuronas,
matan lo poco que queda (kill bill, bang bang, destroy!)
mientras eurodance sigue sonando en mi reproductor.
Digo iuro y no euro,
digo iurop y no europa.
Un viaje, se pega, se plega, se desarma.
Se unen los conectores y se desarman las hilachas (no muestre la hilacha, sea siempre correcto).

Me acuerdo de Elvira,
me acuerdo de ella,
me acuerdo de que he hablado de ti toda la tarde,
me acuerdo y me da miedo.

Y Huidobro, para finalizar me dice algo que no recuerdo bien,
pero es algo así como
iii uou u u u ooo a a, eee
iii ou e a.

jueves, 28 de mayo de 2009

Encuentro con Gabriela Mistral

Parece que los ángeles escuchan de una manera extraña; será porque allá en el cielo están muy lejos de un profesional que les verifique su audición o, simplemente, escuchan lo que los ecos del espacio y el tiempo les permiten escuchar. Resultó que hoy pretendía ser un día tan alegre que hasta mi sonrisa lo dibujaba en la foto carné que debí tomarme para presentar un documento que me ha tenido con el estómago en la mano, incluso hasta conversé con la mujer del negocio y me deseó buena suerte. Mish. No obstante, siempre sucede algo que trata de arruinarte todo. Ahora me pongo paranoico después del test psicológico de 566 preguntas que tuve que dar ayer; si es que respondí alguna tontera era, primero, porque estoy loco y por puro fatigamiento. Cada día me convenzo de que la locura es colectiva y, frente a ello, ¿hay alguna cura?. La misma palabra ya incluye su propia solución:

LO(CURA)

Mientras voy en el metro recibo una llamada de la Avellaneda que me dice que no va a venir. Claro, y yo con el tremendo peso en el bolso y con un horario gigante en el cual hacer nada. Qué hermoso. Y volví a mirar mi rostro en la foto, seguía sonriendo. No me queda otra que trabajar hasta las 4 de la tarde. A eso de las 2 de la tarde recibo otro llamado, esta vez de una profe, que me dice que al final no nos vamos a poder juntar y yo quedo en suspenso. Mi sonrisa de la foto no se borra. Cuando ya son casi las 5 de la tarde, no tengo ganas de nada más. He estado todo el día trabajando y he avanzado sólo 2 de las 10 sesiones necesarias para una parte del trabajo (la otra parte son 8 sesiones más). Y así se me pasa la vida, soñando con lanzarme al mar a nadar y encontrarme con un tesoro de US$2.000.000... mmm, si es en euros, sería aún mejor.

La empanada de queso del carrito de la Casa Central, el viaje en el metro, la pared y el suelo del instituto de arte donde seguí tipeando el lindo trabajo. El remate fue al llegar a mi casa (y de ahí el origen de mi primer enunciado de la escucha de los ángeles). Mi perrita, como siempre, me recibió alegre, con ella es imposible deprimirse. Llego a mi escritorio y me encuentro un papel casi con luces de neón que dice "mesada". Y ahí estaba el rostro de la Gabriela Mistral, atormentándome. Y es que, definitivamente, no es mucho lo que puedo hacer con la que algunos consideran una poeta tan sufrida. Desde hace harto tiempo que con $5.000 no haces nada... ¿y tiene que durarte todo el mes? Me largué a reír... ¡¡necesito encontrar trabajo!!

miércoles, 27 de mayo de 2009

Falta menos

Continúan las divagaciones en mi mente, pero un punto al final del túnel se hace cada vez más claro. Sí, el horizonte se acerca, se embellece, resplandece. Algunos pensamientos aparecen como un recordatorio constante en mi cabeza: la foto, las firmas, los ramos, la gente, el camino, el silencio, el dinero, mucho dinero, más y más dinero, quiero trabajo, quiero una beca, quiero tomar once con la reina de Inglaterra. Todo da vueltas en un silencio ensordecedor. Hagamos un brindis, una copa, beber de golpe y dormir toda la noche. Dormir... ¡dormir! Ojalá hubiese más tiempo para descansar.

Me contento y sonrío aunque toda la gente me mire extraño por estar en esa actitud. Yo camino satisfecho, falta menos, falta menos. Da lo mismo el test de personalidad, da lo mismo saber qué tan loco estoy... ¡yo ya lo he reconocido desde hace algunos años, estoy loco y qué! Que si tengo afecciones estomacales o si me duele el estómago. Un paso menos, desordenado, desmembrado y distendido... una hora perdida y me doy cuenta que lo que escribo, probablemente, no se entienda.

Sólo puedo sonreír y descansar en esa sensación de plenitud a medias: FALTA MENOS.

martes, 26 de mayo de 2009

TNT

Las palabras podrían explotar si su carga semántica contuviese la TNT suficiente como para hacer volar un edificio. Cabe cuestionarse si realmente es esa su carga, si es ese su poder. Invocar a Dios, a los ángeles, a los astros, a los planetas y a los héroes griegos que acudan en estos momentos a socorrerme: consultar el Oráculo de los silencios que me habla con las palpitaciones de una mirada que me dice lo que quiere oír... pero que a la vez temo. Sí, como siempre, temo; soy humano, por ende, temo. Tengo miedo, tengo miedo. Pero a la vez, me gusta sentir el miedo, me hace recordar que soy mucho más que carne y hueso: proyectar un sueño y llegar a abstracciones tan extrañas llama la atención. Ser igual al resto, ¿o ser diferente? ¿Qué es lo normal?

Sí, son tantas palabras las que se me agolpan en estos momentos, quería decirlas y expresarlas como un torrente que vuela loco tal vez sin coherencia (qué mierda es la coherencia, quién va a venir a decirme cuál es la verdad absoluta, "todo lo sólido se desvanece en el aire" como dijo Marx). Gracias todo, los que me hablan de identidad y los que me hablan de sueños, los que me hablan de que el futuro se puede concretar... los sueños, los sueños, mucho más que poner la cabeza en la almohada (o a veces en el asiento de la micro) y dejar que tu cuerpo se autorecupere, supuestamente.

Se acercan los días del ensueño, los días de cumplir algunos de los deseos que quiero. Sí, se cumplen, se puede... ya lo dije una vez: "Se puede volar" y precisamente fue ese vuelo el que me dijo que en ese camino encontraría mi sueño. Se ve venir, uno nunca sabe dónde va a encontrar el destino (gracias por esa frase, bella mujer, gracias por hablarme del futuro). Yo sé que se puede, quiero creer que se puede. ¡SIENTO QUE SE PUEDE! Entonces se podrá. Porque sé que es esta mi forma de mantenerme con vida, porque sé que será esta mi vida eterna.

sábado, 23 de mayo de 2009

Baila baila

(Baila, baila sin pensar, baila, baila sin parar.
Haz tu cabeza estallar...)

Baila baila entre la la la
y otros susurros del espacio.
Baila baila y la gripe cantando
bailan los cerdos, bailan sumergiéndose en el dinero.
Baila baila
la la la.

Baila baila
y Europa baila en una foto,
(never gonna give it up, I never wanna stop) con eurodance pintado de luces
(never ever give it up, I never give it up) disco.

Spinning around
y luces danzarinas del silencio,
mi silencio,
mis deseos.
Mi deseo: tú.
El tópico común de mis pensamientos, tu mirada.

(never gonna give it up, I never wanna stop)

Luces disco, luces bailarinas,
luces del silencio,
luces de tu mirada más bella que tu propio silencio.
Tu silencio, tu silencio.
(We can do it, baby, do it tonight)

Caminas a mi lado,
te siento, te tomo de la mano
mientras habla ese que no soy yo,
pero se mezcla con esos huesos que caminan por el mundo...
huesos que en silencio piensan en tu abrazo.

(Te siento, te abrazo)

Vámonos a París,
vámonos a Londres,
(quiero un encuentro con Penélope en Barcelona)
vámonos a donde quieras.

El mundo espera por ti;
estoy sentado a tu lado, dame la mano.

You know that world's waiting for us.

viernes, 22 de mayo de 2009

En suspenso

Las cosas se están poniendo un poco difíciles; lo sé y me está dando un poco de miedo. Por un lado, todo parecía ser tan simple, pero por otro, se han presentado unas cuantas dificultades en que los caminos a los cuales llego no parecen tener las soluciones que estaba esperando. Al menos, algo que me sorprende en demasiado, parece seguir dándose las cosas para que suceda lo que yo quiero. Alguien me dijo que debía estar convencido de que va a suceder y me estoy haciendo la idea, me estoy preparando para emprender el viaje. Como nos dijo una profesora, "hay que aventurarse". Claro que es una aventura válida. Lo que más me motiva es que pareciera ser que el destino como que lo quiere porque se han presentado varias situaciones que parecen alentarme.

Pero el problema mayor es el tiempo. Sí, me queda sólo una semana para firmar, timbrar y enviarlo al Olimpo mágico que quiera aceptarme. Estoy en suspenso, pero creo que esto va a tener un gran final. Quiero confiar en eso. De momento me preparo mentalmente, mis neuronas ya escuchan un nuevo acento... y eso que todavía faltarían como 6 meses.

martes, 19 de mayo de 2009

Intermitente

...visiones de un futuro próximo y extraño, adelantos de imágenes oníricas futurísticas, realístas, deseos subconcientes que aparecen de manera intermitente...


Veo un futuro extraño, un futuro un poco difuso.
¿Qué es lo realmente cierto de la realidad?
(Sólo líneas etéreas perdidas en el firmamento, sólo líneas, ninguna realidad)
Un futuro pintado de colores antiguos,
de un mundo del pasado,
de un mundo que vino un día y se quedó en el suelo.
(Sólo líneas etéreas perdidas en el firmamento, sólo líneas, ninguna realidad)

DIME SI ACASO ES ESTO UNA REALIDAD, O SI ES UN SUEÑO, O SÓLO UN DESEO. DIME QUÉ ES LO QUE VES.

Imágenes se pintan en mi camino,
el horizonte se tiñe de silencios ruidosos de mundos que cantan y sueñan y no acaban y siguen con vida en una línea que no acaba.
(Los mounstros del horizonte no te han acabado, puedes navegar y cruzar el mar)
Allá voy, allá vamos, allá vienen y allá van.
¿Vamos todos de la mano, vamos todos por un sueño?

...Y de pronto te apareces tú con tu sonrisa,
me hablas, me dices cosas,
me haces volver a soñar.
Eres un deseo subconciente que se manifiesta de manera intermitente.

(Sólo luces, sólo luz,
quiero que sigas siendo esa luz.
No apagues la llama).

NO APAGUES LA LLAMA,
ENCIÉNDELA AÚN MÁS.

Quiero volar hacia tantos sueños,
sé que queriéndote, tú también me querrás a mí.

lunes, 18 de mayo de 2009

Morbosidades urbanas de la vida cotidiana

Hoy caminaba por la ciudad aprovechando que no había tenido la última clase del día, pese a que, por extraño que suene, quería tenerla. Pero así son las cosas. Como todos los días lunes, me perdí caminando por la Avda Brazil hasta donde mis pies me quisiesen llevar lo que, por lo general, es hasta la Plaza Sotomayor. Mientras caminaba, me encontré con la Avenida Francia alborotada: había habido un accidente y junto con le taco que se producía en un sentido, la gente que se acercaba más y más a ver que el accidente era "fresquito". Lejos, lo que más me hizo reír del asunto fue un tipo que tomaba y tomaba fotos, como desde lejos, como haciéndose el que no le importa, pero que de todos modos se encuentra atento a lo que suceda.

Divagué por 5 minutos respecto a por qué los seres humanos somos tan morbosos. Y que no me vengan a decir que eso no es así, que son sólo algunos los que les gusta el morbo. ¿Por qué inventamos películas de asesinatos, por qué inventamos muerte en todas sus formas? Porque es un deseo casi instintivo de superioridad de especie (me dan miedo mis propios comentarios a veces). Claro está que es la sociedad a que nosestablece los parámetros de qué es lo correcto y quién no lo hace, simplemente lo envían a la Stultifera Navis. ¿Quién es el loco, quién es el normal, quién es el correcto? Así como los europeos, durante la Conquista, se dieron la propia autoridad de decidir por territorios de los cuales no tenían derecho alguno, ¿quién es el ser humano, si es que lo hay, que tenga el criterio suficiente para establecer parámetros?

Se me escapa un poco el tema de las manos; siempre me ha llamado la atención el tema de por qué la gente sigue el morbo, tal vez es mi propio lado morboso. Recuerdo haber visto hace poco en un diario que hablaban de un accidente y luego ponen un link "ver fotos del accidente". Estoy seguro de que más de 10 visitas debe haber tenido esa página... y lo peor, es que vende; vende ver muerte y el producto sólo se compra, nadie piensa en el trasfondo de que nos estamos sumergiendo en una cultura moribunda y putrefacta que se autodestruye.

Nunca supe lo que realmente sucedió con el cadáver que estaban cubriendo en 1 norte a eso de las 10.30 de la noche, el viernes pasado. No supimos si se suicidó o si lo mataron, sólo vimos a investigaciones y las luces parafernálicas como anunciándolo, que todo Viña del Mar se entere. Debimos cruzar la calle porque estaba todo cerrado, tampoco me interesaba ver a un muerto "fresquito". Aunque la curiosidad de saber lo que pasó es fuerte, es inevitable darse vuelta a ver: a veces uno ve lo suficiente como para querer seguir caminando e irse lo más rápido posible.

domingo, 17 de mayo de 2009

Insomnio satelital

Otra noche despierto, no puedo dormir,
padezco de un satelital insomnio
que da vueltas y vueltas en la órbita terrestre
aún cuando estoy exhausto y quiero dormir.

Despierto de pronto, estoy agitado
mi cuerpo anda saltón
y mi piel exacerbada: ¿qué pasa?

Me levanto doy vueltas
como el satélite que en el sur me vio,
como el mar que recorre el mndo,
como el hada de los cuentos que nunca existió.

Algo espero, algo deseo, algo siento,
pero según yo, es nada-todo.
Nada y todo.
Todo y nada.

Despierto de pronto, estoy agitado.
Mi mente divaga en lugares extraños
y hasta temo de mis propios pensamientos,
de la onírica locura de secretos
y de las musas que asfixio con silencios,
con palabras, con canturreos.

Silencios, silencios,
pero sepa que aún no he acabado.
Aunque quiera,
aún no he acabado.

sábado, 16 de mayo de 2009

Pienso y luego existo

Pienso y luego existo (alea iacta est)
y no es un cogito ergo sum
pintado en paredes de artesanía europea,
pintados en porcelana mapuche,
que canta bip, bip (te oigo, Carmen, te oigo).

Te llamo desde la nada, (te escucho)
me respondes desde la nada; (aquí estoy)
ty voz me saluda en la oscuridad no vista
y abro los ojos para verte sin ver.

(Ceguera existencialista,
ceguera reprimida,
lo que dije tal vez era mentira,
au revoir)

¿Dónde estabas? ¿Por qué te llamé?
¿Por qué me respondiste? (¿Por qué te hablé?)
¿Por qué tu voz dijo mi nombre?
¿No escuchaste en realidad?

(Preguntas: no he renunciado al suelo,
mis huesos no son de cristal,
quizás)

Pienso y luego existo (fugit irreparabile tempus)
cogito ergo sum de silencio...

...y ahora, me duermo.

(harto tarde que cantaron
las musas).

Canta no más

Fragmentos de poesía mal hecha (mala ortografía)
y la voz que no se calla, (no duerme)
tú me hablas sin palabras (Saludos, Ada)
y no sé cómo dormir en tu regazo (Zzzzzz, Sleep!)

Una mano, un canto,
uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho,
nueve y diez.
Un silencio y música.
(Juan Tenorio grita ¡pardiez!)

La voz no duerme,
escribe en formato justificado,
sin cursiva ni negrita,
el teclado avanza por sí solo.
(Carmen canta: bip bip)

Las olas llegan a mis rodillas,
las sirenas cantan (sí, como siempre).

El cielo celeste verdea en celestor.
(no te entiendo, I don't understand).
Las nubes leen mi lalaleo,
las musas cantan una canción.

La la la la, con aguda al final.
Sube el tono al cantar,
no importa el desafino,
dale,
canta no más.

jueves, 14 de mayo de 2009

Tus manos

Ayer en la noche nos sentamos frente a frente sin saber bien qué es lo que íbamos a decir. Tú estabas allá lejos, en tu casa, y yo acá en la mía. Tenía tu mano entre mis manos y tú sonreías, siempre tan dulce e inocente como siempre, mirando el horizonte para hacerme creer de que no me estabas tomando en cuenta; aunque sé que sabes que yo ya lo sabía. Estábamos frente a frente, mirada contra mirada, alma contra alma y respiro contra respiro: en silencio, no era necesario decirnos nada.

Te pregunté algunas cosas, hablé por mucho rato mientras te hacías la que no me escuchabas. Te hablé de la vida, del hoy, del ayer y de ese mañana que no sabemos cuándo vendrá. No me respondías. Te grité, te canté, me di vueltas no sé cuántas veces a tu lado. No me respondías: seguías con tu mirada fija en el bus que ya venía para irte a tu casa. Pero sonreías, aunque no lo demostrabas, pero sé que estabas sonriendo. Y yo, escondido tras un árbol por temor a verte, me escondí bajo mi sombra para verte pasar como si nada. Sé que me viste, sé que te reíste de mi actitud tan infantil, tan escurridiza y temerosa que delataba mis intenciones.

Ayer llegaste hasta mi lado, como otras tantas veces. Ayer tuve entre mis manos, tu mano, tan pequeña y suave, tu mano. Ayer te hablé de nuestras manos, ayer dibujamos una historia en el silencio de las líneas que nos hablan del futuro y del pasado; del presente. Ayer viajamos a muchos lugares, ayer cuando sentí la delicadeza de tu mano que no se negaba a estar junto con la mía.

Anoche desperté con el lápiz fuertemente apretado a la mano: en ella, estaban dibujadas dos manos, nuestras manos.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Entre ilusiones

Se ve todo tan difuso, pero todos suelen decirte de que hagas el intento, de que vale la pena el esfuerzo. Claro, juntar dinero como loco y prostituirse si es necesario, evitando morir en el intento (en todos los sentidos que la frase permite). Y las ganas, obviamente, no faltan, pero a veces falta el conocimiento, falta saber lo que realmente quieres. Un viaje, sí, obvio que quiero viajar, pero uno se cuestiona si realmente va a ser útil para algo o si sólo va a ser un "jaja, qué lindo" y nada más. En estos momentos uno desearía encontrar un pariente que tenga mucho dinero y me lo regale "por haberte portado bien durante toda tu vida". O bien, me conformo con que aparezca, así, suddenly, un pariente español buena onda que esté dispuesto a soportarme. ¿No será mucho pedir?

Si me preguntan, obvio que respondo que sí me quiero ir de intercambio, me gusta la idea de conocer otro país y de establecer nuevas relaciones. Pero el problema es... ¿a qué iría realmente? Papeles y papeles, planes y más planes, cotizaciones on line y, como resultado, una suma no despreciable de dinero por juntar. Aún divago entre ilusiones, no hay nada claro. Pero en querer está el poder, se supone que si suelto mis sueños se van a cumplir. Pues he aquí uno: viajar y estudiar en Europa.

martes, 12 de mayo de 2009

Así de frágil

Igual fue como extraño. Me avisan así de pronto y, definitivamente, no atiné más que a responder con la estúpida respuesta que todos hacen siempre: ¿Queeeé?. Y me lo confirman: así de simple, de la nada, un compañero del colegio se fue de este mundo. Es inevitable tener una sensación extraña, como que la muerte se hace, a veces, tan cercana.

No éramos más que conocidos; saludo y unas cuantas palabras en buena onda. Pero tampoco uno puede quedar indiferente ante un suceso así, de alguien relativamente cercano. Así es la vida, extraña. Así de frágil.

lunes, 11 de mayo de 2009

Él o Yo.

Dije que me había olvidado de ti y no lo niego. Dije demasiadas cosas y a veces hasta no me acuerdo. Sí, muchos pensamientos plasmados en unos cuantos versos que a veces no son ni versos. Un montón de sentimientos que se codifican en palabras que a veces no logran trascender su real sentido. Sentirse así no es morir de amor, sino que parece estar en un trance o en algo parecido al limbo: ni en el cielo ni en el infierno y tampoco en el purgatorio, porque tampoco se trata de estar pagando por una culpa. No, no tengo nada de qué sentirme culpable, nada que haya hecho daño al mundo... ¿o sí?

Mientras se acumulan historias, cuentos y demases en mi escritorio, pienso en lo que he dicho y no lo niego. No, no voy a decir que no dije que me había olvidado de ti porque sí lo dije, está escrito y rayado con plumones en muchas puertas para que todo aquel que entre las lea, para que todo aquel que se libere de sus penas se entere. Sí, fue lo que escribí.

Ahora el problema es que no sé si fui yo quién lo dijo o si lo fue el hablante netamente verbal de mis palabras. A veces somos el mismo, pero no sé si también lo fue en esta ocasión. Dime tú, si lo dijo él o lo dije yo.

domingo, 10 de mayo de 2009

La Respuesta

Todavía me pregunto algunas cosas que, probablemente, no tengan una respuesta. A decir verdad, sí, tiene una respuesta; el problema es que debo hacer algo para obtenerla, caminar hacia un destino. Y es, precisamente, ese destino el que me da más miedo, porque puede que me dé la respuesta que espero o puede que me dé la contraria. Y lo más extraño, es que me da más miedo recibir la respuesta que quiero... ¿cómo se explica eso? Tal vez, haberse acostumbrado a ciertas situaciones y creer que eso ha sido la experiencia. Creo que el horóscopo no podría señalarlo mejor "la experiencia no son las cosas que suceden, sino lo que haces con esas cosas que suceden".

Y puede ser tan fácil, acercarme y escuchar la respuesta. Puede que sólo haya sido un sueño producto de ese subconciente que comenzaba a despertar mientras yo ingresaba al mundo onírico. O puede que, en algún atisbo de conciencia, se haya establecido realmente ese viaje y esa voz haya sido una real respuesta a lo que estaba preguntando. ¿Cómo voy a comprobarlo? Lo sé, debo caminar unos cuantos pasos, pararme enfrente y, simplemente, preguntarlo. Me tiemblan las manos de sólo creer que no fue un sueño.

sábado, 9 de mayo de 2009

Como la vida misma

Es algo tan sincero como el encuentro programado con tus amigos de infancia y las palabras que, por casualidad, se cruzan en un momento determinado, en un momento crucial. Sí, siempre es grato encontrarse con los amigos de toda la vida y conversar de todo lo que te ha pasado, de lo que has hecho y de lo que quisieras hacer... de las cosas que te tienen enrabiado y ya te hacen doler la garganta, de esas coas que sabes que debiste haber hecho y aún, por temor, no has podido hacer. Y así es la vida, con todas sus distintas aristas, pensamientos y sensaciones, con esas cosas que le suceden a uno de repente que lo hacen pensar que la vida no te trata como corresponde o, en el mejor de los casos, que eres un ser bendecido por la divinidad al ver una sonrisa en el camino.

Claro está que los amigos siempre te dicen las cosas tal y como son: duras, fuertes y a veces hasta dolorosas. Por eso son amigos, definitivamente. Lo bueno es darse cuenta de que cuentas con gente importante, que estará dispuesta a decirte las cosas que corresponden sin mayores preámbulos (así de simple, si es que te has portado como un hueón, te lo dicen y ya). Y lo entretenido es ver que se te pasa la hora y no te aburres de conversar e, incluso, no te aburres de que te reten porque tienen razón.

Es chistoso ver que, de una u otra forma, estamos en un mismo punto, un mismo momento del cual queremos determinar cuál será el futuro. Y así es la vida, inconclusa, sin final, a la espera de que algo suceda... como la vida misma.

jueves, 7 de mayo de 2009

Calamidad

Estimado no-sé-quién:

¿Puede decirme lo que pasa?
Hablé con Dios, pero no me respondió (no le entendí).
Hablé con el diablo, pero me mandó lejos (no sé qué dijo).
Hablé con mi ángel de la guarda, pero tampoco entendí (¡Aleluya!).

No sé a quién dirigirme para hacer un reclamo.
No sé el horario del cielo.
No sé cuánto sale el pasaje.
¿Acepta dólares o pesos?
¿Visa o Mastercard?
¡Cheque o efectivo! ¡Lo que sea!
Necesita una respesta: algún ser del universo que responda,
alguien que dé la cara,
quiero saber el motivo de tanta calamidad.

Sí, soy yo.
Sí, yo-calamidad-máxima,
yo calamidad que no se entiende ni de nombre
ni cuando pretende cantar algo.
¿Acaso sabes lo que la calamidad piensa?
Sólo ves lo que crees que es,
what he is,
but what he's not.

Sí, sí, sí,
no, no, no.

Yes! Yes! Yes!
Lo que dices suena tan sexy,
aunque no entiendo nada
(you're so disgusting horse fucker).

Calamidad eterna de palabras,
de silencios,
de ensueños,
de ser un ser-viviente
que aogta el poco oxígeno limpio.

Calamidad estrepitosa,
con un verbo inventado,
y una película que no arrendé,
por suerte. (My life's for rent, sorry condullum
por apropiarme de tu estilo,
pero sé que lo entenderás)

Calamidad de calaveras,
demoniaco capitalista,
destrucción fachomarxista,
terrorista,
prefiero ser pacifista.

(Salven a las ballenas, sálvenlas ya)

Estimado, responda, no quiero más calamidad.
Responda, quiero saberlo todo.
¡Responda ya!

Au revoir.

miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Por qué no llueve?

¿Por qué no llueve? Quiero ver el agua caer estrepitosamente contra los techos (sí, quiero ver el agua estrepitándose contra los techos, aunque una profesora me haya dicho que ese verbo no existe; no importa, ¡lo invento!). Quiero ver cómo los vidrios se llenan de agua y las gotas corren hacia el infinito, se separan, se desarman y se vuelven a armar, como la canción de Gepe. Quiero tener que salir cubierto con una chaqueta que me hace ver como si tuviese dos veces mi volumen real, vivir en ese micro mundo que se forma en el espacio que queda entre la enorme chaqueta y mi cuerpo real.

¿Por qué no llueve? Hay sequía, San Isidro está en huelga, no estamos rezando lo suficiente o, simplemente, las nubes están demasiado contentas como para "llorar". En realidad, les hace falta estar más contentas, para que lloren de felicidad.

(O eso que nos dicen cuando pequeños, que llueve cuando los angelitos hacen pipí...
qué cosas nos enseñaban cuando éramos chiquititos y nos creíamos casi todo)

Ya estamos en mayo y normalmente en esta fecha ya ha llovido su resto. ¡Quiero que llueva! Próximamente procederemos a hacer la danza de la lluvia, esperando que los dioses escuchen nuestras plegarias.

lunes, 4 de mayo de 2009

Suenan las alarmas.

Suenan las alarmas alrededor. El delincuente huye despavorido, tiene miedo. Está cansado, está agobiado por lo que no ha hecho, pero lo persiguen dispuestos a acabar con su vida tras unos cuantos disparos enredados de sangre y maleza podrida que expandirán sobre su cadáver de joven sonriente con "tanto potencial". Lo que él no sabe, es que luego ocuparán su cuerpo para resucitarlo y asesinarlo una y otra vez, casi como Prometeo. El delincuente huye, no está vestido de negro; está vestido como una persona común y corriente.

Suenan las alarmas y él está oculto tras los basureros en donde se esconden los restos humanos que no han podido procesar. Está escondido, tiene frío; está descalzo, sólo alcanzó a ponerse el pantalón del pijama antes de huir, siente el frío en la espalda y se le congela el pecho al ver sus pies sobre la calle que yace escarchada. Escárchame el silencio, escárchame la vida, escárchame los pensamientos para ser tan rápido como el viento. Allá vienen tras él, ¿dónde más me puedo esconder? Ve las luces que van y vienen, pasan a su lado, pero aún no se han dado cuenta de su posición. Esperaré el momento correcto para salir corriendo. No des un paso, tus pies resbalarán en el hielo.

Ahora lo recuerda con cierta nostalgia, ahora lo recuerda con tristeza. Ahora ve su cuerpo amarrado a la mesa de disección; sus muñecas amarrados con correas de cuero -esa piel que le extirparon a otra víctima anterior-, sus tobillos atravesados por gruesas cadenas por las cuales aún gotea su sangre. Se ríen de él, se ríen de su "tanto potencial" que está derrochado sobre la mesa, con el pecho al aire cuando el guante quirúrgico se acerca malicioso; las agujas le perforan la piel, los cuchillos las espaldas lo cruzan hasta la espalda. Aunque, después de todo, no es la primera vez.

domingo, 3 de mayo de 2009

El Gran Día

Y un día cualquiera, así de la nada, se le apareció ese mensaje como un genio que de pronto sale de una lámpara mágica, arrojada por el mar y que llega directamente a sus pies. Sí, un día cualquiera comenzó a darse cuenta de que tenía los materiales necesarios para construir un barco y echarse a navegar por los 15 mares (sí, son mucho más que 7). A su lado estaba el genio hablándole de mil cosas, de cómo martillar en el clavo correcto y no morir en el intento. Martilla, martilla, poco a poco la embarcación será lo suficientemente firme como para lanzarse a navegar.

Estaba sentado en la arena, a pocos pasos de la orilla: el agua llegaba suavemente y le sonreía. El horizonte a lo lejos se veía tan bello como lo que sólo él consideraba como bello. Se durmió pensando en el gran día: cada vez, faltaba menos.

sábado, 2 de mayo de 2009

Frente al espejo

Es chistoso ver cómo se te pasa la vida sentado frente a un espejo, mirándote las líneas del tiempo y de las expresiones que has hecho y que no siempre han sido las más agradables, no siempre han sido las que querías. Se pasa la vida y no sabes cuánto más va a durar o si acaso llegará eso que estabas esperando. Se pasa la vida y sientes como si lo único que hubieses hecho es mirarte al espejo, cuando en realidad fue lo que nunca hiciste: cuando en realidad nunca sabías cuál era tu imagen y probablemente ahí radicara gran parte de los problemas. Porque, aunque cueste reconocerlo, casi todas las cosas entran por la vista y muchos hemos salido perjudicados por las bondades de Dios.

Estaba sentado frente a la ventana, mirando mi reflejo en el vidrio, cuando en realidad quería perderme en el horizonte que se dibujaba en la montaña. Correr y ser libre en aquel limpio aire de montaña, el aire de la nieve y el frío invernal que te congela hasta los huesos, donde al fin puedes dejar que tu alma sea libre. Quiero correr hacia ese paraíso prometido, quiero encontrarme con esos seres celestiales que se me han prometido en sueños. Pero, por sobre todo, quiero encontrarme con un ser: con el ser especial, con ese ser femenino que viene a cantarme todas las noches mientras duermo. Sí, quiero que me revele su nombre, que me abrace, que me acaricie.

Sigo sentado frente a la ventana, mirando los astros: puede que vea alguna estrella fugaz, puede que le pida que me cumpla el deseo. Sólo queda seguir esperando sentado, frente al espejo.

viernes, 1 de mayo de 2009

Belleza

Ella miraba por la ventana. Su mirada era tan bella como el encuentro fortuito entre una máquina de coser y un paraguas en una mesa de disección*. No sabía hacia dónde llegaba el horizonte, sólo sabía que quería nadar, nadar, nadar hasta llegar más allá y ver esas costas paradisiacas que le prometieron alguna vez; esas historias que la institutriz le contaba antes de dormir, esas historias que les habían hecho amigas desde siempre. Lástima que aquella dulce mujer ya no estaba a su lado para acompañarla, lástima que ella era su única real amistad.

Miraba por la ventana, sonreía a las sirenas que de vez en cuando asomaban sus aletas, como invitándola a sumergirse en el mar. El cuento del príncipe que la vendría a buscar era una mentira y ya se estaba resignando a la idea de ser ella la que cabalgase en su búsqueda. ¿Qué dirían todos al respecto, no está en contra de lo establecido? Nunca se preocupó realmente de lo que los otros decían, no tenía ningún sentido. Las cortinas de su ventana eran grandes y blancas como su piel. Ella, mientras tanto, dibujaba trazos en un lienzo intentando quitarse las analogías preestablecidas de lo que era bello y lo que no. Sonreía mientras cantaba: Bello como la voz desafinada de una mujer que canta en una biblioteca, bello como el Marga Marga cuando una pepita de oro pasa de largo excrementada, bello como un crucifijo cristiano que por azar ha caído sobre un libro que habla de ateísmo. Bello, bello, bello como la belleza de la gorda confudida por el oso polar.

Bello como el cadáver de la dulce mujer que era su amiga y el puñal ensangrentado que se le caía de las manos.

*Frase del Conde de Lautréamont.

Aún sigues aquí

Anoche viniste a mi casa, dormimos juntos y luego me miraste con ese rostro tan dulce de siempre, como si nada. No entiendo el por qué de la fragilidad de tu memoria, pero tampoco me preocupo mucho: así te conocí y así te aprendí a querer, no te quiero cambiar. Probablemente tú me hayas cambiado un poco, pero sólo dentro de los parámetros permitidos, de los parámetros que yo he permitido. Claro, claro: me manipulabas para que yo hiciese lo que quería, pero ¿acaso tú no hacías lo que yo quería que hicieses también? No se te olvide esas noches que pasamos mirando las estrellas, abrazados bajo una frazada y sobre las frías baldosas de la terraza que daba al mar. Sí, ambos un poco ebrios, bebiendo ese vino Concha y Toro que tanto nos gustaba, pero que ahora ya no recuerdo.

Anoche yo estaba solo, dormía con pijama aunque te parezca tan extraño. Miraba por la ventana e invocaba tu nombre cada vez que veía una estrella fugaz pasar por el firmamento bañado de puntos estelares: inconcientemente, dibujaba tu nombre una y otra vez, como para que no se me olvidara. Y, así de la nada, apareciste a mi lado. No quise preguntarte nada, no había caso, para qué. Era tan dulce tu sonrisa, hermosa, como siempre me había cautivado. Me besaste, nos besamos, te besé y me besaste. Nos besamos y sonreímos, sin abrir los ojos. Ya no teníamos terraza, ni vino, ni vista al mar. Tampoco teníamos el mismo espacio ni tiempo: ¿podríamos acaso viajar en el tiempo?

Cuando abrí los ojos, el dinosaurio no estaba aquí: no estaba ebrio como para imaginarlo. Abrí los ojos y te pillé abrazada a mí, no te habías ido; aún sigues aquí.