sábado, 29 de octubre de 2011

Somos weones

Para qué vamos a negar las confesiones que algunos transeúntes realizan en la vía pública. El primer paso es, claramente, reconocerlo. 


Fotografía: Vicuña Mackena, Quilpué

viernes, 28 de octubre de 2011

Sucker Punch


Mientras nadaba, recordé que hacía mucho tiempo que no escribía respecto a alguna película. Si bien, no soy cineasta ni aspiro a ser profesional en esta temática, creo que el ojo "inocente" de cualquier espectador es muy útil para poder describir alguna película relativamente interesante. Y como hace harto tiempo que no me doy un momento para ver alguna película nueva -quizá sea esta la noche en que tenga una cita con Cuevana- recordé la película más reciente de la cual tenía expectativas: Sucker Punch.El nombre de esta película quedó dando vueltas en mi cabeza desde alrededor de abril, cuando viajé a Valdivia y la Lore me comentó lo bueno que era el soundtrack. Y, efectivamente, luego de esa visita, descubrí interesantes nuevas canciones -y covers- de música bastante miscelánea. Pasó algún tiempo desde aquella vez hasta que al fin pude coincidir con Machuca para ver la película, bebiendo una fría Kross para sobrevivir al calor santiaguino. Obviamente, no podemos olvidar la inigualable compañía de Masterpizza. 

Pero, en fin, volvamos a la película en sí misma. Un film que aspira a ser surrealista -con una pésima traducción de "Mundo surreal"- comienza con una escena oscura y sombría, en la cual se da cuenta de la muerte de la madre de la protagonista y la sonrisa de quién es su padrastro, asumiendo que la muerte de la progenitora fue causada por dicho individuo. Luego vemos al hombre arrojando todas las cosas del escritorio al ver que la herencia, en su totalidad, es para las dos hijas de la mujer y nada para él. Comienza una persecusión del hombre hacia las dos chicas, momentos en que la protagonista se esconde para luego ver a su hermana muerta. Al estar provista de un arma, la culpan a ella del asesinato de la hermana. La excusa: el shock de la muerte de su madre la llevó a la locura. Es así como es encaminada hacia un lugar extraño y decadente que luego veremos que se trata de un manicomio. Sweet dreams en la voz de Emiliana Torrini es un gran acierto para esta parte de la película. 

El resto de la película, con una trama bastante difusa y excesivamente aletargada, produce que 90 minutos resulten mucho más extensos. Sucesos que, en realidad, ocurren en menos de 3 días, tiempo que la protagonista tiene para escapar del lugar antes de que su padrastro regrese por ella. Llega a un salón lleno de artistas: bailarinas exóticas, donde se le exige bailar. Army of me de Björk no logra convencerla la primera vez, sin embargo, ante las instrucciones de la profesora, todo su mundo se desdibuja completamente e ingresamos a un mundo creado de la propia imaginación de esta joven que, a través del baile, logra escapar de esa realidad que no logra soportar. Durante este escape, nos damos cuenta de que se trata de la mejor bailarina de todas.

Una película que, debo reconocer, me produjo muchas expectativas que no lograron ser satisfechas. Recursos gráficos y de animación que si bien eran ad hoc, no lograban convencer en cuanto a la trama. Un soundtrack increíble -que pudo ser mucho mejor utilizado- para tapar los vacíos constantes de la acción casi nula, envuelto en un halo de metaficción que, en muchas ocasiones, facilita la confusión de los mundos. Todo es una ilusión: es muy fácil perder el seguimiento y equivocarse, no saber cuál es la 'realidad'. Una propuesta un poco extraño que tampoco podría calificar de mala, pero sí podría decir que es insuficiente: la idea es buena, pero creo que le faltó un poco más de desarrollo. 

Finalmente, para qué ser tan críticos. Hay que aprender disfrutar las cosas buenas: un elenco femenino que desvía la atención mucho más allá de la acción misma y un soundtrack que te dan ganas de escuchar una y otra vez. Una mezcla interesante entre la imagen visual y auditiva, la creación de mundos paralelos dentro de un mundo que ya es paralelo y así sucesivamente.

jueves, 27 de octubre de 2011

Plaza de Toros

Daba vueltas en círculo, tal vez en cuadrado: ¿cómo definir la trayectoria de un círculo dentro de un cuadrado? Quizás circunscrito, adscrito o qué se yo. Lo único certero, son los casi 40º bajo ese sol veraniego de julio. El cielo tan profundo de Madrid me parecía tan sombrío, tan nostálgico. Recorría cada palmo con un suspiro y dejaba una lágrima en cada esquina, con la excusa de que el líquido en mi rostro era una manera de refrescarme. Pensaba en tantas cosas. Cuántas partidos y cuántos regresos se reúnen en Barajas a las 22.10 hrs cuando un avión despega hacia la distancia, cuando un pájaro volador aterriza, quizá, desde la vecina Francia. 

Me detuve en torno a la Plaza de Toros, la bandera de España y algunas figuras bastante épicas como para ser olvidadas. Vi una sombra, me encontré contigo, porque ya sabía que tú también vendrías. De una u otra forma, ese poco de Madrid que me llevaba era el futuro, era un poco de ti. Quise llevarme ese silencio que luego te regalaría "Del lado de acá", ese silencio que te haría reconocer esas tierras. Ya sabía que ese espacio era tuyo, que te representaba, del cual eras parte... y es por eso que volver a ser parte de Madrid me hacía tan feliz al saber que era una parte más de ti. Por eso lloraba y sonreía a la vez, porque sabía que el reencuentro ya había sido hacía mucho tiempo.


Fotografía: Alrededores de la Plaza de Toros, Madrid, España.

domingo, 23 de octubre de 2011

Adverbios de movimiento.

Suavemente, recorriendo la suavidad de tu cuello.
Dulcemente, sonriendo al encontrarme con tu mirada.
Tímidamente, recorriendo tu mano, leyendo el futuro.
Rápidamente, acercándome para darte un beso.

Sin pensar, sin avanzar, el mundo entero es movimiento.
Inventando palabras de ensueño,
creando adverios de movimiento. 

Rompiendo las olas, levantando vapor interoceánico
-nunca te bañarás dos veces en la misma playa,
nunca te bañarás dos veces en el mismo mar,
nunca recorrerás dos veces la misma tierra,
el desierto nunca será el mismo que viste ayer-
creando, creando, inventando nuevas historias.

Recorrer los secretos de la tierra,
esconderme de pronto y asomar de a poco,
con suavidad y un poco de temor,
buscando cobijo, buscando refugio.
La tierra danza, nosotros danzamos, 
pero ellos no danzarán con nosotros.
Que dancen en otro lado, pero no con nosotros.

Escribir en tu piel, enredarme en tu pelo,
tus manos en mi cabeza recostada en tu pecho.
Me revuelven las ideas, enloquecen los pensamientos
y todo, todo, todo,
es un adverbio de movimiento.


viernes, 21 de octubre de 2011

Whatever it happens.

Whatever it happens, you have to remember that I'm still here at your side, living some dreams and making a new world together. Maybe I'm not looking at you all the time, maybe you can think that I'm out for a while, but it's just for a moment and soon I'm back all the times and you know it. 

Don't be scared of feeling week, because we're all week. Don't be scared of smile, don't be scared of living. Living's the most exciting adventure in our lives. Let's live it for a while and let's see what happens. 

jueves, 20 de octubre de 2011

Infinitud indiscreta

Alrededor, todo se movía de una forma extraña como si se tratase de un interminable enjambre de ondas que chocan entre sí, causando un choque inacabable, pero, misteriosamente, armonioso. Fue abriendo los ojos de a poco, permitiendo a los rayos de luna ingresar hacia su mirada oculta que seguramente seguía soñando con lo que iba a suceder después o con lo que había sucedido hacía poco. Quién sabe, simplemente, quién sabe. Se acomodó en torno al barco que navegaban sobre aguas armónicas y silenciosas que, a ratos se tornaban turbulentas: la infinitud indiscreta del mar le causaba fascinación.

Tanta fascinación que tuvo el deseo de bajarse del barco para sumergirse en el mar. Todo coincidió en el momento preciso: había una larga fila de niños esperando su turno para subirse al barco.


domingo, 16 de octubre de 2011

Too many things

Too many things I've got to think about,
too many choices I have to make.
Too many things I have to leave to make it true.

I still want to have too many time to choose right. 

sábado, 15 de octubre de 2011

Vivimos al límite del sentido.

El mundo moderno, la ciudad en crecimiento, la economía en expansión, el ser humano avanzando hacia la involución...
Fotografía: Calle Yungay, Valparaíso. 

viernes, 14 de octubre de 2011

Más allá

Cerrar los ojos y soñar, 
sentarse en mitad de tus sueños a observar el paisaje
y sentir cada respiro de inocencia de su naturaleza.
Tocar, oler, ver, saborear y oír
cada pensamiento que se convierte en realidad,
más allá de los lenguajes, de las formas, 
más allá de los límites impuestos por el sentido.
Más allá, simplemente, más allá
de todo eso que consideramos "acá". 
Más allá del horizonte inexistente que sigue y sigue,
que no se acaba
como un punto que comienza y perdura en la infinidad.


jueves, 13 de octubre de 2011

Informe SIMCE 4tos básicos.

 05.45 am. Sometimes, when all that's lost remains drink from the fountain of youth and never age again. Cri-cri. Camino lento hasta el celular sonando en el escritorio y, casi sin pensar... 06.00 am. Sometimes, we jump across to every cloud, fly away, get lost and never be found. Cantaba Miami Horror a esa hora, cuando aún el cielo estaba oscuro y las predicciones de Meteochile indicaban que sería un día nublado. Aunque pueda parecer una nimiedad, 60 minutos más de sueño marcan la diferencia: mejor ánimo y, al parecer, un buen pie para que todo el día funcionase de maravillas. Lo siguiente: llegar a las 07.45 a un lugar al cual acordaste llegar a las 07.30 por culpa de la velocidad-de-luz-cortada con la cual el conductor de dicha micro condujo rumbo a Viña del Mar.

Otro día en SIMCE World y todo sonríe, todo claro, todo sereno... ¡mucho frío bajo los árboles de la Avenida Libertad! Se inicia el trayecto por las calles asignadas, entrega sobres, contesta celular, entrega indicaciones. Entrega sobres, contesta celular, entrega indicaciones. Entrega sobres... ¿alguna duda? Esos días en que te acuerdas que tu celular existe y que la canción de los Strokes que tenías de ringtone comienza a aburrirte. Lo sé, es una falta de respeto para la banda hacer ese comentario, pero debo aclarar que no es nada personal contra su música, sino contra la cantidad de veces que Someday ( me hizo dar un sobresalto y recordar que el mundo laboral exige responsabilidad, atención, intención, dirección, velocidad y no sé qué otra cosa más. Por supuesto, proactividad y poder de decisión. Someday, someday.

Caminar y darte cuenta que cuando ya son las 09.15, todo está en orden y comienzas a cuestionarte si es realidad o ficción. Esto no puede ser... no, ¿en serio? ¿Seguro? ¿Verdad? ¿Pero... en serio? La respuesta, viteh, es sí. Sí, todo estaba correcto. Exceptuando la falta de material que fue rápidamente solucionada gracias a la coordinadora estrella Bárbara Rivera (aplausos para ella) que no sé si leerá esto. Saludos a la tele. Descubrí un mundo nuevo que estaba justo por el camino de Avenida Libertad en dirección a la Avenida Valparaíso. Sí, existen banquitas en el interior de la galería que no sé ni cómo se llama, entre Quinta y Echevers: por mucho que Viña quiera ostentar el adjetivo de 'moderna', a las 10 de la mañana estaba aún durmiendo en su sueño de expansión económica que parece que no va tan mal. Pregúntele a alguien que sepa de eso, yo solo soy un potencial comprador compulsivo adicto a los cupones de descuento, todavía mantengo mesura.

The Strokes vuelven a cantar y entonces me entero de que hay movimiento: debo regresar a la zona 8. Explicaciones en un segundo, Someday una y otra vez. Y tomé una decisión necesaria para salvaguardarme de un colapso melómano con convulsiones rítmicas incluidas. Nada de tirarse pasos ni cosas por el estilo. Simplemente, que fuese acceptable in the 80s. Con eso, todo bien. Acudir al otro extremo, sonreír, presentarme por enésima vez -me niego a ocupar la credencial que tuve que armar a la mala, ya que me no me dieron material oficial para elaborarla- y subir al segundo piso, observando que en dirección al subterráneo se encuentra la piscina que revive mis intenciones de inscribirme para practicar el deporte. Estado: pendiente. Nuevamente el mundo se convierte en una pista de baile con esencia ochentera: camino hacia otro lugar. Lo mismo de la pista de baila. So that's the dancefloor I've been thinking about. 

La historia concluye sentado junto a Nicole Valdivia -Pamela Quiñones ya se ha marchado, invocando, según cuentan, al Señor- quién comenta la alegría que le produce el retraso de casi 2 horas en la recepción del material. Molestia comprensible tratándose de dos días con lo mismo, pero no podemos culpar al conductor del camión. La culpa es de... de... de... de... (ingrese aquí su candidato a culpable). Finalmente, regreso a casa a eso de las 13.30 para quedarme dormido, perdidamente, en la micro. Me olvidé del celular (en el cual encontré una llamada perdida, que vi como 2 horas después). 

¿Qué sucederá la semana que viene? ¿Serán los mismos protagonistas? ¿Quién le dirá qué a quién? ¿Llegarán los materiales correspondientes y en el tiempo determinado? Todos los entretelones de la Zona 8 solo a través de este blog. 

Frases del día: "No saben seguir instrucciones". "Buenos días, soy el supervisor del SIMCE" (y la cara de "ya, ¿y?" de algunos administrativos). "Aló, XX, dime". "Llego en 10 minutos".

Bonus Track:

1. Encontré el Aller Defense, por si a alguien le interesa saber que aún sobreviviré un poco más de tiempo y que tendrá que lidiar conmigo.

2. Miami Horror. "Sometimes". Una alarma hispter.



3. The Strokes. "Someday". Una buena canción que pasó a ser un ringtone odiable. Recomendación: no la haga ringtone si sabe que lo llamarán muchas veces, corre el riesgo de destruir las buenas canciones.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Ring ring, someday, someday.

Locura, locura, locura, silencio, lápices, silencios, gritos, no entiendo, no entiendo, ring ring, Someday de los Strokes que suena cada 2 minutos y me hace saltar del temor a volver a escuchar lo mismo y temer de que todo está mal y que será el fin o el comienzo del fin o el fin del comienzo o comienza fin del. Si sonrío todo va bien, si todo va bien, nada resulta mal, si nada resulta mal, entonces va todo bien, si eso sigue en ese camino todo sucederá de la manera correcta, todo a buen puerto, todo a buen destino. Someday, someday. Ring, ring. Más de 50 llamadas entre las 7 y las 17 horas del día, ring ring, someday, someday. Locura, locura, lápices, papeles, formularios de supervisión... correos, correos... solicito acuse de recibo. 

lunes, 10 de octubre de 2011

Nostalgia de ser extranjero

Extraño la sensación de ser extranjero que descubre una nueva tierra y no se agota de tomar miles de fotografías de un lugar por el cual esperó mucho tiempo para poder conocer. Por el lugar con el cual soñó y que, pronto, se daría cuenta de que sus sueños llegaron a buen puerto. Extraño esa sensación de ansiedad a pocas horas de partir en el bus rumbo al aeropuerto de Madrid-Barajas, desde el cual comenzaría una aventura voladora que aterrizaría en distintos puntos del continente europeo. En gran medida, extraño Europa y sus paisajes ancestrales, la historia acaecida en sus paredes, las luces tenues del invierno frío y siniestro, la luz eterna e inagotable de los días de un verano con un extraño sabor a ausencia.

Pero, principalmente, tengo una nostalgia de Londres. Porque Londres representó uno de esos sueños que remonta la infancia, alrededor de los 12 años en alguna clase de inglés en la ciudad de Punta Arenas, perdido en el fin del mundo. Aún me resulta épico pensar en el tremendo salto, la distancia de kilómetros y kilómetros que separan ambos puntos que, sin querer, se unen en mi mente cuando recuerdo el momento en que mis pies recorrieron el Queen's Walk por primera vez, sintiendo la nostalgia de escuchar las campanadas del Big Ben. Recuerdo ese camino dubitativo hacia Abbey Road, ese viaje en metro, esa noche que acabó en fotografías del Picadilly Circus, con menos de 5º C de temperatura ambiente. Por un instante, vuelvo a recorrer esos lugares que fueron míos, que quedaron mis fotos, de los cuales me llevé un poco de su esencia y en los cuales me he quedado para siempre repartido en un poco de viento.

Quizá, repartido en algunas huellas, en la mirada de tantos transeúntes que miran al Thames.

 
Fotografía: Picadilly Cirus, London, England.

Nunca supe lo que pasó.

A veces quería tanto lanzarme a volar que tomaba el primer material que encontraba para poder fabricarme unas alas, acomodarlas a mi espalda y buscar la altura para poder planear. Era tan simple como estar un tiempo cortando el cartón -o el material que fuese- y luego pensar en lo que podría suceder: saltar desde 5 metros, tal vez desde 50 o 100. Era así como, en más de alguna ocasión, escogí el cerro Bellavista por la altura de sus subidas empinadas, por donde los vehículos circulaban con cierta dificultad. La vista a la Bahía de Valparaíso era hermosa y las luces de la noche la convertían en un espectáculo sin precedentes ni imitaciones. 

Fue así como llegué ese día con las alas puestas en mi espalda, luego de ascender por Ferrari. Fue así como abrí los brazos y observé a mi alrededor: los fantasmas del presente parecían alinearse para presenciar ese extraño momento. Les dije que me esperaran, porque en cualquier momento, quizá, podríamos vernos las caras sin mayor temor. Fue así como cerré los ojos y me lancé corriendo. Nunca supe lo que pasó.

domingo, 9 de octubre de 2011

Fiebre de sábado por la noche.

Siempre he dicho que la famosa fiebre de salir de fiesta debiese ser el día viernes y no el sábado, no porque no me guste el sábado sino por motivos netamente de recuperación corporal y posibilidad de utilización de las pocas neuronas sobrevivientes en un intento de actividad académico-intelectual durante el día domingo mientras mucha gente aparece físicamente inconciente de sus celebraciones: esta situación, bastante frecuente, se traduce en bajas calificaciones y reprobación constante de ramos. Es ese el motivo de mi preferencia aunque, sin embargo, todo es negociable en este mundo y cuando se trata de un fin de semana largo (día lunes 10 de octubre, festejo por adelantado del 12 de octubre) y se celebra el cumple de uno de tus mejores amigos de toda la vida. Fue ese el contexto en el cual Valparaíso se iluminó de noche para vernos caminar por los alrededores del plan -permitiendo maravillarse de sus edificios antiguos y esa extraña sensación de decadencia nostálgica de algunos de sus lugares- y llegar a diferentes lugares repletos de 'jolgorio'. Aquí va.

Siempre he tenido la confusión respecto a dos locales existentes en la Ciudad Puerto: "Pajarito" y "Canario". Sucede que el primero se encuentra en la céntrica calle Salvador Donoso y el segundo, prácticamente en el epicentro del carrete, en calle Cumming. Hasta el día de hoy tengo problemas para determinar cuál es la zona del carrete en Valparaíso porque he descubierto que, al parecer, no existe límite de inicio ni de fin. Llegamos al Bar el Pajarito a encontrar una de sus últimas mesas vacías, a eso de las 21.00 hrs. La iluminación tenue de bar y la música ambiente era bastante agradable aunque pocas veces pude determinar cuál era, efectivamente, la canción que estaba sonando. Los precios son aceptables y en más de alguna ocasión tuve la tentación de pedir algo de comer: de vez en cuando, pasaban las pizzas que algunos clientes pedían y debo admitir que se veían bastante buenas. Pero fuimos fuertes y aguantamos: entre conversaciones y risas hasta la 1 am, cuando a mí ya me empezaba a dar sueño por falta de "dancing". El lugar es perfecto para hacer una previa o quedarse conversando y bebiendo toda la noche, pero en caso de pistas de baile, es mejor acudir en busca de otros lugares que abundan a poca distancia. 

El reencuentro con Salvador Donoso de la 1 am me hizo recordar que el clima es completamente inestable durante la primavera: me hace mucho sentido la alergia, la congestión nasal y agotar tantos paquetes de pañuelos desechables por día. Estos son los momentos en que lamento demasiado haber perdido el milagroso Aller Defense (http://www.youtube.com/watch?v=03_48s1_M-8). Caminamos por Bellavista percibiendo el ambiente festivo que se encontraba en Cumming en el contexto del Carnaval de los Mil Tambores por Violeta. Cruzamos por calle Esmeralda encontrándonos con la fuerte presencia policial del momento para resguardar el orden público, claro, con un poco de alcohol muchos se descarrilan y acaban destruyendo el inmobiliario público: las pulsaciones más salvajes del ser humano y su falta de civilización, por esencia. Caminamos, caminamos, caminamos... cruzamos la Plaza Sotomayor que se encontraba iluminada de una forma muy particular por las vibras de la música de los locales de fiesta cercanos. 

El Bar La Playa nos esperaba con las puertas abiertas y un ingreso subterráneo que nunca antes había descubierto... ¿acaso estaremos en clandestinidad? Pensé. Sin embargo, era dónde debíamos pagar los $2.000 de entrada con pase escolar (con derecho a cover). Un precio razonable para ingresar a un local de buen ambiente, buena música y buena gente (leáse, "no flaites"). Al ritmo de música de todos los estilos. Fabulosos Cadillac, Soda Stereo, varios ochenteros y noventeros... la noche se nos pasó volando. Acabamos la fiesta a eso de las 04.30 cuando el festejado se agotó (dejándonos con ganas del after que nunca sucedió, pero bueno...). Lo siguiente, caminar de regreso, encontrarse dinero, sentarse a conversar en la Avenida Brasil y ver los cerros iluminados. Acabar tomando la micro de regreso a casa a las 06 am y llegar a las 07 am, cuando ya está amaneciendo.


Bonus track: La promoción internet móvil gratis de Entel PCS de 7 a 9 am, horario en el que no pensé que iba a estar despierto.

sábado, 8 de octubre de 2011

¿Intervenciones 'publicitarias'?

¿Será acaso que estarán probando in situ qué tan absorbentes pueden llegar a ser las toallitas higiénicas? Al parecer, en este caso, no mucho, porque estuvo varios días flotando alrededor de la pileta.


Fotografia: Plaza México, Viña del Mar.

viernes, 7 de octubre de 2011

Awake.

It's late and you still awake,
there's no time to sleep,
You're on fire working on this,
working on the life you want to get,
getting strong to create new dreams.

Life isn't easy I guess,
there's a big chance you have to take.
You see that nothing's impossible,
but you always have to give something back.

Walk to your dreams,
there's a star that's waiting for you,
soon you'll get it,
don't give up, never is too late. 

Stay awake another night.
Ghosts and angels are at your side:
say hello, say good night,
say you want to dream your life.
The best wishes you have,
everything could be real, 
everything could happen if you want.

Live the feeling, 
face your fears,
take your chances and be free. 
Free of running to your dreams:
it's always the time to get them... 
go and catch them.

jueves, 6 de octubre de 2011

I still dreaming about earthquakes

I still dreaming about earhtquakes,
the earth is shaking
and everything's falling down.
I still dreaming about chaos,
I still dreaming about shadows,
and I still being afraid of my own fears.

Nothing's going to change, I guess,
is the world coming to an end?

I can't keep on my feet
and everybody is running away,
structures are falling down once again,
the oceans are turning mad. 
is this the end of the game?

Nothing's going to change, I guess,
is the world coming to an end?

miércoles, 5 de octubre de 2011

Lost and forgotten.

Your buildings are shaking,
now's your time to go.
Your words are unbeliavable
and no one believes you any more.
Take your things,
get your clothes:
nobody will pay for your body this night.
You were the cheapest whore around the world,
but your party is over, you should go.

All the word you said are lost,
you'll be broken soon.
They will kill you just the way you want to kill them.
Nobody will ever know your name,
nobody will ever recognise your face:
you'll be some garbage on the earth,
your pieces will be lost far away.

Lost and forgotten, that's what you will be.
The society is taking you out.
You have been wasting your time and other's,
now's your time to wake up.

lunes, 3 de octubre de 2011

Cristales humedecidos.

Miro tu silueta dibujada en la sombra,
las hojas caen de los árboles:
la noche es más fría de lo normal.
Mirábamos la luna hasta el amanecer, 
abrazados, cuerpo a cuerpo, sumergidos en el mar,
la ciudad se encogía ante nuestra locura adolescente
y nuestras historias de nunca acabar. 

Las calles escarchadas brillaban al encuentro,
soñábamos con mundos atestados de frío
y de gente sonriente, con bufandas gigantes. 
Caer en tus brazos era más adictivo que cualquier otra cosa
y olvidarme del mundo era cosa común.
Abrázame otra vez, entrégame aliento,
que muero de a poco y no entiendo por qué. 

Cristales humedecidos del sereno del invierno, 
nostalgia de sábado por la noche,
de nubes cubriendo el cielo y amenaza de lluvia.
Nostalgia de encontrarte de nuevo, 
de soñar despiertos hasta el amanecer.

Te miro tras el silencio de tu boca dormida
y divago en tu mirada que me habla sin hablar:
me acerco despacio para no despertarte,
aunque sé que ya te has dado cuenta de todo.
Porque siempre lo has sabido, 
porque siempre has sido la dueña de toda la situación. 
Acércate a mi lado,
con ruido, sin ruido, solo acércate.

Bailábamos hasta el amanecer, 
soñábamos un mundo ancestral de estructuras extrañas:
dibujabas geometría perfecta solo para mí.
Creamos tantos lenguajes, creamos tantas historias
que el cielo colorido se dormía a nuestros pies. 
Siempre acabábamos confundidos, entrelazados
y nos reíamos de lo absurdo de la situación.
Y ahí vienes con tu sonrisa, de mujer madura.

Cristales humedecidos del sereno del invierno, 
nostalgia de sábado por la noche,
de nubes cubriendo el cielo y amenaza de lluvia.
Nostalgia de encontrarte de nuevo, 
de soñar despiertos hasta el amanecer.

De partir hacia nuevos rumbos, de volverte a ver.
De soñar abrazados con ese mundo paralelo,
soñar con volverte a ver.
Sonríe con esos ojos alegres,
sonríe, te ves hermosa con tu pelo blanco.

Volador IV

Obnubilados los sentidos de un camino incierto
y la locura se encadena a las visiones paralelas.
Pérdida del sentido momentánea, confusión,
dudas, un mar iluminado que no logra iluminar.
Alzas los brazos hacia el cielo y sonrío con temor,
busco ese abrazo que solo en tu regazo encuentro.
Allá viene la tormenta, volador enloquecido,
la lluvia se esconde tras las nubes.

Busco esa cura que creo no encontrar
y tú la encuentras en la locura de la que no puedo escapar,
me das la mano, me abrazas con la mirada,
echas a volar mi alma como una nube que avanza sobre el océano.
Allá lejos me pierdo entre figuras extrañas,
allá abajo las explosiones de colores placenteros,
a mi lado tu sonrisa silenciosa, sonrisa cautivadora,
me haces volar: no le temo a ningún mal.

Alza el vuelo, volador, volantín,
cruza las nubes en un segundo, sin temor,
vuelva tan alto como puedas 
y jamás te detengas, como un platillo volador. 

domingo, 2 de octubre de 2011

Un, dos, tres.

La pelota se le ha escapado de las manos, 
un, dos, tres:
los polos del mundo se han alterado
y nadie sabe a qué hora llegará el tren.
La estación está en llamas, 
los rieles se desorden en un vaivén de sensaciones extrañas
y nadie entiende nada,
nadie es capaz de pronunciar una sola palabra. 

Los edificios tan altos se esconden en las nubes
y desde las alturas se lanzan, glorificados,
se destruyen las estatuas de los santos de cemento,
se destruye la guadaña que les corta la cabeza en un instante. 
Huye por donde puedas si es que alcanzas, 
huye hacia el cerro que revienta el mar. 
El cielo está en llamas y la tierra se fragmenta:
otra vez llora el celeste de temporadas pasadas,
otra vez tambalean los planetas alrededor.

Un, dos, tres,
el niño que jugaba desaparece hacia el cielo:
es un cometa, un astro que viaja a la velocidad de la luz. 
Los andenes están vacíos, 
los ventanales reflejan el vacío:
el centro de la tierra está inactivo. 
Se acaban las estructuras de pies de barro,
se acaban los pensamientos enjaulados, perdidos de su centro,
tambalean las pisadas y se corroe el infierno. 
Primavera, verano, otoño, invierno. 

No hay llamadas, solo desvíos.
Un, dos, tres,
no hay caminos, solo laberintos.
Un, dos, tres.

Un golpe contra las baldosas,
sudor sobre la piel asustada.
La ventana abierta, el aire nocturno
y un zancudo que ya pronto muerte. 
La pelota era un juego de infancia que ya se ha ido,
son las 4 de la madrugada y todos siguen aún dormidos. 

sábado, 1 de octubre de 2011

Necesidades


¿Qué es lo que ya no necesitamos en este mundo?

Fotografía: Templeman, Cerro Concepción, Valparaíso.