domingo, 30 de marzo de 2014

Nuevas historias

Porque a cada instante sé que se va escribiendo un nuevo fragmento de la historia. Cada mirada, cada paso, cada sensación es un momento único: sabemos que cada espacio de tiempo no se volverá a repetir y es por eso que sabemos que debemos vivirlo a concho. Sonrisas, alegría, luces de colores y nubes dispersas en un aire paralelo. Porque nosotros decidimos el momento en que cruzamos las dimensiones para ingresar a nuestros mundos paralelos. Nosotros sabemos qué es lo que hay más allá, nuestro espíritu vibra al reencontrarse con esa energía que proviene del origen, distante varios millones de años atrás. 

Aquí y allá, donde nosotros queramos. Sabemos que siempre van a nacer nuevas historias.


Fotografía: El Retiro, Quilpué.

lunes, 24 de marzo de 2014

¿Qué me dirás?

Y si te digo que amo encontrarte,
¿qué mas vas a decir?

Que ya no sé dormir sin tenerte al lado,
que ya no sé vivir sin tu abrazo,
que no imagino el mundo de otra forma
que no sea sosteniendo tu mano.

Que escribimos una historia que no acaba
y que podemos soñar el universo que queramos.
 
Y si te digo que quiero pasar todas mis vidas contigo...
¿Qué me dirás?


Fotografía: Plaza Municipal de Quilpué

domingo, 23 de marzo de 2014

Aspiraciones expansionistas

Lo habían conducido caminando descalzo por varios kilómetros hasta encontrarse con la ribera pantanosa de aquel río temido por todos. Las puntas de las lanzas amenazaban con clavarse en su ropa hecha harapos producto del trayecto, mientras observaba los ríos de lava que descendían abundamente desde el cerro. Sabía que el agua era un lugar siniestro: ya había visto a varios ser comidos por seres extraños que jamás creyó que existirían. Sus pies, amarrados por los tobillos, tocaron la orilla y la frialdad del agua le estremeció. 

- Ya es hora.

La sentencia ya estaba hecha. Las lanzas se acercaron peligrosamente hasta obligarlo a avanzar. En un parpadeo cayó en el lecho de un río cuya profundidad no habían logrado determinar. Lo vieron desaparecer en el acto, a la espera de una señal de su muerte. Una mancha de sangre sacó los aplausos de los asistentes que, dando disparos al cielo, celebraban la captura de uno más de esos seres que venían de galaxias lejanas a apoderarse de sus recursos. 

Cuando se alejaban, observaron un ser -parecido a un dragón- que llevaba en sus dientes los restos de algo que parecían ser los ensangrentados pies de eso que, en algún momento, había sido otro terrícola con aspiraciones expansionistas.


sábado, 22 de marzo de 2014

viernes, 21 de marzo de 2014

Nostalgia de Valparaíso

Siento nostalgia de Valparaíso. Durante 14 años soñé con ese momento en que podría despertar cada día con la inquietud de esta ciudad que cuidó de mi infancia y una vez que hubo llegado el momento, la vida me señaló que nos tenía otros rumbos. 

Fueron diez meses geniales en que disfrutamos de las voces que no duermen, de los locos, del ruido que nunca se sabía de dónde era, de la vibración de los barcos, de la gente con la cual chocaba al transitar por la estrecha calle Condell que tantas mañanas me encontró con sueños y con ganas de haber seguido durmiendo. Recuerdo la casa antigua y las interminables escaleras, las ventanas manchadas por la humedad y las puertas  que nunca cerrábamos completamente por temor a quedarnos encerrados. El vapor que empañaba las ventanas al momento de cocinar y las luces inciertas que aparecían y se escondían tras los cerros encendidos. Fuimos el refugio en medio del caos, algo así como una burbuja.

Hoy es inevitable volver a caminar por mi ciudad natal y sentir ese vacío de ver que esas calles que siempre han sido tuyas te observan con ausencia. Veo la ausencia en esas calles que recorrimos tantas veces, esa ausencia que se esconde en la mirada de indiferencia que no es otra cosa que una sensación de tristeza, de volver a encontrarnos como si estuviésemos en vidas diferentes. ¿Cómo fue que un año voló? ¿Cómo fue que ese futuro que soñábamos, cambió? 

Cruzar por Pudeto y pensar en todas las veces que paseábamos por ese lugar. ¿Qué es lo que queda y que es lo que ya no? No entiendo por qué es como si la historia hubiese continuado, pero cambiamos los personajes. No puedo olvidar esas veces en que me despertaba de madrugada y me acercaba a mirar por la ventana: Bellavista inquieto, iluminado como siempre, sin dormir. Era cierto, no era un sueño. Hoy, Valparaíso, todo es diferente. Es como si formaras parte de una realidad que desapareció, como si todo lo vivido fuese parte de una más de tantas ficciones que hemos creado, bastante verosímil por lo demás. Volví a ser ese turista incógnito que se sube al trole y observa la ciudad, las caras conocidas en algunas plazas. Ves la historia que pasa, pero ya sin ti.


Fotografía: Estación Bellavista, Valparaíso

jueves, 20 de marzo de 2014

Posibilidad


Entre bancos de niebla me congelo, 
Entre ruidos extraños mi voz se confunde
Y señales del universo se duermen a mi lado.
Lo que sucede, no lo entiendo:
Solo sé que lo que veo
Es quizás lo que no existe.
Solo sé que lo que veo, 
Puede que, de pronto, ya no exista más.

Porque en la vida y en el lenguaje
Todo es una compleja posibilidad.

Fotografía: Estación El Salto, Viña del Mar

martes, 18 de marzo de 2014

Valle desierto

El precipicio era el final del camino y el desenlace, algo casi inevitable. El atardecer era el silencio y los colores, la antesala de una pintura imaginada por un pintor surrealista. ¿Qué haremos esta vez? Ya hemos escapado tantos kilómetros lejos de la ciudad invadida por esos seres de formas difusas, ¿cuánto tiempo más podremos estar libres de ellos? La suela de su calzado estaba a punto de romperse y sus piernas, agotadas producto de un viaje sin fin. ¿Volar hacia lo lejos, volar sobre las nubes... cómo alcanzar esa altura con la finalidad de despegar los pies del suelo y olvidarse de lo terrenal, de una sola vez? Sus sombras se confundían en la penumbra que avanzaba rápidamente sobre ese valle desierto, donde los ecos de motores ultrasónicos no tardarían demasiado en rugir.

domingo, 16 de marzo de 2014

Luces de la noche

Claro, todos ya se fueron a dormir. La luz encendida se proyectaba sobre la ciudad que parecía estar durmiendo, aunque los ruidos subterráneos resultaban tan incómodos como el aire casi magnético que había espantado a las aves. Recostado en el suelo, jugaba a quitarse las sandalias y a probar la destreza de sus pies. Dos de la mañana, tres de la mañana, cuatro de la mañana. El sueño no llegaba. Miraba a través de la ventana en busca de alguna solución, pero unas cuantas estrellas que tiritaban parecían hablar en ese idioma universal que nunca había podido descifrar. El verano ya se iba, pero el sueño aún no llegaba. 

De pronto, un ruido en el vidrio le hizo asomar la mirada. Acaso sería un temblor, de esos que abundaban por esos días. Pero no. Luces juguetones, luces inquietas, luces difusas, luces que deambulaban en direcciones opuestas. Luces. Luces como las de una "pelota disco". Luces como las que había visto una vez, de pequeño, luego de caer al suelo y estrellar su cabeza contra el pavimento. Luces extrañas que se alejaron en dirección hacia las montañas para luego desaparecer. Luces que, incluso, algunas vez habían traído la invitación para viajar. No supo qué decir cuando las vio alejarse, haciendo un gesto de saludo a través de las diminutas ventanas de color verdoso.


Fotografía: Luna llena en Quilpué (14 de febrero, 2014)

sábado, 15 de marzo de 2014

Lanzarse

Al despertar, se encontró con las luces dando vueltas en el cielo. Las nubes tenían una forma extraña que cambiaba a cada segundo. Y el resto del mundo... Ya nada sabía del resto del mundo que comenzaba más allá de la orilla. 

Lanzarse a nadar o no, ese era el verdadero dilema. 


Fotografía: Las Cruces, El Tabo.

viernes, 14 de marzo de 2014

Verosímil

Es la inmensidad la que cae a gotas desde el cielo.
Es el silencio mismo el que canta en versos
cuando la noche se congela en un momento.
Es el ritmo, es la música,
como un baile concebido en cámara lenta
y las figuras detenidas en el tiempo...
ese tiempo que da saltos, que se pierde.

Es el infinito el que se acaba en un parpadeo
y el universo que se confunde con un deseo.
El paso de una estrella fugaz
y el silbido de una canción silenciosa
que te esmeras por cantar para ti mismo,
que te esmeras porque nadie escuche.

Son las voces que trae el viento
con sus historias escondidas en el olvido,
que se guardan en los espacios del invierno.
Son las voces del tiempo,
las historias que suceden antes de ser pensadas.


Fotografía: Avda. Libertad (sector Torre Coraceros), Viña del Mar.

jueves, 13 de marzo de 2014

Despierto

Las luces en el cielo,
las sombras en el suelo,
las murallas congeladas por el frío,
la lluvia que se niega a caer.
Las noches, los silencios,
las canciones y los sueños,
los versos, los pensamientos,
cuando me duermo... y luego despierto.


miércoles, 12 de marzo de 2014

Stay awake

It's easy to run away when the fear just began,
it's easy to say goodbye when you don't want to play,
it's not easy to try, you just want to escape.

There's something outside that's watching you,
there's something that's looking for you...
will you look for it?

The night is just begining,
the game has just started
you have to stay awake.


Fotografía: Plaza Vieja de Quilpué.

martes, 11 de marzo de 2014

El reino

Al detenerse en el lugar, sonrió complacido de lo que estaba viendo. En el cielo, las estrellas brillaban con tal fuerza que a ratos parecía no ver nada. Los planetas en el lejano horizonte estelar se confundían en una línea continua y difusa que llegaba a cualquier parte: el reino de todo el universo. El reino, el reino... la totalidad, lo incompleto, lo inalcanzable de lo alcanzable y lo lejano de lo más cercano. El pasto congelado y la ciudad detenida en el tiempo, las pulsaciones cada vez más lentas, los parpadeos cada vez más acelerados, los músculos inmóviles, la piel azulosa, los labios amoratados, el cabello oscuro, los pies que comienzan a correr, las huellas que desaparecen en el barro, el pasto congelado que se convierte en luz. 

Sonrió complacido de lo que estaba viendo.

domingo, 9 de marzo de 2014

Back to reality

Cuando dicen que cada año nuevo trae cosas nuevas, nunca me lo tomé tan en serio. Si pensaba que este año comenzaba con un regreso al lugar en el cual viví tanto tiempo casi a regañadientes, hoy me doy cuenta que ese cambio parece ser ínfimo en relación a todo lo demás. La vida comienza a tomar un matiz diferente y creo que me atrevería a decir, un poco más adulta. Algo de ese niño interno se empieza a dar cuenta que las responsabilidades cambian, lo que no implica de ninguna forma que pueda dejar de jugar y ser lo que es, siempre ha sido y espera seguir siendo. La mente sigue volando cada vez más, los sueños siguen creciendo, la imaginación nunca se detiene.

El regreso a la realidad me pilló por sorpresa, aunque las dudas del "regreso" me tuvieron inquieto por algún tiempo. Volví a la calma al ver que nuevamente tenía trabajo, que todo comenzaba rápido, pero tranquilo a la vez. ¿Qué es lo que hace que en este momento empiece a sentirme mucho más tranquilo? ¿Qué es lo que hace que empiece a sonreír? Un poco de madurez, un cambio de perspectiva, un poco más de agradecimiento a las cosas positivas que me ha ido regalando la vida. Al fin soy escritor, ¿quizás será el hecho de ver que mis sueños se están cumpliendo lo que me tiene tan pleno? He vuelto a trabajar, tercer cambio en... tres años, guau. ¿La tercera es la vencida? No quiero aventurarme a hacer promesas ni demasiadas proyecciones: el año pasado ya me dio resultado el no esperar mucho. 

Tengo tanta ansiedad de lo que se viene que a veces me baja la inquietud. Pero, como siempre, tengo la confianza y la tranquilidad de que la vida nos prepara cosas buenas. Aunque esté agotado luego de trabajar por mucho tiempo, ese cansancio es agradable.