martes, 13 de diciembre de 2016

Retrospectiva

El tiempo me ha consumido,
me he convertido en una piedra.

El olvido se desplaza con sigilo
mientras el viento me desordena:
tantos pensamientos que me atormentan,
tantas incertidumbres,
tantas dudas.

Nunca en mi vida he sentido tanto miedo.
Nunca en mi vida he amado tanto.

Vigilar el futuro y soñar con lo que viene,
no dejar de creer,
saber que de la esperanza
podemos volver a renacer.

Sé que soy
y que a la vez, no.

Y si estoy,
a veces, tampoco.

El mar comienza a volver a la calma;
es hora de navegar aún más lejos.


martes, 31 de mayo de 2016

Tópicos comunes


Los rumores se olían en las paredes y las siluetas huidizas no hacían más que confirmarlo. Escabullirse parecía ser la opción más acertada de comenzar el camino de regreso al futuro ya que, en el fondo, no se sacaba mucho con insistir en regresar a los mismo tópicos comunes que solo se encargaban de degradar la madera de manera brutal y violenta. 

Fotografía: Calle Pratt, Valparaíso. 

lunes, 15 de febrero de 2016

Soy

Soy el olvido.
La marca de una cicatriz borrada,
palabras escritas al azar.

Escribir sin sentido
... romper pedazos de música.

Olvidar para recordar.
Sin sentido, sin sentido.

El intento de una fotografía nocturna no lograda.

Olvido...
un huella descalza
un ojo quebrado,
una oreja sorda.

Gotas de agua que caen sin saber dónde.

Soy.


Fotografía: Cielo de enero, 2016.

lunes, 26 de octubre de 2015

Superior

En el silencio se corrompen las mentes,
se duermen en laureles encendidos
que, sin saber, cosechan en el olvido.
Todo es futil.
Todo es incierto.
Clichés inventados por milenios
y los ingenios corroídos por la sangre.
¡Sueñan una mentira inventada,
claman la libertad malentendida!

Todo es mentira,
todo es incierto.
Ficciones creaba para sonreír
al creer que algo se podría hacer:
a veces se pierde la esperanza,
a veces es mejor empezar a correr.

Se abren nuevas ventanas
desde las cuales se quiere observar.
Hay miedo, miedo, miedo.
Hay riesgo, incierto, miedo.
Miedo a hacer las cosas bien,
miedo a olvidar lo que realmente se es:
miedo al olvido de tus sueños.

Claman comprensión quienes no comprenden,
reclaman respeto los intolerantes,
hablan de libertad quienes oprimen.

Gritan himnos poco melódicos,
cantan quienes no tienen voz,
cierran las mentes quienes suponen abrirlas.

Y aunque veces tolere las intolerancias,
olvida los discurso de odio prefabricado.

Odiar al otro no te hace mejor.

Ve y supéralo.
¿O acaso no te sientes superior?


Fotografía: Parque Forestal, Santiago de Chile. 

viernes, 2 de octubre de 2015

Soneto experimental

Un balcón carcomido por el paso del tiempo,
vapor de la humedad silenciosa, fulgores
de las cascadas claras, fuimos observadores:
nuestras huellas marcadas después del entretiempo.

Que los sueños no fuesen solo un pasatiempo,
sin saber cómo nos convertimos en cantores.
Quizás arrancamos de algún par de roedores:
solo sé que se nos pasó tan rápido el tiempo.

Cascadas luminosas cayendo desde el cielo
en cada romance convertido en sonrisa,
nuestros cuerpos flotaban sobre luces de hielo

sin importar quien merodeaba en la cornisa.
Raudas noches en que emprendimos aquel vuelo:
noches de tonalidades frescas, imprecisas.





martes, 11 de agosto de 2015

La odisea de llegar al trabajo

Dije que lo iba a escribir y estoy aquí, luego de no sé cuánto tiempo en que ya no sé ni qué escribir en el blog. Proceso creativo orientado a la sequía o más bien, simple cansancio. A veces creo que no sé qué decir, como si se me estuviesen acabando las palabras. En fin, como terapia paliativa ante esta situación compleja, he decidido volver a estas pistas y comentar algún suceso de la vida, por muy estúpido e irrelevante que pueda parecer. He aquí.

Este fin de semana hubo un tremendo temporal que dejó todo en desorden. Algunos dicen que fue un huracán encubierto -algo así como que no lo han dejado salir del clóset- y otros que fue la corriente del Niño y blah blah blah. Lo cierto es que nunca había visto olas tan altas ni calles costeras hechas polvo. Y como tal, hubo consecuencias bastante complejas como el colapso del sistema regional de metro que se ha convertido en mi medio de transporte diario. Podría tomar micro y dejar de quejarme, es cierto, pero realmente es mucho más cómodo el transporte semi subterráneo (semi, porque son solo cuatro estaciones subterráneas y el resto en superficie). 

Habían dicho que nos quedaríamos sin servicio por una semana como menos, lo que ya resultaba abrumador. Pero gracias a sus buenas gestiones -lógicamente, la empresa siempre se va a echar muchas flores y tratar de quedar como héroes- lograron que funcionara un tramo que para mi alegría, es el que utilizo. Maravilloso. Anunciaban una frecuencia de 12 minutos y, saliendo el primero a las 06.37. Confiado, llegué a las 07.09 porque correspondía uno a las 07.13. Sucedió que el tren en cuestión no pasó hasta las 07.24 cuando ya mi paciencia colapsaba. De haber pasado a la hora, hubiese llegado a la hora a mi trabajo, situación que no fue así. Al fin y al cabo llegué cinco minutos tarde.  No es tanto, lo sé, pero para una persona extremadamente cuadrada como yo resultó terrible, pensando que puedo tener descuento y todo eso. 

En definitiva, me dieron ganas de golpear a quienes dieron mal la información. Ahora no sé si mañana arriesgarme a tomar el tren nuevamente o vivir la adrenalina de viajar en micro. Y pensar que antes no me hacía ningún problema. ¿Qué ha sucedido conmigo? ¿La adultez y sus odiosidades se han apoderado de mi vida? 

Creo que debería aparecerme más seguido por estos lados. 

jueves, 2 de julio de 2015

Bailando en el silencio

Las siluetas confundidas se duermen.
Me quedé dormido sobre la alfombra
escuchando a las gaviotas que lloran.
¿Oyes el canto de su silencio?
¿Oyes el murmullo que está creciendo?
Salen las sombras a bailar sin control
cuando la música explota bajo el sol,
las palabras desaparecen...
el amanecer empieza después de las siete.

Mis huellas quedaron en la escarcha
y los tejados se olvidaron ya de mí.
Caminé tantas veces sobre la nieve,
¿todavía se acuerdan de mí?
Son las nubes las que bloquearon el camino,
otra vez me quedé dormido,
déjate llevar por lo que sientes,
en alto siempre tu frente.

Te encontré en la inercia incipiente,
me abracé a tu sonrisa angelical.
En el mar, de pronto, me vi inmerso,
bailando en el silencio.


Fotografía: Archivo personal. 

miércoles, 3 de junio de 2015

El paso del tiempo

Me duele el paso del tiempo y ver que las cosas van cambiando. Sí, aunque suena una incoherencia considerando que he dicho varias veces que estoy buscando que las cosas sean diferentes, pero me duele cuando sucede con algunas que quería que se mantuviesen inmutables. Así como el signo lingüístico, la vida tiene cosas que se mantienen y otras que no y, en teoría, es fácil de entender. Me siento como un extraño dentro de un mundo en el cual cada vez tengo menos cabida, donde cada vez me empiezo a sentir más solo. 

Extraño esas salidas de fin de semana a caminar por Valparaíso, cuando no tenía miedo de ser asaltado y pensaba que la vida no era un riesgo. Hacerse viejo implica sentir miedo, querer encerrarte en tu casa y pensar en tener todo controlado, ¿no es así? Cada vez me cuesta más escaparme del "espacio de comfort" y arriesgarme, pese a que lo he hecho en este último tiempo y, en ese sentido, puede que esté un poco más relajado. Pero el ritmo de vida hace que las personas se distancien por uno u otro motivo. Eso es lo que me duele, que cueste tanto coincidir y, además, que haya personas cuyo proceso sea el motivo del alejamiento, de manera inevitable. La gente evoluciona de manera diferente y otros, al parecer, no quieren evolucionar. 

Es triste sentir ese vacío y es un proceso que me ha costado un poco. Más que nunca quisiera tener el tiempo para poder desaparecer dos días enteros, sumergido en literatura. Ya quiero que llegue ese momento en que mi proceso creativo sea el sustento y no deba alimentar otras ilusiones que no sé dónde van a llevar. Es hora de aprender que la gente realmente importante es muy poca y, en el camino, parece que el número se va reduciendo. 

miércoles, 20 de mayo de 2015

Discrepo

Ojos abiertos en silencio,
El susurro es inquieto
Y a veces tan diverso.

No me muevo porque no quiero.
Simplemente, discrepo.

La claridad entra de a poco
Y los idiomas son diversos,
Todo es tan intangible,
Todo es tan visible,
Todo es tan infinito.

Manos congeladas de fuego
Y las venas inquietas enceguecen.
Camino porque escribo el vuelo
Y pienso en las nubes
Que cantan otras historias.

Sueño, dibujo, siento.
Escribo, divago, me pierdo.

martes, 19 de mayo de 2015

Let go

Olvidaré, escribiré, seguiré. Como si nada no, porque no es mi estilo. Como si nada no, porque así no me defino, porque en el fondo de mi mismo sé que nada dejaré para el olvido. Sé que hay cosas que suceden, cosas que se van, cosas que se escapan: nostros decidimos lo que se va o lo que sigue. Olvidaré, escribiré, seguiré, porque la vida sigue adelante y no me detendré. Seguiré siendo auténtico, seguiré estando intacto: mi esencia propia no se contextualiza.

Lloraré, quizás y no me da vergüenza decirlo. Me lamentaré muchas veces, no por lo pasado, sino por lo que pensé que sucedería: la única razón de la desilusión es la confianza, pero tampoco me arrepiento. No me creo una buena persona, no me creo excelente, no me creo un Dios: solo soy un ser común y corriente buscando un camino, buscando su mejor situación. A veces pierdo la calma, a veces recupero la fe, aunque en realidad, no lo sé.

No sé por qué lo escribo, no sé por qué lo pensé. Sí me importa, lo repito, aunque ya sea parte del silencio. Olvidaré, escribiré, seguiré. Seguiré escribiendo, pero no olvidaré.