miércoles, 30 de enero de 2013

Buenos Aires: la joya europea de Latinoamérica

Aproximadamente 1 hora y 50 minutos de vuelo separan a Santiago de la capital argentina: el famoso e infinito Buenos Aires, cuyas imágenes más pintorescas nos vienen a la memoria gracias a los tangos de Gardel o las canciones que más de alguna vez cantó algún abuelo o pariente mayor. Y claro está que en algún momento miré dicha expresión musical como algo fome y avejentado, pero con el tiempo uno empieza a descubrir el carácter sensual de un baile tan elegante como muchas de las edificaciones que adornan la Capital: las luces que iluminan Corrientes cuando el anochecer se posa sobre los transeúntes a eso de las 20.30 durante la verano en el hemisferio sur. Un viaje que soñé por mucho tiempo y que, luego de una larga espera producto del atraso de Aerolíneas Argentinas, finalmente se concretó al ver que nos íbamos introduciendo en una metrópolis de belleza mundial. 

Mi Buenos Aires querido, sí, como dice la canción. Me parece imposible no adorar la ciudad desde el instante en que el taxi cruzó la 9 de julio desde donde se observa una de sus principales atracciones: el famoso Obelisco que ha tenido tantas interpretaciones. Lo que sí se puede decir es que no es tan alto como parece, pero se puede observar desde varias calles a la redonda. Nos instalamos en un hotel ubicado en la calle Perón, a dos cuadras de la céntrica Corrientes por donde, efectivamente, parece circular todo el mundo. Serían pasadas las 7 de la tarde cuando caminábamos en busca de algo para comer y ya nos perdíamos en las miles de librerías que decoran aquella avenida, donde los edificios en altura nos traen un nostálgico recuerdo de las calles de Madrid. Lo primero que uno piensa es en el parecido de la capital argentina con grandes urbes europeas y, en ese mismo sentido, es increíble la cercanía que uno siente con el Viejo Continente: se nota que los transandinos miran hacia el otro lado del Atlántico y que la cultura europea se asentó de buena forma en ese rincón del continente. Los precios de los libros -sumado a un buen cambio que logramos gracias a azares afortunados de la vida- eran increíblemente bajos, alcanzando sumas casi soñadas acá en Chile: desde unos $300 era posible encontrar lecturas interesantes. Eso sí, es interesante ver que la noche oscurece el ambiente, pero la temperatura se mantiene sobre los 23º C: aire acondicionado es condition sine qua non. 

 Avenida Corrientes

Si quieres conocer una ciudad, lo mejor que se puede hacer es caminar: no importa las distancias, no importa el calor. Nos tomamos muy en serio esta premisa, por lo que iniciamos nuestra salida a eso de las 9 de la mañana del día 23 de enero, en que caminamos hacia la famosa Plaza del Congreso donde observamos el cuidado de sus edificios antiguos: el Congreso se alza como el Capitolio de Washington. Me sorprendió la cantidad de teatros y de puestos con revistas, la vegetación y -debo decirlo- el recuerdo de un paseo por la Calle de Alcalá en Madrid. Cruzamos la Avenida de Mayo en dirección a la Plaza de Mayo, lugar famoso por su simbolismo histórico y por ser centro de concurridas manifestaciones frente a la Casa Rosada, magnífico edificio cuyo valor patrimonial no pongo en duda. A pocos metros de la Casa Rosada nos encontramos con el Museo del Bicentenario, obra emblemática emplazada en lo que otrora se constituía como un fuerte español: destaco el cuidado de dicho monumento y el recorrido por parte de la historia argentina. 

Casa Rosada
 
En el camino a Puerto Madero, regresando hacia Corrientes, nos encontramos con el famoso Corrientes 348 -lugar mencionado por el tango A Media Luz, popularizado por Gardel- que resultó ser un estacionamiento, quizás sea ese el motivo de que todo se viese a media luz según la letra de la canción. Tan solo 1 cuadra hacia el este, siguiendo en Corrientes, nos encontramos con el famoso Luna Park, famoso centro de eventos culturales en el que, según se comenta, Juan Domingo Perón conoce a quien será su esposa y una de las mujeres más importantes -amada u odiada- de la historia de Argentina: Eva Duarte, más conocida como Evita. Finalmente, llegamos a  Puerto Madero a descansar luego de toda esa caminata, bajo un sol de unos 30º C, y observamos el que se constituye como el barrio más moderno y caro de Buenos Aires, instalado frente a los 4 diques realizados en el Río de la Plata. Las edificaciones en altura y la construcción de vidrio destaca este carácter moderno que se diferencia de otros sectores más neoclásicos de la urbe. Cosas a destacar de este barrio: el Puente de la Mujer, dirnseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava; la presencia de cadenas hosteleras como Hilton; y el Parque de las Mujeres argentinas, inaugurado el año 2007. Del otro lado del puente -regresando a la zona de la cual proveníamos- nos encontramos en el Barrio de San Telmo, donde las callecitas me recordaron el barrio parisense del Montmartre. De este barrio destaco la Casa Mínima -edificación que se constituye como la vivienda más pequeña de la urbe y que, a nivel de mito, se dice perteneció a un esclavo- y la Plaza Dorrego, donde los fines de semana se arma una feria y que, en nuestro día miércoles, estaba cubierta de lugares para almorzar. La siguiente parada: Caminito. Decidimos viajar en bus (llamado colectivo o bondi) y el problema del cual ya me habían advertido: monedas. Conseguir monedas, saber el real precio del transporte, el monedero... finalmente, llegamos a Caminito de la Boca luego de una lluvia que nos pilló de sorpresa con 30º C, temperatura que no disminuyó después de la precipitación. Una zona muy pintoresca, marcada por el ambiente del tango y los colores. 

Caminito de la Boca                                                  Puente de la Mujer, Puerto Madero

Otro día de caminata: jueves 24 cuando la temperatura, a eso de las 10 de la mañana, era del orden de los 30º C. Corrientes es el centro del mundo y entre la calle Callao y Pueyrredón, se ubica un sector de gran variedad y buenos precios. Zapaterías, galerías diversas, ropa por montones, artículos diversos: todo lo encontrarás aquí. La línea B del Subte cruza toda esta zona, pero es recomendable hacerla a pie para ver todo lo que tiene para ofrecer. Continuando este camino, nos encontramos con el Mercado de Abasto, otrora mercado de frutas que actualmente es un mall de tiendas más exclusivas, que ha mantenido la fachada original: ubicado en Corrientes 3247, entre las calles Agüero y T. M. Anchorena. Almuerzo en restaurant Cervantes II ubicado en Perón, esquina Riobamba: bifé de chorizo en porciones apoteósicas y a un precio excelente, completamente recomendado. Volviendo hacia Callao en dirección al este, nos encontramos con París. Sí, el camino a Recoleta está decorado de imponentes construcciones que nos rememoran las grandes y esplendorosas avenidas del Viejo Continente. En la calle Santa Fé nos encontramos con la Librería El Ateneo Gran Splendid, catalogada como la tercera librería más bella del mundo y con razón: un teatro antiguo transformado en una sala de ventas de libros de variadas temáticas y precios: grandioso, una parada obligatoria. Unas cuadras más abajo llegamos a Recoleta, donde destaca el cementerio en el cual descansan los restos de grandes personalidades como Eva Perón y Bioy Casáres, por dar un ejemplo. Los 36,6º C (casi 40º C de sensación térmica) que alcanzó la capital argentina durante esa tarde -una de las temperaturas más altas en lo que va del verano- tuvieron su calma en el Hard Rock Café, ubicado en el centro Buenos Aires design, un mall dedicado al diseño. Regresamos por Recoleta en dirección a la 9 de julio, para observar la Plaza Libertad, el Teatro Colón y cruzar a Corrientes, donde nos encontramos con la murga que decoraba de Carnaval el ambiente. Terminamos el día deleitándonos con una pizza del Güerrín, local posicionado dentro de los mejores de Buenos Aires.  

Librería El Ateneo Gran Splendid
Viernes 25 de enero: quiero un zoom anatómico. Subte en dirección a Palermo: estación Plaza Italia, que no se relaciona de ninguna forma con la controvertida plaza santiaguina. En sus alrededores nos encontramos con el Zoológico Metropolitano y, continuando por la avenida Sarmiento en dirección al río, nos encontramos con el Parque 3 de Febrero, un sector muy verde lleno de rosas y lagunas. No pudimos con la tentación de subirnos a un botecito que pudimos conducir a pedal por las lagunas, en un día en que la temperatura estuvo mucho más fresca que los días anteriores: unos 24º C de máxima. Era inevitable continuar el camino, cruzar hacia la Avenida Figueroa Alcorta y Belisario Roldán para divisar el famoso Planetario en el que Soda Stereo grabara el videoclip de "Zoom": turismo rockstar. Regresamos al subte en dirección a la Estación Retiro, un sector muy parecido a Estación Central de Santiago, rescatado por la intersección con Puerto Madero y una torre reloj que destaca en una plaza verde. Regresamos caminado por calle Florida, sector de fuerte comercio y turistas, en donde se puede encontrar souvenirs de todos los precios, los cuales disminuyen en la medida que te acercas a Corrientes. Luego de recorrer durante casi todo el día, a eso de las 4 de la tarde concurrimos a Las Cuartetas, pizzería recomendada por la colosal cantidad de queso invertida en la comida. Un breve descanso de menos de 1 hora y nos pasan a buscar al hotel para ir a una cena con show de tango en el barrio de Boedo: Esquina Homero Manzi. Una cena excelente junto a un show de tango en que la sensualidad de un baile elegante cautiva a cualquier espectador.

Planetario de Palermo

Sábado 26 de enero: Corrientes despierta a las 10.30 de la mañana cuando nuestras maletas aprovechaban los últimos libros y la tienda Arcor, antes de partir en el Subte hacia la estación Retiro, desde donde salía nuestro bus al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. Un viaje increíble de paisajes de encanto, callecitas con ese "qué sé yo", pizzas con la mayor cantidad de queso que he visto en mi vida, literatura por todos lados: una ciudad cultural de dimensiones mundiales.

  


Pizza Grande de Muzarella en La Faina, Calle Corrientes esquina Paraná.
Pizza Grande con Muzarella, crema, champiñones, espárragos, en Pizzería Güerrín.





   Cerveza Quilmes en Hard Rock Cafe, Recoleta.

domingo, 20 de enero de 2013

Volador VIII (Voladora)

  Y me abrazas en el silencio, me abrazas en la oscuridad.
Dormidos en la medianoche, bailamos en la infinidad,
las canciones las inventamos y sabemos que da igual:
el baile bajo la luna, allá vamos, a bailar.
Dame la mano, acércate a mí:
sé cómo confundir al espacio y al tiempo.
Dame un instante para pintar ese mundo 
en el cual te querrías quedar viviendo.
 
       Dame la mano y no me sueltes,
acércate sin miedo y no te despegues:
pronto comenzaremos el vuelo.
Cierra los ojos, abre la mente:
deja que tus sueños comiencen a volar.
Cuando no acabes de darte cuenta
ya serás un ave que vuela por los aires,
¿ves que ya has despegado los pies del suelo?   
 
 Alza el vuelo, voladora, volantín,
cruza las nubes en un segundo, sin temor,
vuelva tan alto como puedas 
y jamás te detengas, como un platillo volador.

jueves, 17 de enero de 2013

En sueños

Te diré cosas para que sonrías,
te hablaré suave para que duermas,
te acurrucaré en palabras acogedoras
para luego abrazarte con mi piel desnuda.

Te hablaré del futuro, del pasado, del presente.
Construiremos historias en un cielo de papel.
No dormiremos, lo sé,
estaremos despiertos hasta las tantas de la mañana.

Reiremos, sí, nos abrazaremos.
Hablaremos de lo que pasó
y de lo que está sucediendo:
de lo que está por venir.

Hablaremos dormidos sin darnos cuenta
y al despertar, quizás no sepamos de qué conversamos.

Silenciamos el mundo con un abrazo,
porque sabemos que hasta en sueños nos seguimos amando.

martes, 15 de enero de 2013

Weird dreams

Creo que debiésemos tomar apuntes de todos esos sueños raros que nos despiertan en mitad de la noche... o a mediodía cuando estamos en verano sin nada más por hacer. A veces me despierto por el calor o por estar durmiendo en una posición incorrecta que me dificulta respirar: eso de apretarse el pecho, apretarse un brazo o qué sé yo. También creo que influye el lugar y la ansiedad: desde ayer que me desalojaron de mi pieza y dicha situación se mantendrá por dos semanas: ansiedad. Sí, me cuesta demasiado aceptar que me cambien el orden, quizás soy un poco asperger. En fin, hacía tiempo que no tenía un sueño digno de contar y aquí va mi experiencia onírica más reciente. ¿Acaso será posible que esté vislumbrando el fin del mundo en clave surrealista? Juzgue usted.

En el primero de mis sueños -sí, dicen que son muchos los sueños que tenemos en una noche, pero nos acordamos de dos o tres- estaba en una entrevista de trabajo con la ansiedad correspondiente. Una mujer con cara de no-simpática tenía mi curriculum vitae en la mano y pretendía escudriñar mis habilidades laborales con una negativa inminente: esa gente que parte con un NO rotundo. Mi tarea era convencerla, pese a que ella me hablaba de que existían diferentes tipos de humanistas y que yo no era de ese tipo y blah, blah, blah. Al final, tuve que sacar todo mi potencial argumentativo para intentar convencerla, puesto que la dama en cuestión sí estaba dispuesta a darme la oportunidad de hablar. Creo que lo hice bien, porque se fue diciéndome que "me llamaba", pero con aspecto de que no era solo de palabra. Inmediatamente lo asocié a un plan que tengo, aunque resulta un poco complejo. Demasiadas cosas por ordenar, tanto como mi cabeza: definitivamente, debe ser el temor a estar desempleado y con un campo laboral limitado a algo que me hace sentir mediocre. Sí, es necesario cambiar el switch de una vez. Denme tiempo. 

El segundo de mis sueños raya en lo freak, ya que veo peces dentro de la televisión: los peces tenían forma de trole. Sí, de los pintorescos troles porteños que navegaban por las profundidades del mar. Weird, so weird. Resulta que empiezo a sumergirme en un Valparaíso que, al parecer, está bajo las aguas, pero con gente que vive su vida con normalidad. Camino por la Avenida Argentina "inundada" y con oxígeno, en donde extiendo los brazos y me elevo, obviamente, porque es agua y puedo nadar. ¿Acaso estoy volviendo a los orígenes del ser humano: el agua? O bien, me hace falta volver a nadar. 

La única conclusión que me viene a la cabeza es que, al parecer, me hace falta dormir un poquito más. 

lunes, 14 de enero de 2013

No room

Hacía ya varios días que me lo habían advertido e intenté tomar la precauciones pertinentes, pero no fue suficiente. Siempre te sorprende la vida, siempre te encuentras con cosas que te dejan boquiabierto. Empecé por ordenar el escritorio, guardar las cosas en cajas y prepararme para el fin de los tiempos. Continué eliminando objetos diversos que ya sabía que tarde o temprano dejarían de estar en mi habitación: el tiempo se agotaba, debía correr, apresurarme. El huracán estaba próximo.

Y así fue como hoy he regresado a casa luego de un caminata vespertina para encontrarme con mi pieza completamente desarmada a la espera de la remodelación que, realmente, no se sabe de aquí a cuándo estará. ¿Por qué ahora, Señor? ¿Por qué a mí? Son las típicas frases que vienen a tu mente cuando ves que no tienes donde dormir y pasas a ser algo así como un desalojado. Ufff... cambios, que espero sean para bien. Desde ya me hago la idea de que en algún momento tendré que ordenar mis cosas y es bastante complejo. Así no más po.

martes, 8 de enero de 2013

Portabilidad

Portabilidad numérica y la libertad del usuario de elegir en qué compañía quiere estar. Sí, claro. Bombos y platillos para anunciar que ahora no dependías de una empresa y que podías mantener tu número y cambiarte al mejor postor. ¿Hasta qué punto es cierto? ¿Hasta qué punto las empresas cumplen con las leyes que, se supone, son instaladas para el beneficio del consumidor? No se trata de ser el cliente y que siempre tenga la razón, pero hay cosas que se deben cumplir. 

Sucede que desde ayer no funcionaba el internet y ya me parecía raro: la señal estaba completa. Luego me avisan que me han llamado toda la tarde y que marca ocupado, que no está disponible. Reviso mi teléfono y me doy cuenta de que "está bloqueado por denuncia de robo". ¿Qué? Si lo tengo en mi mano y no he llamado ni nada. Llamé a la empresa y lo van a desbloquear en dos horas, claro, muy bien. Pasan las dos horas y el problema persiste: resulta ser el equipo el que está bloqueado, por el mismo motivo. Entonces comienzo a molestarme y pregunto por qué lo bloquearon, si yo no he llamado para dar ningún dato que asegure que soy yo quién lo está bloqueando. Efectivamente, nadie lo había bloqueado y todo se produjo por un error del sistema: la pobre operadora intentaba ayudarme y yo, calmar mis intenciones de lanzar mis improperios contra la empresa. Obviamente, ella no tenía la culpa y fue por ello que me ubiqué, aunque dejé que se notaran mis comentarios, dentro de un marco respetuoso. 

Llamé y llamé. Se bloqueaba un teléfono, después se desbloqueaba. El chip... después era el equipo, después qué sé yo. No sé qué fue lo que bloquearon, el tema es que fue sin mi permiso. ¿Quién va a responder por las llamadas que estoy esperando? ¿Quién me dice que no estoy perdiendo oportunidades importantes por culpa de la negligencia de su servicio? Y la excusa: error del sistema, hay que solucionarlo en una sucursal. Nunca voy a las sucursales y ahora tengo que ir, pero por culpa de ellos. Perder mi tiempo en eso, perder una mañana que podría haberme hecho cualquier otra cosa en vez de soportar el calor veraniego. ¡Error de ellos! ¿Y el servicio que iba a mejorar? Entel, definitivamente, ha tirado su servicio a la basura y está cada vez peor. Mi mayor temor es que sean esos 5 días en el servicio técnico que la operadora me anunciaba dentro de las posibilidades... y yo sin teléfono ni forma de comunicarme.  Linda la cuestión.

domingo, 6 de enero de 2013

Nuevo Día

No sé cómo ni cuándo, llegué hasta esta esquina iluminada de la ciudad de Albacete. No tiene caso mencionar el nombre de este callejón secreto que, seguramente, tampoco aparecerá en el mapa. ¿Acaso estoy dentro del mapa? Quizás formo parte de un universo paralelo en que un vehículo se detiene, me observar un instante para luego continuar calle abajo con solo Dios sabe qué dirección. La ciudad está iluminada con este frío invierno que me obliga a cubrirme con una bufanda enorme, a vestirme de calzado que resista la potencial nieve que, según dicen, podría caer durante esta medianoche. ¿Acaso podré bailar con las sombras de los amantes que se proyectan a través de algún balcón? ¿Acaso podríamos brindar juntos cuando el reloj indique que el Nuevo Día ya ha llegado?

Veo las sombras que escapan desde los edificios más antiguos de la ciudad, veo los espíritus que se esconden cuando me ven llegar. Veo la escarcha que cubre las baldosas, veo las huellas descalzas de algunos transeúntes que se durmieron bajo las aguas. Veo los cuchillos voladores del Museo, veo el reloj del Ayuntamiento. Veo tantas cosas en esa oscuridad iluminada y la soledad de murales ocultos. Veo los colores, veo el Nuevo Día.

¿Qué es lo que ves tú?

viernes, 4 de enero de 2013

El valle del infinito.

Todo es silencioso en el valle que desemboca hacia el mar. Todo es sereno cuando la lluvia que ha caído se ha transformado en el río que avanza hacia nuestro camino para hacer sumerger nuestros pies, donde correremos descalzos y felices para dejar nuestras huellas marcadas en esa arena iluminada por la luz de la noche. Navegan las luces en el horizonte acuático donde las sirenas bailan y hacen rituales con los que invocan las bondades del cielo: el universo se alínea y los planetas sonríen al alero de una lluvia de estrellas que recorre la atmósfera coloreada de un atardecer que comienza a cubrir el orbe. 

Cierras los ojos y tu cuerpo se eleva. Cierras los ojos y tus brazos alzados son las alas con las cuales recorres el mundo en un segundo, tu pulso se acelera a la velocidad de la luz en el momento en que das un grito y te das cuenta que todo comienza una vez más. Es un viaje que acaba cuando tú decidas. Mientras vas moviendo las ramas de los árboles que avanzan sobre ese sendero de la arena que se va quedando en la planta de tus pies, mientras ves las huellas que decoran ese pasado que comienzas a vislumbrar cada vez más distante: vienes de lejos, has caminado mucho y la noche no acaba, pero has llegado hasta ese presente bajo una luna que ilumina ese valle que se alza hasta la inmensidad.

Cierras los ojos y eres como el viento que recorre mil lugares a la vez, como esa voz silenciosa que va contando nuevas historias, como una metáfora construida por el sonido del agua al correr entre las rocas.


Bajón

Sí, sí, es normal. Por más que uno intente decir que está bien y hasta créerselo, llega un momento en que la vida te pega en la cara y te empieza a mostrar todas esas cosas que están incompletas. Sí, nuevamente viene el 2012 con sus deudas, con sus heridas que no han sanado, con todos esos temores que me mantienen atado y me dificultan poder avanzar. Es normal que de vez en cuando vengan esos bajones anímicos, sobre todo cuando acaba de terminar un año que ha resultado un poco traumático en muchos sentidos, sobre todo en el ámbito laboral y profesional que, se supone, debiese ser algo que motivase. Por el contrario, el último tiempo solo se ha encargado de tirarme más para abajo, lo que no es difícil de entender si ves que tu ambiente más cercano (dígase, familia) se encargan a diario de darte a entender que lo que haces es una mierda, que ganarás poco dinero toda tu vida, que nunca vas a poder surgir y blah, blah. ¿Cómo se da a entender esto? En acciones tales como la estúpida creencia de que siempre tengo tiempo libre, que las cosas a mí no me cuestan y que, por lo tanto, debo estar siempre pendiente de andar ayudando al resto en todo: ¿a mí quién me ha ayudado? Hasta lo que sé, he hecho mis cosas solito.

Siento que mi profesión está tan mal vista y me es difícil darle una nueva mirada, creer que es algo valioso, que a alguien le importa. Haber estudiado 5 años, haber adquirido un sinfín de experiencias para acabar rogándole a alguien que te escuche no es, definitivamente, lo que quiero hacer por el resto de mi vida. Me parece tan estupidizante, me hace sentir por el suelo. Y debo reconocer que me cda un poco de envidia ver que cierta gente esté en lugares que no se merece, avanzando de manera sucia y con sonrisas falsas. ¿Por qué? Siento que el final de la universidad debió haber sido diferente, no me merezco acabar en un sistema donde siempre tengo la culpa de todo, donde soy el que se lleva la carga más pesada y ni siquiera te pagan bien. No me merezco salir a la vida como una persona común porque mi desempeño nunca lo fue tal, entonces, ¿por qué me siento ahora detenido en mitad del camino?

Para peor, las cosas no parecen resultar bien: cuando la calma parece querer asomarse, vuelve la incertidumbre a asomarse a la ventana con su sombra que nubla el cielo. ¿Cómo voy a permitir que la luz ingrese si la vida no me permite descansar? ¿Qué es lo que demonios tengo que hacer ahora: simular que esto me gusta y lo quiero hacer de por vida, olvidarme de lo que siempre soñé, acabar en el peor lugar y convertirme en un amargado de aquí a los 30? ¿Dónde quedaron las promesas de 'ayuda', de querer apoyarte? ¿Dónde quedó ese futuro de tranquilidad, de buen trabajo y tranquilidad donde valoran tu persona? Ya no sé qué hacer cuando mi única opción no logra alegrarme: quiero surgir, quiero salir de ahí, ese no es mi lugar.

¿Es muy difícil pensar en hacer algo que realmente me guste y que alguien esté interesado en dicha habilidad? ¿Puedo lograr estabilidad en base a eso? Son tantas las preguntas para la vida que, ojalá, se puedan responder pronto. Simplemente no sé, no sé. No sé nada. No sé cuánto tiempo me tome encontrar esas respuestas. Ya espero pronto poder estar mejor. Quiero confiar que en algún momento encontraré algún lugar donde mis habilidades sean valoradas, donde realmente pueda hacer lo que me gusta y no enfermarme haciendo algo que no me llena.

jueves, 3 de enero de 2013

Predicciones 2013. Todo a su tiempo.

No podía empezar el año sin tener mis primeras impresiones de lo que veo respecto a este nuevo camino que comienza. No se trata de dármelas de místico, de Yolanda Sultana ni de Zulma, mucho menos dármelas de Doctora Cordero para entregar licencias falsas. Solo quiero comentar mis reflexiones respecto a este 2013 que ya ha comenzado y ha llegado con nuevas aventuras y propuestas, está en nosotros mismos ver cómo aceptamos estos nuevos desafíos para nuestro aprendizaje y crecimiento espiritual.

Sucede que el año 2012 estuvo marcado por la dificultad y el rigor de algunas situaciones que nos pusieron al límite: una serie de cataclismos a nivel mundial, inclemencias del tiempo que, de una u otra forma, son la manifestación de que la Tierra está en un proceso de cambio cuyas consecuencias comenzarán a notarse con el paso del tiempo. Y estos cambios energéticos también se traducen en las reacciones de la gente: una vida acelerada que a veces no nos da tiempo a tomarnos ni un respiro, proyectos en los que pusimos mucho empeño y que no resultan como queremos, gente que pensamos que estaría de nuestro lado y que nos dio la espalda en el momento preciso y, en conclusión, acabar en lugares donde nuestras habilidades se desarrollando al mínimo y lo único que logramos es sentirnos absolutamente disminuidos. Tantas cosas que se convierten en un enorme revoltijo de pensamientos y emociones que a veces nos hacen descontrolarnos no solo a nivel mental sino que también a nivel físico: estrés, cansancio extremo, etc. 

El 2013, desde un principio, no parece ser un año que prometa el cambio mundial: no se trata que de un año para otro nuestras finanzas van a mejorar en un 500% y que nuestra vida acabará dando un vuelco radical hacia eso que siempre soñamos: quizás sí, pero no es la primera impresión que me da. Tengo la sensación de que el 2013 cargará con algunos nudos del año anterior: tendrá la finalidad de cubrir todos esos espacios -que son varios- dejados por el temible y agotador 2012. Sin embargo, el hecho de que cargue con cosas del año anterior no implica que va a ser una época más tensa, sino que siento que puede ser la instancia de superar las malas experiencias desde una óptica diferente, un poco más relajada, donde es necesario que esa nueva energía y relajo pase por nosotros mismos también. Si el 2012 fue un año de cambios y de adquisición de experiencia, el 2013 es el año de aplicación de todos esos conocimientos. 

¿Qué es lo que trae? Aplicación de conocimientos, se establecen las cosas que quedaron endebles, se solidifican muchas estructuras y aparece las certezas que en el 2012 no encontramos. Insisto en que no es un año que prometa demasiado, pero hay que saber ser agradecido de las cosas buenas que trae, porque es seguro que las va a traer. No se trata de contarlas ni de buscar que tenga 2, 3 o 100 cosas buenas: si trae solo una cosa buena hay que disfrutarla como si fuese 1.000.000. 

¿Qué necesitamos? Paciencia, no desesperarnos, aprender a disfrutar lo simple, darnos tiempo de mirar las estrellas y los bellos atardeceres que nos deleitan cada día. Observar las nubes que se posan en el cielo, salir a caminar, pasar más tiempo en la naturaleza, beber más agua, reír, estar en contacto con nuestra gente (familiares y amigos), cuidar nuestro cuerpo y cultivarlo ya que es la casa del alma.

El 2013 puede ser un año grandioso, pero es muy importante tener la disposición a que el éxito y luz llegue a nuestro camino. Todo es un proceso y las cosas no suceden de un día para otro: es necesario trabajar, ponerse metas y ver que estas se van logrando cuando corresponde. Todo a su tiempo.

miércoles, 2 de enero de 2013

Feliz 2013.

Y llegó: 2013, ya estás aquí. No se acabó el mundo y, al parecer, todo fue un falsa alarma de los medios televisivos que promocionaban el fin de los tiempos. ¿Con qué moral? ¿Con qué autoridad? Nadie lo sabe, ni ellos mismos. Y si me notaron un poco nervioso el día 31 de diciembre, no será una sorpresa que vuelva a comentar que el 2012 fue un año bastante nefasto en el sentido laboral y que, por tanto, quería olvidar lo antes posible para poder dar paso a una nueva etapa de mayores éxitos y satisfacciones. No se trata de ser mal agradecido, pero sí realista: me titulé, presenté una tesis genial, tuve trabajo y estabilidad económica que se agradece. Por otra parte, me desilusioné de mucha gente que prometía trabajo que nunca cumplió, me alejé de lo que me gustaba para llegar a trabajar a un centro donde llega la chatarra, mi autoestima profesional quedó por el suelo y una gastritis es el primer síntoma de que acabaría enfermo si seguía en el Entrevalles. 

Este 2013 comenzó con un espectacular show de fuegos artificiales que observamos desde Caleta Portales: simplemente genial. Se me hizo muy corto, siempre quiero ver más luces en el cielo. Ropa interior amarilla, dinero en los bolsillos, el abrazo a la Eve, el beso del amor eterno, las dos luquitas que mostré a la Luna, el brindis con champagne, las uvas: kábalas para empezar un año con la mejor vibra. Lo siguiente fue el regreso a Quilpué: las micros estaban ahí mismo, obviamente no había asientos. Dos horas de viaje hasta la capital de Marga Marga gracias a un taco inacabable, pero llegamos sanos y salvos a un carrete familiar que duraría hasta las 5 am. Bastante tranquilo, lo que augura un año relajado.  

Año nuevo, plantilla de blog nueva. Creo que decidí elegir un formato más sencillo, menos parafernálico, en vistas de un año sobrio: el error del 2012 fue tener demasiadas expectativas y, por ahora, simplemente quiero que la vida me sorprenda.

Feliz 2013: alegría, éxito y prosperidad.