lunes, 30 de julio de 2012

Triatlón menos una.

Algunos dicen que no cualquier podría llegar a ser un atleta y es evidente: ver niños de 5 años al borde de la explosión -literalmente- de la obesidad producida por McDonald's o sorprenderme de gente que pesa más de 200 kilos y que se convierte en una bola que hay que levantar con grúa ya es algo que hace pensar que la sanidad es algo bastante poco importante para algunas personas. Y no se trata de tener las medidas perfectas que el photoshop produce en muchas modelos anoréxicas de Hollywood ni en los excesos que lleva a los niños Disney a consumir todo el cocktail de drogas existente en el mercado, sino que llevar a cabo una rutina lo suficientemente pertinente como para morir de viejos. Aunque, al final, todo te mata de alguna forma y es bastante obsesivo preocuparse de comer esto, no comer lo otro, dejar esto al lado y blah blah blah.

Lo que sí estoy de acuerdo en que, con pequeñas acciones, podemos convertirnos en atletas a escala muy disminuida. Y no se trata de correr 5 horas al día ni nada de eso: se trata de caminar. Es así como en una tarde de conversación, tranquilamente, mirando los encantos del Oceáno Pacífico, Valparaíso se extiende ante ti como la mejor pista de caminata que te lleva a descubrir sus miles de secretos. Comenzando con una sesión de 1 hora y 40 minutos de natación (130 vueltas = 2350 metros), ya comienzas a ser un deportista que supera, ampliamente, el estado físico de la mayoría de la gente de tu edad. Es por eso que me gusta tanto la natación, porque no tengo que coordinar con nadie más que conmigo mismo y por el hecho de que la hidratación es constante. Lo siguiente es reunirte en la Estación Barón e iniciar la travesía por la Ciudad Puerto, seguir por Avenida Brasil en dirección a Plaza Sotomayor por calle Esmeralda, continuar hasta la Aduana y subir por el ascensor Artillería para colaborar con el patrimonio con $300, seguir por el 21 de mayo en dirección al Cerro Artillería, aparecer en Gran Bretaña y cruzar hasta la UPLA, descender hacia Avda Altamirano y dar una vuelta alrededor del cementerio para luego regresar en dirección a la aduana, seguir caminando hasta devolverse a la Casa Central de la PUCV. Listo: tienes algo así como 16 kilómetros en una tarde. 

He ahí su triatlón: natación y caminata, creo que falta el ciclismo y usted ya es un casi deportista digno de las Olimpiadas, casi a la altura de Tomás González o de Michael Phelps. Claro, es solo el comienzo, pero motívese, no consuma Mc Donalds y haga deporte: le hará bien.

domingo, 29 de julio de 2012

Sunday's midnight

Winter is freezing the sky
and nothing seems like I wanted it to be,
too many dreams away from reality
and all expectations are gone now.
Have I made something wrong?
Am I paying the bad decisions I've made?

The day's cold and I'm wondering about the future:
they predict explosions, they predict confusion,
they predict the darkness that will made us become crazy,
but I'm sure the light's outside and life's getting better.
Dreams are closer than nightmares.

Sunday's midnight and I'm falling asleep in the frozen sun,
frozen spirit, frozen words.
Sunday's midday and I started to dream
about the world I've created, 
about the life I want to live in.

Because I'm sure that everything will be better soon. 

Fotografía: Almirante Montt en dirección a la Plaza Aníbal Pinto, Valparaíso.

sábado, 28 de julio de 2012

¿Puedo reclamar un poquito?

No sé por qué, un día se me ocurrió entrar a estudiar la carrera que estudié y, de vez en cuando, se me ocurre la brillante y masoquista idea de reflexionar si he tomado el camino correcto. Y no me refiero a los cuestionamientos existenciales impuestos por la iglesia ni mucho menos: la formación en colegios católicos, básicamente, lo único que fomenta es la sensación de culpa ante el más mínimo instinto animal del cual no escapamos los seres humanos. Sabiendo que cada vez me siento menos católico que el día anterior -pero no por ello menos creyente-, recuerdo todas esas peregrinaciones en busca de lo superior, esa divinidad que está cada vez más lejos de esos edificios que cuidan tanto mientras hay gente que se muere de frío. En fin, la iglesia no es mi punto: allá cada quien con sus creencias que, mientras no sobrepasen el límite de mi libertad, estará bien. Allá los fanáticos religiosos que escriban miles de mensajes en facebook diciendo "Dios te ama" o quienes realizan la transcripción de algún pasaje bíblico, teniendo en cuenta que parece ser su intento de expiación por ser una mierda de persona que perjudica al otro sin ningún descaro, olvidándose de que Dios también lo está observando. Cosas múltiples de la vida y, como cuenta el dicho, "de todo hay en la viña del Señor" (es inevitable olvidarse de la formación).

Hoy fue uno de esos tantos días en que me cuestiono por qué llegué hasta este lugar. He buscado varias explicaciones, en donde el destino tiene una cabida importante, porque reafirmo mi postura de que cualquier coincidencia tiene una causa y su consecuencia. Incluso una mala decisión no es una coincidencia. Pero estudiar mi carrera no creo que haya sido un error, solo que en estos momentos -recién egresado, en vías de titulación-, luego de que ya ha pasado harta agua bajo el puente, creo que he aprendido a ver las cosas desde un punto de vista diferente al cual me situaba  en el año 2007: desde los 18 a los 23 años el mundo cambia muchísimo, la tierra se mueve a toda velocidad, hay miles de flashes, unos cuantos terremotos y hasta tsunamis. Lo que sí recuerdo es que me gustaba mucho escribir y tenía la convicción de que esa era mi camino: ahora lo dudo. ¿Es que acaso el camino hacia la adultez trae consigo la inevitable visión oscura, amargada, fría y realista de todo? ¿Dónde queda el espacio para esos sueños que siempre han sido gratuitos? Todo se traduce en dinero y la vida tiende a girar en torno a lo mismo. Me encuentro en un momento en que la búsqueda de trabajo me abruma, sobre todo por el hecho de que mi 'campo laboral primordial' no es exactamente lo que quiero: lamento decir que no me siento preparado para trabajar con adolescentes y que me carga tener que enseñar a gente que no tiene ni un interés en aprender (cualquier alusión al Colegio Numancia, es solo coincidencia). Sí, puede ser que me esté dejando llevar por una muy mala experiencia y que la realidad no sea tal, pero estudiar 5 años para acabar rogando que te escuchen es un insulto... además del sueldo. Sí, ya lo sé, por qué no tomé una mejor decisión en su momento... qué sé yo. Todos somos ilusos en su momento y a veces se nos ocurre soñar. ¿Estoy perdiendo esa capacidad? 

Solo sé que estoy confundido y que veo la necesidad de comenzar a hacer algo, pues esa fue la razón por la cual estudié. ¿Por qué es tan difícil encontrar algo que te guste y en lo que sepas que te van a valorar? ¿Por qué tengo tanto miedo a enfrentarme a eso que siempre supe que no quería y cuyo momento ya llegó? Más encima, busco ofertas y no aparece mi área: me siento tan poco valorado que me deprimo y pienso más tonteras de lo habitual. Quisiera hacer coincidir lo que me gusta con lo que puedo hacer e intentar controlar mi mente de todo lo fatalista que me puedo poner. 

Ahora ya me siento mejor, en algún momento todos necesitamos un instante para reclamar un poquito y, por consiguiente, desahogarnos. Seguro pronto veré las cosas de una mejor forma. 

Canibalismo urbano

Fotografía: Avenida Brasil, frente a la Biblioteca Severín, Valparaíso.

viernes, 27 de julio de 2012

Cinco grados a la sombra

Cinco grados a la sombra y la escarcha irrumpe en un paisaje colorida de verde, otrora del bullicio de los ángeles corriendo a través de las praderas. Y las luces que dan vueltas se confunden con las gotas condensadas que a ratos comienzan a caer, que se detienen de pronto cuando estaban a punto de salir. Deja correr el agua, deja que fluya, deja que sea libre de encontrar esa luz que tanto añora porque, después de todo, en ello no hay ningún mal. Se detiene el tiempo, no hay nadie más, no hay miedo, no hay que temer. Deja que fluya el agua que es vital. 

Cinco grados a la sombra cuando la noche oscurece las pisadas que se confunden, cuando la luz de los faroles revelan las múltiples pisadas sobre la nieve, ¿dónde van? Pisadas vienen en varias direcciones, no sabes dónde van. Pero la luz ya revela esa verdad: la confusión de un mundo, la dispersión de las ideas que acaban en algún lugar. Y fluye en el aire, fluye el viento, fluye el agua que no se quiere estancar. Porque en silencio todo vuelve a ser dulce, todo vuelve a los colores de un invierno primaveral.

Cinco grados a la sombra y el tiempo detenido es un instante abrasador. Una sonrisa cálida, el reencuentro de los caminos: nuevamente comenzar a navegar.

jueves, 26 de julio de 2012

Divagar

Volver a despertar a las 4 de la mañana sin saber por qué, buscar alrededor y ver que la noche sigue oscura, encontrarse con la ventana cubierta de vapor, notar que la tierra se llena de escarcha, divisar la sombra de la luna que avanza sobre los techos humedecidos por el paso del sereno, cantar dormido mientras abres los ojos y piensas en alguna palabra que pronto vas a decir, soñar despierto rogando que el reloj aun no marque la hora en que ya hay que levantarse. La luz del teléfono iluminando el cielo de la habitación, las paredes detenidas en el tiempo. 

Correr, correr, correr. Ser un enten divagando entre las paredes de una historia de siglos que se levanta, que se cae, que se vuelve a levantar hacia un ciclo intermitente de luces y destellos, de nubes y de sol, de mañanas y de noches, de primaveras y de escarcha. Correr, soñar, despertar, respirar, cantar. Simplemente, divagar...

miércoles, 25 de julio de 2012

03.40 a.m.

Las 4 menos 20 y las calles congeladas se convierten en música. Las aves ya dormidas cuelgan en los árboles de aquel tendido eléctrico escondido bajos las calles eternas de la Avenida de Hellín, esa que avanza hacia el horizonte que se confunde con la llanura lejana e incierta. Aquella llanura que otrora se cubría de nieve y que, ahora, se cubre de ese sol infinito que tiñe de amarillo cualquier vendaval. Cuando las colinas lejanas duermen, Albacete se convierte en el centro de la fiesta que, entristecida, ve a un nuevo viajero partir hacia mundos lejanos. 

Fotografía: Avenida de Hellín, Albacete, Castilla La Mancha, España.

lunes, 23 de julio de 2012

La ciudad de hielo

Fue cuando la niebla ingresaba con violencia por el este, por el norte o por dónde sea. En esos momentos, la noción espacial se difumina con el ingreso de esa masa de agua gélida que convierte en glaciar lo primero que encuentra a su paso para llenar la ciudad de estructuras de hielo como si fuese una competencia. Abrí los ojos asustado luego de aquel rugido ensordecedor del viento cuando congela a los transeúntes que lanzan su último respiro antes de convertirse en un hielo eterno que en miles de años más pasará a ser una estructura de algún museo contemporáneo. Me acerqué a la ventana de la logia, que daba a la calle, y observé que todos los edificios estaban cubiertos de nieve, de hecho, me fue bastante difícil poder mover la ventana producto del hielo que se había pegado. Me asomé desde el sexto piso y el aire frío me hizo regresar asustado, dándome tiempo para ver que absolutamente todo era de hielo: ¿acaso sería el único sobreviviente de aquella catástrofe?

La calle Piedra estaba cubierta por un metro de nieve, haciéndome caminar por encima de aquel manto blanco endurecido en el cual resbalaba de vez en cuando, chocando con más de alguna persona congelada cuya mirada aterradora me estremecía. ¿Habría alguien más con vida en ese lugar? No había otra forma de saberlo que continuar caminando en dirección a la Calle del Ángel para ver si es que había algo de vida en algún lugar de la ciudad. Dando varias vueltas llegué hasta el Paseo de la Libertad, donde los vehículos volcados adornaban las calles: todo, absolutamente todo, era de hielo. Caminé lentamente en dirección a la punta del Parque, pero el panorama no cambiaba demasiado. La desesperación me invadió por un instante en que me arrojé sobre la nieve, en medio de la calle, a la espera de algún vehículo que, en otro tiempo, hubiese cruzado a toda velocidad para hacerme volar contra algún edificio cercano. Los termómetros instalados en algunas calles marcaban -45º C cuando mis lágrimas se convertían en trozos de hielo que se me pegaban a la ropa: tenía tanto miedo porque sabía que tú podrías estar por ahí cerca. Más que nunca, hubiese añorado tener la oportunidad de volver a hablarte luego de aquella estúpida última discusión. 

Cuando ingresaron a mi casa, días después, encontraron la calefacción encendida al máximo: Albacete marcaba -14º C. Todos se sorprendieron al ver mi cuerpo convertido en una estatua de hielo, con una foto en la mano y un vaso quebrado a mis pies.

jueves, 19 de julio de 2012

Otra vez, la niebla

Y, al despertar, me topé sorpresivamente con una manta de niebla que cubría el mundo a mi alrededor para echar a volar mi imaginación. La niebla que todo lo sabe, que todo lo cobija, que todo lo oculta. La niebla que hace parecer que el tiempo se detiene. La niebla que cubre el valle, avanza hacia la montaña y desaparece con el paso del viento. La niebla. Otra vez, la niebla.

miércoles, 18 de julio de 2012

Examen de grado

Llegó el gran día de conclusión de mi carrera universitaria y, para hacerlo en grande, correspondía la defensa de mi querida tesis. Aunque parezca extraño para muchos y demasiado nerd para otros, el trabajo en mi tesis fue la única actividad académica que realmente disfruté, ya que mi práctica fue una experiencia muy negativa y ocupé esta instancia para disfrutar de la vida: fue así que realmente me sentí feliz de leer miles de textos y de pasar varias horas a la semana escribiendo, corrigiendo, redactando y buscando nuevas formas para desarrollar el estudio. Me encanta la investigación y creo que esa es la línea que me gustaría seguir, pero ya veremos qué es lo que dice la vida. 

El reloj despertador suena a las 06.10 a.m. y vuelo a la ducha en estado zombie, inerte y muerto de frío: los valles intermontanos son mucho más fríos de lo que yo mismo creía. A las 07.30 pillaba la micro rumbo a Viña para llegar a 5 oriente a eso de las 08.15, pillar un colectivo que me dejara en el Campus María Teresa Brown de Ariztía fue rápido e ingresé, expectante, a eso de las 08.30. Media hora para la presentación de tesis y todo sereno, ni un alma, todo duerme alrededor, se congela el mundo y todo lo demás. El séptimo piso del edificio del ILCL nos esperaba con el proyector enchufado, a la espera de mi computador para ordenar todo. Llegó la gente, las fotos, los abrazos, la buena vibra, los buenos deseos... pero me mantuve tranquilo y, extrañamente, sin nerviosismo. A eso de las 09.10 ingresamos a la sala para comenzar la exposición que me tomó poco más de 20 minutos y continuar con una ronda de casi 30 de preguntas: sufrí, tirité, pero sobreviví. Luego fue el turno de Nicole y mi tortura académica de esperar por mi nota (y la evidente tortura académica de la Nico de esperar por su presentación). El reloj marcaba las 10.30 de la mañana cuando al fin pudimos salir de la sala rumbo a ver a nuestra gente: miedo. Los cinco minutos de deliberación fueron eternos y mi corazón se aceleró todo lo que no se había acelerado durante la preparación: tuve miedo de la nota porque las preguntas habían estado bastante intensas. Finalmente, nos llamaron para darnos el veredicto final: un 7 en el trabajo semestral y un 7 en la presentación que fue catalogada como "excelente". No me lo podía creer.

Abrazos, felicitaciones y genialidad: acabó mi carrera y comienza la vida profesional. Alegría, risas y un almuerzo en La Colombina de Valparaíso coronaron la celebración. Fue genial ver a mis amigos y familiares acompañando este logro... y ahora quedan muchos vuelos más por emprender. Gracias por todo. 


martes, 17 de julio de 2012

Tic tac

Tic tac... tic tac. El reloj marca la cuenta regresiva, abre las puertas con su sonido rítmico y continuo que avanza, que avanza, que sintoniza con el pulso escondido de la tierra que no duerme. Tic tac... tic tac. Se escucha el ritmo dormido, despierta, despierta, ¡despierta! Tic tac, la cuenta regresiva comienza... se abren las puertas para un nuevo ciclo.

lunes, 16 de julio de 2012

Un minuto

El reloj se detiene en el momento en que cierro los ojos y, dentro de la oscuridad de mis párpados cerrados, puedo ver mucho más de lo que observaba con los ojos abiertos. Allá a lo lejos, comienza un camino con curvas diversas, altos y bajos, cerros por subir y otros por bajar. Como un gran holograma, escenas en movimiento: música, sonrisas, llantos, desilusiones e ilusiones que se renuevan en el momento más inesperado. Allá en ese camino se divisan viajes, lejanías, sueños. Sueños que no mueren, sueños que se cumplen y siguen vivos cuando ha pasado el tiempo. Sueños que dan pie al inicio de otros. El reloj se detiene en un minuto exacto en que miro hacia adelante y camino: ¿cuál es el siguiente paso? Ya pronto comienza un nuevo ciclo.

Medianoche

Y en el silencio de una noche oscura
te invitaré a mirar el mar,
a bañarnos en sus aguas cristalinas teñidas de la luz de la luna.

Serás una sirena caminando por la arena
y yo el pintor que compone una canción, 
los colores ardientes de una escena sin final.

Nos veremos, sí, nos encontraremos,
a cada instante, a cada segundo,
cuando la luna ilumine la medianoche. 


domingo, 15 de julio de 2012

Santa Justa

Abrí los ojos y, otra vez, mi alma divagaban en los recónditos pasajes de una calurosa Sevilla que a ratos se teñía de colores opacos. El invierno, que quizás se había olvidado de la ciudad, había quedado atrás en el calendario cuando la dama de sombrero enorme caminaba haciendo sonar sus zapatos en el pavimento movedizo por la ola de calor: cargaba un libro y una rosa que le habían regalado antes de partir. Cubría su mirada con lentes oscuros mientras recordaba, con ternura, el último beso en la estación Santa Justa. Santo tiempo en que se habían encontrado; justo en el mismo lugar donde se reencontrarían algunas semanas después para volver a llenar de color los callejones.

sábado, 14 de julio de 2012

viernes, 13 de julio de 2012

Continuum

Se levantan las aguas y caminan los astros por sobre el horizonte, dibujando una estela luminosa que avanza desde el infinito hasta el lugar donde residen los mortales. Más allá de las luces iluminadas se esconden un mundo sub-terrestre que se difumina, que cambia de colores y se vuelve a estructurar como una nueva historia, como una palabra que se moldea, como los signos lingüísticos que se deforman una y otra vez para lograr el sentido contextual que están buscando. Y las luces del mundo se mueven, el mundo se mueve, el planeta gira, el universo no se detiene, la música avanza, el cielo se oscurece para volver a encender, la mañana comienza y la tarde se mantiene, la noche es eterna, la madrugada vuelve. Todo, absolutamente todo, es un interminable continuum: nada comienza y nada acaba.

jueves, 12 de julio de 2012

Viajes y ensueños

Y, en el fondo de tu mirada, se dibujan nuevas historias que ya comienzo a escribir antes de que sucedan, porque sabes que las letras tienen un poder mágico de predicción. Porque la mente, como sabes, a veces pinta los paisajes con colores tan cercanos a la realidad y, la mayor parte del tiempo, el alma es capaz de viajar grandes distancias para luego regresar de golpe al mismo lugar sin que nadie se dé cuenta más allá de un pequeño salto. Y así, entre algunos de esos viajes, he cruzado la ciudad tantas noches para dormir abrazado a tu pequeña y blanca espalda en busca de esa suavidad angelical que me cobija, que me protege cuando tus manos se aferran a las mías que se divierten al recorrer tu ombligo. He cruzado el campo cuando la noche lanza hielo sobre los árboles y a veces he dejado mis huellas en la tierra, las cuales desaparecen cuando el sol ya se posa de nuevo sobre los cielos. A veces he cruzado cuando el estío nos abruma con su calor ensordecedor, para volver a besar tu cuello y contar los poemas que hay escritos en tu piel. 

Entre viajes y ensueños, despertamos otra vez.

lunes, 9 de julio de 2012

Mi tesis lista

Y, finalmente llegó el momento: la tesis ya está impresa y mañana la entrego. A esperar lo que se viene para la próxima semana.


Fotografía: Mi tesis impresa.

domingo, 8 de julio de 2012

Práctica Final y los "cuec" involucrados en el proceso.

Hoy sí. Ya ha pasado el tiempo suficiente para sentarme a reflexionar y poder ver las cosas con un poco más de claridad, porque es obvio que en un primer momento lo primero que se tiende a ver es lo oscuro y confuso que se presenta el camino. Pero la vida continúa y luego de un mal día, vienen mucho mejores y, al final, de todo siempre se puede sacar algo bueno. 

Cabe considerar que este día jueves no fue precisamente el mejor, aunque sí puedo dar cuenta de muchas anécdotas que en el mismo momento me hicieron reir. La primera de ellas es que al llegar a la piscina a las 9 de la mañana me entero de que no estaba funcionando por mantención: primer cuec. Lo segundo fue irme caminando por el paseo Wheelwright en dirección a Barón y se me ocurre la idea de pasar al Rincón Jumbo para ir por algo parecido a desayuno: no me gustó nada. Lo siguiente era pasar al siempre infalible Rincón Criollo en busca de alguna empanada de champiñón queso, pero también estaba cerrado: cuec número dos. Quizás sería una buena opción ir a Starbucks en busca de un café del día, tamaño Venti, para dármelas de sofisticado y llegar al colegio con mi vasito de café Starbucks: al llegar al lugar, me encuentro con que está cerrado por un corte de agua. Cuec número tres y comienzo a reir de mi mala suerte. Caminar por Avda Valparaíso y descubrir la opción de sopaipillas fue una buena idea, pero no consideré que me caerían mal al estómago producto del estrés por el cual estoy pasando: cuec número cuatro. Eran las 11.20 y quería regresar a Valparaíso para ir a mi último día de práctica y, como no tengo el pase, mi opción era el metro que ¡pasaba en 14 minutos! impidiéndome llegar a la hora: cuec número cinco. Llegué justo al colegio luego de tomar la micro, a tiempo para darme cuenta de que mi profesora mentora no estaba: cuec número seis. Me acabé comiendo los chocolates que le llevaba de regalo a la profesora: cuec seis y medio.

Acabé dándome cuenta de que había sido un mal día y que, más encima, no había podido despedirme de mi profesora mentora que, por lo demás, tampoco manifestó ningún interés por la despedida: me dio la sensación de que estaba esperando que se acabara pronto para librarse del cacho del practicante. Salí bastante deprimido, considerando que a muchos compañeros les habían hecho despedidas o los habían felicitado. Definitivamente, no me sentí valorado en ningún momento y eso influyó en mi ánimo y motivación para el proceso que, finalmente puedo decir, fue una experiencia bastante negativa. Aunque de todo se puede sacar un aprendizaje: estoy claro que el modelo de mi ex profesora mentora no es el que quiero seguir y, por otra parte, creo que aprendí a enfrentarme a un ambiente de pesadeces, con gente que habla a garabatos de sus propios alumnos que luego saluda con la cara llena de risa, de ese sinismo docente que espero no llevar a cabo. Aprendí a desarrollar instrumentos de evaluación y a que la planificación inicial siempre cambia de acuerdo a lo que vaya sucediendo en el transcurso del tiempo.

Confío en que las siguientes experiencias no serán tan nefastas como esta que recién pasó, la que hubiese esperado que fuese agradable considerando que se trata de mi alicaído futuro laboral más próximo. Ufff... quedé con un sabor bastante amargo, de sentir que todos los años de estudio quedan reducidos a convertirme en un domador de circo. De momento, a esperar las cosas buenas que traiga la vida y a saber enfrentarse a las cosas malas.

viernes, 6 de julio de 2012

Locura

De una mirada soñadora a un beso silencioso,
el tacto descuidado sorpresivo de una puerta que se abre de improviso,
las carcajadas espontáneas de algún acto torpe:
y es que el detalle perfecto lo da lo imperfecto,
eso que no es hace ser humanos... y locos. 

De estar a tu lado, de no querer dejarte,
de volver a encontrarte una y otra vez
y volver a crear nuevas historias a cada instante,
de abrazarnos, de besarnos, de no decir nada.
De recorrer nuestras pieles y enloquecer, más. 

Y sí, estamos locos.

jueves, 5 de julio de 2012

Fin de la práctica

Finalmente, llegó el momento que tanto esperé: el fin de la práctica. En estos momentos, la verdad, es que me siento bastante decepcionado, pero creo que sabía a lo que iba. Creo que es mejor no escribir nada más al respecto, pues la situación me hace ver todo más negro de lo que eventualmente es. El tema es que no hay tiempo para deprimirse porque hay que buscar trabajo en algo que no me gusta. Y así es, me hubiese gustado que fuera diferente, pero las cosas ya sucedieron y no hay mucho por hacer. Realmente hubiese querido que esta nota hubiese sido mucho más alegre y esperanzada, pero por el momento no lo siento: creo que necesito un poco más de tiempo para digerir el asunto.

miércoles, 4 de julio de 2012

Divisar

Las nubes cubrían el cielo de la Bahía de Valparaíso, pero aún así, era posible divisar a lo lejos mucho más allá de Quintero. ¿Acaso era el camino al norte lo que podía ver? Las montañas se veía enormes, como si estuviesen unidas al mar.

lunes, 2 de julio de 2012

La luna

La luna, ¿dónde está la luna? Allá arriba brillando a lo lejos con su enorme imagen imponente, con su brillo siniestro que traspasa las nubes a la vista de los transeúntes que se pierden en los callejones, en las plazas, bajo al alumbrado público y el cableado que tiembla con las ráfagas de viento que hacen circular el frío polar que congelará los cristales de alguna casona escondida en alguna ladera. Y nadie sabe lo que va a pasar, se detienen los pensamientos justo antes de comenzar y la música que se esconde bajo las alcantarillas fluye como el agua de la lluvia que se convierte en un río mientras desciende cerro abajo hasta reencontrarse con el mar: el espíritu fluye, las almas se reúnen, todo converge en un mismo punto que es el origen de todo. El universo.

La luna se hace enorme sobre los cerros, es más grande de lo que podría pensar. Se esconde tras las nubes y su nocturna iluminación avanza tras los bordes de ese aguacero que se contiene, que amenaza y avanza en la penumbra. ¿Dónde está la luna? La luna sigue creciendo, se acerca, se aleja, da vueltas... quizá la luna ya se ha ido a bailar.

domingo, 1 de julio de 2012

Hasta ese momento

No recuerdo cómo llegué hasta aquel lugar ni qué era lo que estaba haciendo. Solo sé que me acerqué al ventanal cuya vista daba al mar y a los enormes edificios que poblaban la costa. Mis pies tambaleaban al caminar por aquel pasillo en zig zag que me hacía saltar. Cuando el movimiento disminuía, los edificios aledaños se tambaleaban de un lado a otro en un espectáculo aterrador que jamás creí ver. Al menos todo continuaba en normalidad, hasta ese momento.