Pasaron muchos días antes de que pudiese al fin sentarme en 
mi escritorio y plasmar mis pensamientos en un papel, un cuaderno que ha visto mis estados de ánimo desde octubre en adelante. Ya son casi 4 meses desde que abrí por primera vez las hojas de ese cuaderno para internarme en sus líneas y comenzar a dejar plasmados mis sueños, deseos, mis lágrimas algunas veces o también, mis alegrías, que es lo que, como ser humano, siempre quisiera tener. Pero uno debe pasar por todo para poder apreciar el equilibrio de la vida, pues el dolor se une con el placer, la tristeza con la alegría, el amor con el desamor, el bien con el mal, pues si no hay uno no está el otro, siempre es una constante dependencia para mantener un orden, un equilibrio universal.
Fue entonces que ese proceso llamado inspiración llegó a mí. Es claro que me acostumbré a los buenos tiempos, mis mejores momentos en que las líneas se trazaban solas en mi mente, y mi trabajo era ponerlas en un papel, adornarlas un poco y hacerlas leíbles, para que los lectores pudiesen entender mis pensamientos. Pero en el último tiempo he tenido mayores dificultades, suelo sentarme instantes en mi escritorio mirando a través de mi ventana, sin encontrar mayores palabras para hablar con el mundo, como si mi propio mundo quisiese reprimirse en mi propio silencio. Y no es lo que yo quiero, pues mi deseo es sacarlo a flote, y contarles a todos las historias que se tejen en mi cabeza. Mi mamá ya me decía, “tranquilo, si la inspiración llega de repente, puede pasar mucho tiempo antes de que eso ocurra”. Pero también me han dicho que debo llamarla. No sé si la he llamado o no, pero ocurre que llega de repente, a veces todos los días, pero no me doy el tiempo de sentarme a escribirle, tal vez es mi castigo por no darme el tiempo de hacer lo que me dicta mi corazón.
Y fue como decidí crear una historia que hacía mucho tiempo que tenía dando vueltas en la cabeza. Basado en un hecho de mi propia vida, un hecho de la vida real que intenté hacer parecer como tal, aún incluyendo hechos que no ocurrieron, pero para darle un poco más ambiente al relato, para proyectar lo que en realidad me hubiese gustado que ocurriera. El relato se llama “María” y habla de una de mis relaciones amorosas. Un bello recuerdo que tengo, y me motiva a contarlo, a aprender de mis propios errores y a seguir soñando con el amor, con ese amor ideal que llegará algún día para salvarme de mis temores. ¿Existirá?
Inspiración, que a veces busco y a veces llega en los momentos en que no puedo plasmarla. Es extraño el labor de alguien que gusta de escribir, pero es bello ver tus escritos y que luego alguien te los aplauda. Espero estar en el camino correcto, y si me equivoco, la vida misma se encargará de regresarme a mi lugar.
Saludos!
Kinkan ®
http://fotolog.com/kinkan
mi escritorio y plasmar mis pensamientos en un papel, un cuaderno que ha visto mis estados de ánimo desde octubre en adelante. Ya son casi 4 meses desde que abrí por primera vez las hojas de ese cuaderno para internarme en sus líneas y comenzar a dejar plasmados mis sueños, deseos, mis lágrimas algunas veces o también, mis alegrías, que es lo que, como ser humano, siempre quisiera tener. Pero uno debe pasar por todo para poder apreciar el equilibrio de la vida, pues el dolor se une con el placer, la tristeza con la alegría, el amor con el desamor, el bien con el mal, pues si no hay uno no está el otro, siempre es una constante dependencia para mantener un orden, un equilibrio universal.Fue entonces que ese proceso llamado inspiración llegó a mí. Es claro que me acostumbré a los buenos tiempos, mis mejores momentos en que las líneas se trazaban solas en mi mente, y mi trabajo era ponerlas en un papel, adornarlas un poco y hacerlas leíbles, para que los lectores pudiesen entender mis pensamientos. Pero en el último tiempo he tenido mayores dificultades, suelo sentarme instantes en mi escritorio mirando a través de mi ventana, sin encontrar mayores palabras para hablar con el mundo, como si mi propio mundo quisiese reprimirse en mi propio silencio. Y no es lo que yo quiero, pues mi deseo es sacarlo a flote, y contarles a todos las historias que se tejen en mi cabeza. Mi mamá ya me decía, “tranquilo, si la inspiración llega de repente, puede pasar mucho tiempo antes de que eso ocurra”. Pero también me han dicho que debo llamarla. No sé si la he llamado o no, pero ocurre que llega de repente, a veces todos los días, pero no me doy el tiempo de sentarme a escribirle, tal vez es mi castigo por no darme el tiempo de hacer lo que me dicta mi corazón.
Y fue como decidí crear una historia que hacía mucho tiempo que tenía dando vueltas en la cabeza. Basado en un hecho de mi propia vida, un hecho de la vida real que intenté hacer parecer como tal, aún incluyendo hechos que no ocurrieron, pero para darle un poco más ambiente al relato, para proyectar lo que en realidad me hubiese gustado que ocurriera. El relato se llama “María” y habla de una de mis relaciones amorosas. Un bello recuerdo que tengo, y me motiva a contarlo, a aprender de mis propios errores y a seguir soñando con el amor, con ese amor ideal que llegará algún día para salvarme de mis temores. ¿Existirá?Inspiración, que a veces busco y a veces llega en los momentos en que no puedo plasmarla. Es extraño el labor de alguien que gusta de escribir, pero es bello ver tus escritos y que luego alguien te los aplauda. Espero estar en el camino correcto, y si me equivoco, la vida misma se encargará de regresarme a mi lugar.
Saludos!
Kinkan ®
http://fotolog.com/kinkan
No hay comentarios.:
Publicar un comentario