viernes, 23 de febrero de 2007

¿Estamos preparados?

Es cierto que son los momentos de ocio en los que nos surgen las mejores ideas, ideas que pueden hacer que nuestro día se vea distinto y más alegre, y de este mismo ocio, entonces nos demos cuenta que estamos haciendo trabajar la mente, un trabajo que, por cierto, no es menor. De hecho, en ciertas épocas del año, en que me encontraba completamente concentrado en lo que era labores académicas, solía adelgazar rápidamente. Es que se dice que poner a funcionar la mente es un gasto enorme.

Y fue en esos momentos de ocio en que puse a funcionar mi mente, cuando haciendo zapping, topé con Nacional Geographic, uno de los mejores canales, según mi opinión para aprender cosas de una manera audiovisual, que de por sí, es mucho más entretenido que la manera común de ver materia en un pizarrón o de leer kilos y kilos de textos que luego la memoria olvidará. Es más fácil asociar estímulos visuales. Y fue que me topé con un programa de desastres naturales, en el cual se referían al Monte Pinatubo, que hasta hoy, no tenía idea de su existencia.

La historia surge un día de junio de 1991, hace media década, en la isla de Luzón, ubicada en las Islas Filipinas. Un volcán que estuvo más de 500 años inactivo, ahora hacía su reaparición y con terribles consecuencias para quienes se encontraban en ese lugar. Aunque, no sólo sus consecuencias pudieron ser vistas por la televisión, fotografiadas en internet o promocionadas en un diario para vender sufrimiento, sino que sus repercusiones fueron mucho más notorias que eso. Y fue así como los estudios siguientes revelar que la nube provocada por la erupción, afectó de tal manera la atmósfera que ésta se enfrió un grado. Fue considerada una de las erupciones volcánicas mas catastróficas del siglo XX.

Si bien, en Chile, a pesar de tener gran cantidad de volcanes, no sufrimos tanto por sus erupciones, tenemos un problema casi tan insoslayable como el gas tóxico de azufre y las cenizas volcánicas de un gigante como éste: los temblores. Y así es, ayer nos vimos afectados por uno, de magnitud 4, según lo anunciado por la prensa. ¿Qué probabilidad tenemos en Chile de reaccionar bien ante un evento de esta magnitud? Y no digo esto con un fin alarmante, de que todos corran a la iglesia a pedir perdón por sus pecados y prepararse para el Apocalipsis final. Lo digo, porque es necesario saber el suelo en el que vivimos, que el centro de la tierra está rodeado por magma, y cada cierto tiempo, este núcleo necesita liberar su energía, haciéndolo de manera catastrófica.

Hace un tiempo, causó revuelo el video que mostraba a Valparaíso destruido por un megaterremoto y maremoto, el peor de la historia, el que se estaría incubando en estos momentos. No sé si sea tal y como lo señalan en ese documental, pero de que Valparaíso pueda sufrir un sismo violento, es posible, y muy posible. Eso de que se esté incubando, nace, creo, de la idea de que no ha habido un terremoto desde 1985, el que afectó a gran parte de la zona central, incluso, por lo que me contó una tía que vivía en Punta Arenas, afectó a la zona austral, al cortarse todas las transmisiones y dejarlos completamente al a deriva de no saber qué era lo que ocurría. Lo que sí se puede decir de ese video, es que causó impacto generla, ya que rápidamente se comenzó con la reparación de ciertos lugares que sería vulnerables, tal así como el Ascensor Villaseca, que según el video, sería el más afectado por el evento. Espero que no sea necesario ver una ciudad destuida, para comenzar la acción al respecto. Ya bastó con el trágico incendio de calle Serrano que acabó con gran parte del patrimonio.

Pero mi pregunnta es, ¿estaríamos preparados para sobrevivir a un minuto como este? Un minuto en que un pequeño movimiento puede significar nuestra salvación o morir sepultados bajo escombros de roca. Un minuto que puede afectar la historia del mundo, quién sabe, como ya lo ha hecho el cambio climático con nuestro mundo.


Saludos!


Kinkan ®

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