domingo, 4 de febrero de 2007

Paraíso en llamas

Así como en algún momento el mundo se estremeció al ver el humo de edificios que caían desplomados al suelo, así como muchas veces se han despertado por el ruido de sirenas que corren por llegar rápido a un lugar desde el cual se llaman, ayer, al llegar a Valparaíso, me encontré con un extraño incidente que no pudo no llamar mi atención, y a quién no le llamaría la atención, si una enorme nube de humo se extendía por el cielo y era visible desde Viña del Mar. Por un momento me sentí como atacado en mi propio lugar, en mi propio hogar, y no hay peor ataque visible que el de no saber lo que está pasando en realidad, cuando son miles los pensamientos que invaden tu cabeza y no sabes con cual de ellos te debes quedar.

Eran las 10.05 de la mañana cuando iba llegando a Valparaíso y veo la nube, al principio pensé que podía ser una empresa de café que siempre deja nubes inmensas, luego pensé que era un barco incendiándose, que ya comenzaba a darme susto. Hasta que vi que el humo provenía desde la ciudad, del sector de la Plaza Sotomayor, del Barrio Puerto en donde se encuentra el casco histórico de la ciudad, el patrimonio que se debe cuidar. Pasé por la incertidumbre hasta que me contaron lo que había ocurrido: una explosión ocasionada por una fuga de gas, que había ocasionado un enorme siniestro, edificios derrumbados, heridos, muerte y desesperación. Son esos momentos en que te sientes como inútil, mirando a todos los que se iban de la ciudad, y uno con ganas de hacer algo, por último, ir al lugar y ver con tus propios ojos lo que ha ocurrido.

Cuando por fin me pude acercar al sector, a eso de las 12.30 del día, mientras caminaba por calle Errazuriz hacia el puerto, veía como el humo no dejaba de salir. Mucha gente amontonado mirando, carros de bombas y ambulancias, y lo peor de todo, incertidumbre. Luego de pasar el día pensando en que había ocurrido eso, a las 8.30 de la noche pude acercarme un poco, hasta donde las barreras lo permitían, y poder ver el daño causado por una falla humana. El humo continuaba saliendo, los bomberos continuaban el trabajo de remover los escombros para intentar buscar cuerpos. Por lo último que supe, fueron dos cuadras afectadas que hay muchas probabilidades de que sean demolidas para evitar nuevos riesgos. Y así se pierde el patrimonio, la historia que nos reúne y nos hace mirar al horizonte sintiéndonos parte de un alma que no se deja morir, que nació un día y no se acabará jamás, de una imagen que queda siempre en el recuerdo, de un mundo en 400 kilómetros cuadrados. Todo quemado, todo perdido…

Fue un caos, me sentía como en la zona cero de las torres gemelas, y peor aún, en mi propia ciudad, en donde nací. Era como sentir que perdías una parte de ti, y todo se veía extraño, todo se veía triste y caótico. Caminar por las mismas calles que siempre me ven, ahora con un espíritu triste. ¿Se podrá recuperar lo que las llamas ya acabaron? Las vidas que han partido, ¿seguirán dando vuelta entre las paredes de las cuales, tal vez, no volvieron a despertar? Se encontrarán en el mismo bello mundo, en un puerto mágico que se tiñe de sangre, pero que el tiempo podrá borrar la huella, y aquellas almas volarán hacia la estela de inocencia, la estela de una historia que nunca va a acabar.



Kinkan ®
http://fotolog.com/kinkan

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ma tocado mi corazón con tu relato me encantan tus historias buen futuro como escritor!!!
sigue asi amé esta historia!!

Berfar dijo...

"Venía de un sueño... Ahora bien no lo recuerdo, de todas formas me había acostado tarde la noche anterior... Para ser sinceros, a las 7 am. No había dormido mucho, quizás unas 6 o 7 horas. Me daba vueltas en mi cama intentando volver a conciliar el sueño, pero un ruido a esa hora no me dejaba seguir durmiendo. Unas voces... Mucho revuelo... Decidí poner atención a esas palabras. Era el televisor de la planta baja, el noticiario de la tarde. Creía haber escuchado las palabras "Valparaíso", "explosión", "siniestro", "fuga de gas", "1 muerto y varios heridos" y "la peor tragedia sucedida". Al principio me dije "quizás escuché mal" mientras una desagradable sensación a amargura sentía en mi lengua y descendía por mi cuerpo. Bajé las escaleras aún en pijama, decidido a saber más de lo que sucedía, a pesar de estar aún semi-consciente por falta de sueño.
Mientras escuchaba el reporte del accidente por clara negligencia no podía dejar de sentir indignación, tristeza y compasión tanto por la tragedia ocurrida en si como por las personas afectadas en el hecho. Aquellos/as que lo perdieron todo: sus haberes, su casa, sus vidas... seres queridos... Y todo por una negligencia que pudo haber sido controlada..."
Una vez más los seres humanos somos responsables de algo que podría haberse evitado a tiempo, o quizás lo suficiente para detectarlo y evacuar el sector. Es una pena la pérdida de parte del casco histórico de la ciudad que me cobijó por 9 años en mi niñez, adolescencia y juventud, y quizás también en el futuro; y mayor pena aún por el desastre humano acontecido. Espero que se solucione pronto por el bien de todos los involucrados en el hecho.
Me hubiese gustado ver el hecho desde mi ex-casa, como solía hacer con todos los incidentes de grandes proporciones, como simples incendios provocados tanto intencionalmente como por quemado de cables eléctricos (cortocircuitos). Pero éste, ni comparación a los otros. El mayor de todos. El peor. Ahí es cuando dan ganas de ser bombero o alguien capacitado para poder ayudar. Pero las solas ganas no sirven. Nos sirven los hechos... Por ahora sólo rezar. Es la mejor ayuda que podemos dar hasta nuevos avisos.
Suerte para esas personas.
Sabía que tomarías ese suceso para comentarlo =)
Saludos, cuídate!