lunes, 12 de febrero de 2007

Destino Desconocido

Los relámpagos iluminaban el recinto en que Jacinto y su madre se encontraban, dialogando vivamente de lo sucedido en el día. Su madre era muy temerosa, bastaba el ruido del silencio para sobresaltarla.

Los truenos hacían temblar las ventanas y el suelo de la habitación, hasta hacerles creer que todo se derrumbaría en un inevitable terremoto.

-Será mejor que regresemos a casa- dijo su madre.
-Está bien- accedió Jacinto, ocultando el terror que la daba salir a la tormenta.

Con un detestable chirrido se quebró la puerta de entrada, la lluvia y el viento entraron libremente. Todo ocurrió tan rápidamente que tardaron en notar lo que estaba ocurriendo. El baúl que se ocultaba bajo la mesa había cobrado vida y se desplazaba hacia ellos, en especial, hacia Jacinto.

-¡Corre!- gritó la madre, huyendo despavorida e inconsciente de lo que a su hijo pudiera ocurrirle.

Jacinto quedó enredado entre sillas y barro. Una lámpara había caído sobre su brazo y lo había herido gravemente, provocándole una fatal hemorragia. Su sangre tornaba el río de color rojo, pero su madre no lo había notado y continuaba su paso.

-¡Ayúdenme!- gritó en vano Jacinto.

El baúl se abrió de repente, ante la perplejidad del accidentado. Una mano blanca y siniestra, luego un brazo y un cuerpo entero. Era su mejor amigo, a quien había asesinado luego de una infantil discusión. Su rostro era diabólico y su aspecto tenebroso. Sintió todo el peso de la culpa, ver a su amigo muerte, el dolor de darse cuenta de lo que había hecho.

Sólo se escucharon unos desesperados gritos que hicieron retumbar el paisaje. Se perdieron entre el ruido de la lluvia que caía estrepitosamente contra el bulto enrojecido que viajaba con el río, hacia un destino desconocido.



Kinkan ®
http://fotolog.com/kinkan

1 comentario:

Anónimo dijo...

son wenos tus textos
alterno-poperos-tristes-emos-sicodelicos
tienen contenido y fluidez D:
xaw