lunes, 12 de septiembre de 2011

Ya es medianoche en París.

La luna ha aparecido tarde, pese a que la he estado buscando todo el día. El verano en Europa resulta un poco extraño y hasta ahora, no logro entender la versatilidad de su clima: de un extremo a otro en pocos días. Casi tan bipolar como yo. Aunque esperaba la noche con tanta esperanza, el sol parecía no querer retirarse y en el eterno horizonte poblado se dibujaban colores diversos que se extendían hacia el universo. Lentamente, las luces empiezan a pintar ese plano dinámico del Arco del Triunfo allá en una de las tantas calles que llegan hacia él, divago mentalmente por los Campos Elíseos pensando que soy un pasajero más viajando por sus parques para esconderme en las sombras. El sol que no se retira y la Luna que exige su lugar.

Caminando con los ojos cerrado mientras cruzo el Pont Des Arts y me encuentro, en secreto, con La Maga que se esconde tras el farol. Veo su nombre en uno de los candados que no quieren salir y veo a alguien que lanza una llave al río: nunca se sabe lo que pueda pasar y cuántos nombres se graban a fuego en ese lugar. La brisa cálida comienza a ser un poco más fresca a esta hora y sonrió. Lo único que anhelo es regresar a mi habitación para sumergirme en un baño de agua tibia y contemplar desde la ventana a los gatos que recorren los tejados, misteriosamente, cargando las historias que ningún historiador querría contarte. 

Ya es medianoche en París. 


Fotografía: Vista de París desde la Torre Eiffel, París, Francia. 

2 comentarios:

E dijo...

Me pregunto si el paraguas de la Maga andará todavía dando vueltas por el Sena (o La Sena, en realidad)

Me falta ver París en verano, a ti en invierno, o vamos separados o vamos 2 veces? xD

Machuk dijo...

Midnight in Paris, como la ultima pelicula de Woody Allen.

xau