Abrir los ojos una y otra vez, con la intención de que el sueño no acabe y de que pueda volver a renacer, quizás. Tener la dificultad de despegar los párpados y querer seguir durmiendo abrazado a un presente sonriente y a una mirada que te escudriña en la oscuridad.
martes, 20 de septiembre de 2011
Y, sin darme cuenta, en un parpadeo ya he visto un camino lleno de estrellas.
Fotografía: Alrededores de Pichidegua, Región de O'Higgins
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