La playa estaba vacía cuando sus pisadas descalzas quedaron marcadas en la arena lisa, jamás pisada por un pie humano. La brisa corría suave, levantando polvo de vez en cuando. Las olas eran suaves y la marea ascendía con tranquilidad hasta humedecerlo los pies. Había caminado mucho tiempo: quizá días, semanas. Era el momento que había estado esperando, aunque le parecía extraño haberlo encontrado. Alzó la mirada al cielo y se encontró con un celeste profundo, casi ausente de nubes, observándole también: era un elemento más dentro del universo divergente.
Fotografía: Playa del Postiguet, Alicante, España.
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