Realizar una clase sin haber preparado nada y darte cuenta que, cuando ya has empezado a desarrollarla, se te olvidó todo y es posible que el 80% de lo que estés diciendo esté equivocado. Dudar de si realmente estás haciendo lo correcto y, de paso, buscar una ventana con una altura suficiente para lanzarte al vacío. Beber mucha, mucha agua y tener deseos de comer todo el día, aunque tu almuerzo haya sido contundente (seguir bebiendo agua como loco mientras escribes esto). Querer desaparecer por un segundo y odiar a una persona en específico porque su locura supera el grado de lo soportable. Reclamarle a Dios por ser tan mala onda de verte cansado y enviarte una micro llena en la cual no puedes sentarte ni dormir, pero luego te vuelve a caer bien cuando alguien se baja y queda disponible un asiento y entonces duermes feliz.
Mirar el bello atardecer en el mar y los colores que quedan en el cielo. Cerrar los ojos, beber más agua, comer pan tostado. Tener ganas de gritar, golpear algo, abrazarte (y ver que estás lejos) y no saber qué demonios hacer para poder controlar ese desorden en la cabeza. No me queda chocolate porque me lo comí todo ayer, de golpe. Estar completamente angustiado por no saber si estoy capacitado para hacerlo bien, qué mierda hago aquí: no sé.
Colapso. Quiero ser artista: escritor, pintor, actor, músico, escultor, fotógrafo, cineasta... qué se yo.
1 comentario:
Se acerca el momento del que seguramente ahora más que nunca quieras escapar, pero la única forma de saber si podrás lograrlo es intentándolo, verás que no es necesario lanzar a los alumnos por la ventana como me recomendaste una vez.
Todo saldrá bien si así lo quieres... y lo de artista... qué más prueba que este blog???
TE QUIERO!
Publicar un comentario