Son tantas las predicciones que ya no sé qué creer. Que el 2012 es el fin del mundo - porque los mayas lo han dicho-, que el 2000 era el fin del mundo y que los computadores iban a colapsar, que un meteorito se acerca a la tierra para hacerla añicos. Lo que sí es seguro, es que los sucesos acontecen de una manera cíclica, que el pasado puede ser una forma de prepararse para el futuro. El problema es cuando ese ciclo que pretende comenzar se constituye como algo absoluta y totalmente nuevo, algo que no has visto, algo que quieres vivir, pero que todavía no sabes si se podrá.
Esperar sentado una llamada. Esperar, mirando el cielo y las nubes que avanzan, que tu teléfono suene y escuches la buena noticia que has estado esperando por varios meses. ¿Es que realmente las predicciones pueden tener efecto? ¿Realmente estoy próximo a tener un encuentro con alguien que también me ha estado buscando por tanto tiempo? Si pudiese tener el poder del tiempo o de saber lo que va a suceder... si acaso pudiese desarrollar esa intuición que todo lo dice y que nunca se equivoca, probablemente ahora no tendría tantas dudas.
Lo que me motiva es que esta ansiedad, por primera vez en mucho tiempo, es una ansiedad alegre y que me anima: todo puede pasar.
Esperar sentado una llamada. Esperar, mirando el cielo y las nubes que avanzan, que tu teléfono suene y escuches la buena noticia que has estado esperando por varios meses. ¿Es que realmente las predicciones pueden tener efecto? ¿Realmente estoy próximo a tener un encuentro con alguien que también me ha estado buscando por tanto tiempo? Si pudiese tener el poder del tiempo o de saber lo que va a suceder... si acaso pudiese desarrollar esa intuición que todo lo dice y que nunca se equivoca, probablemente ahora no tendría tantas dudas.
Lo que me motiva es que esta ansiedad, por primera vez en mucho tiempo, es una ansiedad alegre y que me anima: todo puede pasar.
2 comentarios:
tranqui, todo se sabrá a su tiempo
(ando espiritual xD )
Una de las pocas cosas valiosas que he logrado asimilar de la vida es que la alegría no es producto del azar. Fe.
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