Como todos los días por la noche, las estrellas aparecen en el cielo para iluminar los nocturnos viajes de aquellos seres que gustan de disfrutar la vida... tal vez en demasía. Por segunda noche consecutiva, pude comprobar lo que se siente realizar esos viajes nocturnos en que, prácticamente, uno es parte de una de esas carreras al estilo Too Fast Too Furious, pero sin que siquiera te hayan preguntado si realmente querías participar de ello. Lo bueno, es que la adrenalina y la "diversión total" es obtenida por un muy bajo costo: sólo $500 y la emoción te lleva a tal extremo de rogar a todo el arsenal de santos presentes para poder llegar a casa... con vida.
Y es que no son ni las 6 de la mañana y nadie consigue hablar, se acabó el carrete y todos salen a comprar. Sorprendentemente, vendían hasta sopaipillas... ¡eso es tener buen ojo de mercado! Cuando son las 03.40 aproximadamente, escucho a los que ofrecen el super viaje intelestelar casi supersónico entre Valparaíso y Quilpué, a sólo "quina" ($500). Y el viaje se hace esperar hasta las 03.58 cuando rugen los motores y comienza el viaje, lento y tranquilo. Pero como no es un avión, en el camino es muy común ver que se sube más y más gente hasta llegar a hacer irrespirable el aire (abundan los ebrios y aquellos en estado de bulto que, más que probablemente, no recordarán el viaje super interestelar ni al día siguiente ni en un año...) .
A la altura de avenida España comienza la emoción: no hay azafata que indique las salidas de emergencia ni que se abrochen los cinturones, todo está incluido en su pasaje, que hasta tiene boleto. Las curvas se transforman en la emoción del viaje: se oyen gritos de los aficionados que se sienten en Fantasilandia y a mi lado viaja una dama en estado de bulto, con su novio flaite cuidándola. Cada vuelta es una aventura e invocar a San Expedito parece una solución un poco ambigua: puede que la respuesta sea muy expedita, en circunstancias de que quiero que el cohete no vaya tan rápido. Da lo mismo, en uno de esos viajes cósmicos la micro hasta patinó y salió olor a quemado: así de extremo. Y ver las calles de la ciudad, que durante el día pueden ser intransitables, quedar atrás a una velocidad impresionante. Into the nightlife I'm trying to live.
Llego a mi casa, finalmente, a eso de las 04.40, luego de haber hecho un trasbordo que no iba incluido en el pasaje. Finalmente, me doy cuenta de que las luces nocturnas tienen algo que las hace muy atractivas: las calles desiertas invitan a caminar y pensar. Volar por las calles nocturnas puede ser una experiencia extrema, pero que, sin lugar a dudas, no te pueden contar.
Y es que no son ni las 6 de la mañana y nadie consigue hablar, se acabó el carrete y todos salen a comprar. Sorprendentemente, vendían hasta sopaipillas... ¡eso es tener buen ojo de mercado! Cuando son las 03.40 aproximadamente, escucho a los que ofrecen el super viaje intelestelar casi supersónico entre Valparaíso y Quilpué, a sólo "quina" ($500). Y el viaje se hace esperar hasta las 03.58 cuando rugen los motores y comienza el viaje, lento y tranquilo. Pero como no es un avión, en el camino es muy común ver que se sube más y más gente hasta llegar a hacer irrespirable el aire (abundan los ebrios y aquellos en estado de bulto que, más que probablemente, no recordarán el viaje super interestelar ni al día siguiente ni en un año...) .
A la altura de avenida España comienza la emoción: no hay azafata que indique las salidas de emergencia ni que se abrochen los cinturones, todo está incluido en su pasaje, que hasta tiene boleto. Las curvas se transforman en la emoción del viaje: se oyen gritos de los aficionados que se sienten en Fantasilandia y a mi lado viaja una dama en estado de bulto, con su novio flaite cuidándola. Cada vuelta es una aventura e invocar a San Expedito parece una solución un poco ambigua: puede que la respuesta sea muy expedita, en circunstancias de que quiero que el cohete no vaya tan rápido. Da lo mismo, en uno de esos viajes cósmicos la micro hasta patinó y salió olor a quemado: así de extremo. Y ver las calles de la ciudad, que durante el día pueden ser intransitables, quedar atrás a una velocidad impresionante. Into the nightlife I'm trying to live.
Llego a mi casa, finalmente, a eso de las 04.40, luego de haber hecho un trasbordo que no iba incluido en el pasaje. Finalmente, me doy cuenta de que las luces nocturnas tienen algo que las hace muy atractivas: las calles desiertas invitan a caminar y pensar. Volar por las calles nocturnas puede ser una experiencia extrema, pero que, sin lugar a dudas, no te pueden contar.
1 comentario:
jajajaja cristian para de carretear...
me cargan las micros en la noche.. van llenisimas y la getnte se pone a vomitar xD pero en todo caso, lo de too fast too furious puede pasar a cada hora, los micreros ni piensan en que llevan pasajeros.. osea, niun respeto por uno...
de lo que te escribi en tu nota. xD era bn estupido en verdad jajaja era que el 2012 se acababa el mundo, por eso la paty se iba, para volver al infierno xD xD pero no sabia si tenias a la sobarzo de amiga en facebook asi que me contuve.. por si las moscas.. jaja
ya cristian espero que estes bien, tome con moderación jaja
nos vemos
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