Creo que no debí haberte recordado, tal vez fue una mala decisión. Sí, decir que te deseaba lo mejor en tu vida -y la risa de alguien que me acompañaba al percibir cierto atisbo de rencor en mis palabras- pudo haber sido la causa para recibirte otra vez en mis pensamientos. No tenía pensado volver a verte, no, es más, si es que acaso te volvía a ver haría como que nunca te había conocido. Pero, claro, sabes esconderte de mí en la vida real o, al menos, sé cómo hacerte invisible si es que algún día siquiera tu olor ha pasado muy cerca de mis pisadas.
Lo que no consideraba es que aún existías como un recuerdo. Se me olvidó por completo de que te recordaba y de que te vendrías a pasear en mis sueños, mientras duermo, sin dejarme siquiera despertar para no tener que saludarte. Y claro, apareciste con esa sonrisa de siempre, disimulando que todo estaba bien, que no había pasado nada... como si todos estos años hubiesen desaparecido y hubiésemos regresado a aquel día de esa última conversación. Me saludaste y hasta me diste un abrazo que sentí real, que evité, pero que extrañaba. Me desperté asustado, sin entender nada.
Luego comprendí que todas esa historia que inventé era solo otro de mis sueños. Tú en realidad no exististe jamás, solo eres una persona que vi en una foto, nada más. Solo eres un sueño... pero de otro.
Fotografía: Playa 'Acapulco', Viña del Mar.
1 comentario:
Amor, ya deja de temerte cosas jajajajajaja.. no es cierto, sabes que me encanta como escribes :)... Ya compré los libros de Piug, luego te digo que hongo, vale?
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