Todavía queda soñar, soñar con esa fantasía. Todavía quedan los recuerdos, todavía quedan las emociones, todavía quedan los momentos; la sonrisa, eso que se respira en el aire, esas miradas, ese metro repleto de gente en las vías subterráneas de un imperio, esas ganas de lanzarse a nadar en los canales. Todavía quedan las imágenes de esa vida paralela que extrañamente sucedió en un segundo y que ahora es un anhelado flashback. Flashback al pasado y al futuro, no se sabe lo que ahora pueda pasar. Todavía quedan esas miradas que divagan, enloquecidas, sin creer que es cierto lo que estaban viendo.
Después de todo, nos queda la certeza de que hemos vivido.
Después de todo, nos queda la certeza de que hemos vivido.
Fotografía: Pont Des Arts, París, France.
1 comentario:
Sabes? Comienzo a creer que los recuerdos nos hacen lo que somos, pero si sólo nos enfocamos en ellos pueden llegar a destruirnos y de la peor manera...
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