viernes, 3 de abril de 2009

Nada

Día Viernes al fin, pero parece como si fuese otra vez un lunes. Sabes lo que yo sé y yo sé lo que tú sabes: nada. Sí, nada, nada. Me miras con esa sensación extraña de que en cualquier momento me vas a dar una bofetada y el silencio se hace insoportable, no sabes ya qué hacer y yo tampoco. Cuando te miro tú también me miras, pero ya no sabemos qué decir. Qué hacer tampoco lo pensamos. Simplemente, nada.

Lo que sí sé es que nos movemos hacia un punto fijo, que eso que sabemos -nada- nos mantiene hacia un horizonte común. Tú con tu cuerpo esbelto y perfecto, yo con el mío que ha mejorado con el entrenamiento, nos miramos entre burbujas que de pronto nos dibujan un final. No sé si seas capaz de alcanzarlo y yo tampoco sé si lo logre, tal vez sea un tercero. ¿Acaso atacarlo sería la opción? ¿Serías realmente capaz de abofetearme en medio de la tormenta para ganar? Pues bien sabemos que en la jungla de la sociedad todo se vale.

Ya no importa, queda menos y se acerca la meta. Sabemos lo mismo: nada. ¡Nada que sólo has avanzado 2 metros y la longitud de la piscina es más de 10 metros! ¡Nada si quieres ganar!

1 comentario:

Gilda* dijo...

Hola Cristián!
No sé cómo llegaste a mi blog, pero se agradece el comentario =).
Es tan paradógico que algo tan absurdo como la nada pueda separar y unir a las personas como peones en un juego de ajedrez.
Creo entender la intencionalidad de tu escrito. Es bello ^^
Nos vemos por ahí en alguna sala de clases.
Un abrazo