martes, 16 de enero de 2007

El barco llegó a puerto


Siempre he escuchado que cuando una puerta se cierra, entonces hay que mirar hacia los lados y darse cuenta que pronto se encontrará otra por abrir; cuando una etapa concluye, una nueva se viene, pues la vida esta llena de decisiones importantes que quedarán marcadas en nuestras esencias y nos marcarán por el resto de nuestra existencia.

Hoy se ha concretado uno de los sueños que durante mucho tiempo veía lejano, probablemente era mucho más entretenido y fácil continuar jugando en aquellos pensamientos de mundos distintos a la tierra que se encuentra debajo de mis pies, distinto a los lugares en donde se extendió mi camino físico. Y luego de pasar unas cuantas etapas que no dejaron de causarme algún malestar estomacal, dolor de cabeza, ansiedad u otro dolor de cabeza, puedo decir, con orgullo, que me he matriculado en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en la carrera de Castellano y Comunicación, cumpliendo mi expectativa.

Sería muy monótono volver a tocar el tema de la PSU, pues ya lo he hecho en este mes, aún cuando haya tenido resultados mucho mejores de lo que había estado esperando. Luego de que me entregaran el puntaje, comenzó aquella postulación. Y un día en la mañana, cuando aún estaba durmiendo, me llamaron de la universidad para preguntarme si tenía dudas con respecto al proceso, pero yo ya estaba listo y decidido. Y fue la misma voz de una muchacha que no sé si lograré conocer fue quien me informó ayer en la tarde, a eso de las 16.00 hrs, de que me encontraba seleccionado en el cuarto lugar de la carrera que tenía en mi primera opción. Fue un momento bastante emocionante cuando sentí el teléfono, vi la hora y pensé que ese llamado podía ser para mí.

Inmediatamente volar al centro de Quilpué para tomarme la foto carné que requerían en la matrícula. Y con una ansiedad tremenda, que valió la pena, me entero de que había obtenido la beca de Pedagogía. Así que mi felicidad ya era extrema, y fue genial haber tenido a la Paula a mi lado, porque fue la primera en darme un abrazo y felicitarme. Es como que de a poco te vas dando cuenta que el esfuerzo y toda la tensión llega a un puerto favorable, que el barco no debía hundirse en aquella tormenta. Así que esta mañana acudí, y en pocos minutos, ya tenía en mis manos la agenda y la bienvenida oficial a la universidad… todo tan rápido que me cuesta asimilarlo.

Y me doy cuenta que las etapas que debieron venir, ya vinieron, las que debían pasar, ya pasaron, y el temor al futuro, comenzó a desaparecer. Comenzamos a crecer, a vivir la vida, a encontrarnos cara a cara con nuestros sueños, cada paso se hace más difícil, pero todo va llegando a su debido tiempo, ahora es el momento de abrir las alas a los nuevos aires que respiramos. Me siento feliz, una etapa que acaba, una vida que comienza.

Saludos y suerte en todo!



Kinkan ®

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo complejo no es quedar
sino mantenerse en un mundo donde la justicia no existe.
xaw