lunes, 13 de agosto de 2012

Hacia el centro de la tierra.

Abro los ojos en medio de la nada y el cielo tan celeste se enrojece de cometas voladores que descubren las nubes escondidas bajo el horizonte, ese horizonte vertical que tiembla y se mueve en direcciones diversas, que se mueve de un lado para otro cuando las cumbres más altas vuelven a crecer. Cierro los ojos. El silencio del color verde y de las raíces café oscuro se entremezclan con la tierra que se hunde, que difunde el ruido, que convierte en vibración el silencio, la oscuridad, la penumbre, la confusión.

Viajo por las noches hacia el silencio del centro de la tierra en busca de los manantiales secretos que se esconden, que no fluyen, que guardan su tesoro. Viajo por las noches hacia el Hades caluroso que extiende las tardes estivales, que configura una nueva creación. Cada noche es un viaje, cada sueño un nuevo mundo y las palabras un transporte, un vehículo de ilusión. Quiero soñar, volar, ver el futuro.Quiero dejarme llevar y sentir el pasto verde al crecer bajo mis pies, quiero sentir mi piel libre cuando el viento la roce, quiero sumergirme en el mar y desaparecer por un segundo... para volver a reencontrarme con el mundo, con el sol, con el frío, con la lluvia...

Fotografía: Mi habitación.