viernes, 31 de agosto de 2012

¡Al fin viernes!

¡Al fin viernes! Tercera semana de trabajo en un mismo centro educativo y esto ya me parece una locura: sí, el ejercicio de la profesión docente se ha convertido en un circo donde tienes que soportar a alumnos que no están ni ahí con tu clase y que luego dirán que la educación es mala, que hay carencias y todo lo demás, pero no son capaces de reconocer que la mayor carencia de todo es el propio cerebro que no tienen. Hoy tuve uno de esos episodios con una alumna de 4to medio que, para peor, se parece a otra persona: desgraciadamente comprobé que las fisonomías pueden decir mucho de las personas y que, en este caso, ambas personas compartían la misma estupidez y cero deseos de superación. Triste final es el vaticinio, bastante lamentable, pero yo no me voy a calentar la cabeza con gente que "le faltan palitos para el puente". En fin... esta tercera semana ha sido horrible y nunca antes había deseado con tantas ansias a que llegara el querido día viernes. Thanks God, It's friday!

Y como la ancianidad viene en camino desde hace rato, ya no pienso en un viernes de carrete como antaño. En realidad sí, pero creo que no sé si aguantaría un carrete de esos desenfrenados hasta las 5 o 6 de la mañana, cuando regresaba a casa con el sol del amanecer. ¡Viejos tiempos! ¡La edad de oro y el fugit irreparabile tempus! Si, todo eso. Creo que he refrescado un montón de contenidos de mi cabeza, mientras me cuestiono cuál es la utilidad de verlos en clase: para peor, al Ministerio de Educación se le ocurre hace un ajuste que es la cosa más nefasta del planeta. Luego nos cuestionamos por qué la educación no da los resultados que queremos. Son solo unis gilipollas inventando gilipolludeces. 

Lo positivo del asunto es que al fin supe lo que era una liquidación de sueldo propia: no fue mucho dinero considerado todo el esfuerzo y los malos ratos, pero al menos hubo pago. Supongo que en algún momento habrá una mejoría y que de aquí en adelante todo será mejor: cada 5 semanas llegará esa papeleta y veré números, números... ¡lucro! Sí, lucraré, ahora que dicen que no es ningún pecado. No sé si estoy en contra o a favor del lucro, pero lo que me importa es mi sueldo y creo que eso no le hace daño a nadie. 

Viernes, viernes... ando medio hiperventilado luego de terminar esta semana que ya me tenía al borde del estrés, donde me enfermé de la garganta y por poco pierdo la voz a mitad de semana gracias al querido cuarto medio que se hizo acreedor de 15 notas rojas (incluidos seis 1.0) por sus trabajos en clase. Who's your daddy now, bitches? No sé si despabilen, pero al menos me doy el gusto de creerme tirano en mis sueños. Y ahora... a terminar algunos materiales para tener un fin de semana desconectado. 



1 comentario:

E dijo...

Afortunados los que terminan las clases hoy... xD

Hoy mientras tomaba pruebas me acordaba de ti y tus medidas extremas... los miraba y pensaba: qué pasa si los repruebo? muahaha