Comienza a hacer calor y ya se siente en el ambiente: el verano se acerca a pasos agigantados. Hace poco, caminaba por los alrededores de mi sector y me sorprendí al ver que aún había mucha luz de día a eso de las 20.45: creo que el horario de verano me agrada, aunque el invierno tampoco deja de encantarme. Es extraño intentar buscar un punto intermedio, pero es evidente la necesidad de uno por el otro. Ying y yang y todo lo demás.
El CyberMonday resultó ser mucha parafernalia, show y expectativas: colapso de páginas, ofertas muy poco novedosas y muchas desilusiones. Esperaba encontrar descuentos interesantes en LAN, cuando lo único que hicieron fue descontar alrededor de $10.000 en los pasajes y hacer descuentos en hoteles: ¿acaso no entienden que lo que más importa es el pasaje? ¡El hospedaje ya lo veré después! Acabé acostándome tarde sin que fuese muy productivo, pero dormí bastante en la micro rumbo a la universidad. Lo importante, claramente, es saber aprovechar el tiempo para dormir.
Tener control de lectura de una encíclica -sí, merece un WTF, pero se entiende en el contexto de una universidad católica-, perseguir a una profesora para obtener su firma en un papel, llegar 20 minutos tarde a clase y no saber responder la pregunta que te hacen... sumado a que el expositor de la clase no llegó. Cosas extrañas que pueden suceder dentro del mundo académico y que no dejan de sorprender: el café parece ser un buen aliado para el horario después de almuerzo. Ir a dejar la carta de práctica, cruzar la Avenida Argentina con una sensación térmica de 100º C y huir de la gente conocida para tomar el metro en estación Barón y regresar a Puerto en busca de un tren vacío. Finalmente, comprender que la línea de estudios que pretendo seguir me interesa cada vez más y más... y más: soy un ñoño recolectando miles de fotocopias que después tendré que leer. Hacía mucho tiempo que no asimilaba el conocimiento como 'alimento'.
Otra semana de 3 días está comenzando: ¿qué tan agitada podrá ser? Los últimos días de noviembre prometen tantas cosas.
1 comentario:
Please, stop! Mientras estaba afuera, pensaba en el ying y el yang, luego vuelvo y...
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