lunes, 3 de octubre de 2011

Volador IV

Obnubilados los sentidos de un camino incierto
y la locura se encadena a las visiones paralelas.
Pérdida del sentido momentánea, confusión,
dudas, un mar iluminado que no logra iluminar.
Alzas los brazos hacia el cielo y sonrío con temor,
busco ese abrazo que solo en tu regazo encuentro.
Allá viene la tormenta, volador enloquecido,
la lluvia se esconde tras las nubes.

Busco esa cura que creo no encontrar
y tú la encuentras en la locura de la que no puedo escapar,
me das la mano, me abrazas con la mirada,
echas a volar mi alma como una nube que avanza sobre el océano.
Allá lejos me pierdo entre figuras extrañas,
allá abajo las explosiones de colores placenteros,
a mi lado tu sonrisa silenciosa, sonrisa cautivadora,
me haces volar: no le temo a ningún mal.

Alza el vuelo, volador, volantín,
cruza las nubes en un segundo, sin temor,
vuelva tan alto como puedas 
y jamás te detengas, como un platillo volador. 

1 comentario:

E dijo...

Creo que estoy empezando a entender este volador (ojo, que ahora lo leo bien)

Finalmente encontraste la cura :)