lunes, 3 de octubre de 2011

Cristales humedecidos.

Miro tu silueta dibujada en la sombra,
las hojas caen de los árboles:
la noche es más fría de lo normal.
Mirábamos la luna hasta el amanecer, 
abrazados, cuerpo a cuerpo, sumergidos en el mar,
la ciudad se encogía ante nuestra locura adolescente
y nuestras historias de nunca acabar. 

Las calles escarchadas brillaban al encuentro,
soñábamos con mundos atestados de frío
y de gente sonriente, con bufandas gigantes. 
Caer en tus brazos era más adictivo que cualquier otra cosa
y olvidarme del mundo era cosa común.
Abrázame otra vez, entrégame aliento,
que muero de a poco y no entiendo por qué. 

Cristales humedecidos del sereno del invierno, 
nostalgia de sábado por la noche,
de nubes cubriendo el cielo y amenaza de lluvia.
Nostalgia de encontrarte de nuevo, 
de soñar despiertos hasta el amanecer.

Te miro tras el silencio de tu boca dormida
y divago en tu mirada que me habla sin hablar:
me acerco despacio para no despertarte,
aunque sé que ya te has dado cuenta de todo.
Porque siempre lo has sabido, 
porque siempre has sido la dueña de toda la situación. 
Acércate a mi lado,
con ruido, sin ruido, solo acércate.

Bailábamos hasta el amanecer, 
soñábamos un mundo ancestral de estructuras extrañas:
dibujabas geometría perfecta solo para mí.
Creamos tantos lenguajes, creamos tantas historias
que el cielo colorido se dormía a nuestros pies. 
Siempre acabábamos confundidos, entrelazados
y nos reíamos de lo absurdo de la situación.
Y ahí vienes con tu sonrisa, de mujer madura.

Cristales humedecidos del sereno del invierno, 
nostalgia de sábado por la noche,
de nubes cubriendo el cielo y amenaza de lluvia.
Nostalgia de encontrarte de nuevo, 
de soñar despiertos hasta el amanecer.

De partir hacia nuevos rumbos, de volverte a ver.
De soñar abrazados con ese mundo paralelo,
soñar con volverte a ver.
Sonríe con esos ojos alegres,
sonríe, te ves hermosa con tu pelo blanco.

2 comentarios:

Nobody dijo...

y siempre que me siento perdida recurro a tu blog ;)

E dijo...

Hoy me acordé mucho de este escrito...