Con tu gélida mirada de antaño,
regresas con tus pasos sigilosos en la oscuridad.
Avanzas entra la niebla que cubre los techos
y te escondes en las sombras ya casi inexistentes por falta de sol.
Eres un ente, un espíritu, quizá una voz,
la esencia del frío que viene desde lejos
para situarse entre paredes de concreto.
La ciudad se alza hacia los cerros cubierta de ese antaño con que de niño te esperaba,
soñando con ver los ríos nacer desde la montaña
y cubrir de blanco mi camino,
allá a lo lejos, como un recuerdo de infancia...
com un sueño de infancia, ahogarme de blancura,
congelarme de encanto,
llorar de frío.
Las arenas renovadas por el mar
y un camino secreto que nace a cada segundo,
todo frío, todo es hielo,
todo el mundo congelado en ese instante en que vuelvo a abrir los ojos
y te encuentro otra vez, aquí,
con más fuerza que otras veces,
congelando mis pisadas descalzas en la arena de la playa.
Renuevas el sueño de tardes cálidas,
renuevas el deseo de un café junto a la incerteza del océano.
Llegas con tu gélida presencia, junio,
llegas con el frío,
llegas con la nostalgia,
pero, ¿traerás la lluvia?
Fotografía: Playa Los Marineros, Viña del Mar.
1 comentario:
en algún momento pensé q nunca llegaría este mes, pero cerré los ojos, los volví a abrir y aquí está...
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