Abrir los ojos una y otra vez, con la intención de que el sueño no acabe y de que pueda volver a renacer, quizás. Tener la dificultad de despegar los párpados y querer seguir durmiendo abrazado a un presente sonriente y a una mirada que te escudriña en la oscuridad.
domingo, 27 de febrero de 2011
Gramática
¿Y si de un día para otro cambiara, de golpe y sin aviso, la gramática?
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