Preparando un instante inconciso de la existencia,
dudas realísticas de mundos surreales paralelos que cantan
haciendo un incontenible zig zag.
Y un tic tac eterno, sombrío y desafiante me despierta en las mañanas.
Una noche con estrellas y nubes dando vueltas,
miradores que dan al mar y desafían las alturas de la ciudad:
allá en el horizonte me sonríes desde la lejanía,
allá tras las montañas alza sus alas en un vuelo.
Y yo sé que ya te echo de menos, sin más.
Y yo sé que te echo de menos, cada día más.
Y yo sé que en la lejanía te tengo,
que eres mía como todo este tiempo.
Y en mis sueños te beso otra vez,
recorriendo esa piel blanca e inocente,
fantaseando una y otra vez con tu pelo rojo.
Como un sueño tomado de la realidad,
una realidad mil veces mejor que un sueño:
una realidad marcada de sentimientos profundos y fuertes.
Dudar del color de tu mirada, una y otra vez,
y saber que me encanta tener otra excusa para volver a mirarte.
Y yo sé que ya te echo de menos, sin más.
Y yo sé que te echo de menos, cada día más.
Y yo sé que en la lejanía te tengo,
que eres mía como todo este tiempo.
Fotografía: Playa del Deporte, Viña del Mar.
1 comentario:
Llegó el día que nunca quisimos, marcamos la pausa con una sonrisa, volveremos a vernos sonreír en unos días (muchos, pero días), seguiremos siendo los mismos... diferentes pero los mismos.
Y yo sé que te quiero cada día más ♥
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