Abrir los ojos una y otra vez, con la intención de que el sueño no acabe y de que pueda volver a renacer, quizás. Tener la dificultad de despegar los párpados y querer seguir durmiendo abrazado a un presente sonriente y a una mirada que te escudriña en la oscuridad.
2 comentarios:
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debo ser sincero y esta sección de publicaciones urbanas me está gustando. tiene algo de shuper
tengo una duda de aquellas...¿qué dirá en la parte rasgada? ¿un número? así como alcohólicos anónimos, machistas anónimos?
si seguimos así, habrá un cajón para que cada cual se pueda sentir anónimo. sadomasoquistas anónimos, gente con uñas encarnadas, aquellos que usan placas dentales, etc. ¡qué maravilla! ¡qué inclusivo!
chau
p.s. consígueme el número, quiero ser anónimo un rato. aunque sea por juego
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