Año nuevo: vida nueva, nueva esperanza... y todo eso. Lo que no puede quedar de lado, de ninguna forma, es que la llegada del año nuevo significa la llegada de nuevas ideas y desórdenes mentales, alucinaciones, locuras con formas de palabras e imágenes: audiográfico o algo así. Es por ello que, mi ojo siempre atento a cualquier manifestación extraña de la cultura humana -especialmente chilena, que es la cultura en la cual he nacido y que vivo y que, por lo demás, nunca me deja de sorprender ni hacer sonreir alegremente-, ha dedicido publicar fotografías de sucesos de la vida cotidiana en la urbe, las costumbres extrañas con las cuales hemos aprendido a convivir. También creo haber encontrado situaciones dignas de mencionar en otras ciudades europeas que luego serán publicadas, para que vean que el Viejo Mundo también goza de dinamismo y enloquecimiento congénito.
Otra de las ideas macabras que surgen en mi mente luego del inicio de un nuevo año. Seguramente, el 2012 pensaré en la creación de fórmulas para viajar en el tiempo o qué se yo qué otra 'artimaña de la mente' (en palabras de Sebastián Arancibia). Que quede claro que no estoy tratando de difundir un determinado estilo o nada parecido, sino que, simplemente, situaciones y 'panorámicas' de la vida en la ciudad, como aprendemos a olvidarnos de la sorpresa ante cosas que no cumplen otra función que sorprendernos.
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