jueves, 12 de febrero de 2009

"No tengo absolutamente nada que decirle"

Uno nunca deja de conocerse ni aprender del mundo que lo rodea. Y es que ha pasado tanto tiempo, tantas amistades y tantas experiencias que a uno le hacen darse cuenta de aspectos de la propia personalidad que uno muchas veces no nota. ¿Cómo es que sucede que de pronto dejas de hablar con una persona que era para ti muy querida y considerabas como una de tus grandes amistades? Más aún si esas personas han hechos cosas sutiles, pero muy importantes en los momentos precisos, tal vez tan mínimas como decirte "sí" cuando todos te dicen que "no". Por un lado es un tanto lamentable pensar que el tiempo desgastó esa unión que en algún momento creí tan firme y que en estos momentos se haya transformado en una persona común y corriente que hasta me produce cierta incomodidad al estar a su lado. Claro, hemos crecidos, hemos cambiado, sólo queda la gente realmente importante.

Me cuesta escribir eso; decirlo suena como si aquella persona jamás hubiese sido importante y vaya que lo fue: una gran compañía y apoyo, precursora de los necesarios cambios que debía hacer en mí y sobre todo, con quien compartir horas de conversaciones, una de las primeras personas que me enseñó a decir la palabra "te quiero". Sí, tengo agradables recuerdos. Pero ahora el tiempo nos ha distanciado tanto que parece muy difícil reconstruir el lazo. Pasamos al lado como dos perfectos extraños que olvidaron una historia en común que los unió. No sé qué fue lo que pasó.

Y, aunque muchos crean, no existe ningún tipo de rivalidad hacia aquella persona, sólo me molestan algunas de sus nuevas actitudes, pero quién soy para criticar: es más que seguro que mis actitudes también molestan a alguien. Lo que sucede solamente es que, como diría Franz Kafka, "no tengo absolutamente nada que decirle".

2 comentarios:

Yo.- dijo...

notable comentario
igual eso pasa con frecuencia...
uno cambia caleta en 1 año, imaginate en 3, o 5 años.

puede q el tema pase por falta de comunicacion, de 1 lado o de otro, o tb de los 2, ya q uno se encierra caleta en su mundo, y cuesta preocuparse por los demas

tb puede q pase por prejuicios de ambos, por el orgullo propio, por el "que diran", por madurez, hay varios motivos

me puse fome.-
xau

pecas dijo...

Yo te entiendo, pero en mi caso pasó por el cambio de ciudad, fue extraño porque por falta de empeño no fallé, es mas yo creo q Claro ganó mucha plata conmigo :p
pero nunca recibí un mínimo pinchazo para yo devolver la llamada :s así no se puede o así duele mas (al menos a mi)de esto ya van 3 años y hace poco tuve la chance de hablarle (por q me encontré con su mamá q hablaban por teléfono y por mi mente pasó esta misma frase " No tengo absolutamente nada que decirle " y no le hablé.