Nadie sabe ni sabía quién realmente se escondía tras esa mirada tan seria y aparentemente segura. Nadie sabía qué se escondía tras esos ojos soñadores que nunca comprendieron del encanto que alguna vez le dijeron que tenía. Nadie, sólo él mismo. Algunas hasta pensaban que no era un ser humano, que era una máquina o un E.T. (esto por su afición a temas de OVNIs) encubierto bajo la piel humana. ¡Pero vaya qué mal gusto habría tenido su diseñador para esconder tan importante proyecto bajo la piel de ese ser tan mal hecho y tan poco atractivo!
Lo cierto es que por las noches se lo veía desaparecer en una laguna. La Luna parecía iluminarlo hasta desaparecer en las profundidades del agua. Nadie tuvo el coraje de acercarse. Él tampoco los habría recibido, pues sólo esperaba a una sola persona, una persona que ni él mismo sabía si aparecería en realidad. Seguramente por eso nadaba, para recordar el mundo acuático en el que todos estuvimos alguna vez, para sentir la tranquilidad de ese mundo del cual tuvimos que nacer a éste.
Nadaba y nada, nadaba solo en aquellas aguas cálidas por la noche. Sólo ella pudo acercársele esa noche, sólo ella pudo saber quién realmente él era. Sólo él pudo saber quién realmente era ella. "Te encontré, Christofer". Sonrió y cerró los ojos a la espera del beso.
No, definitivamente, no era una máquina. Ella lo supo desde un principio, ella sabía de sus sentimientos.
Lo cierto es que por las noches se lo veía desaparecer en una laguna. La Luna parecía iluminarlo hasta desaparecer en las profundidades del agua. Nadie tuvo el coraje de acercarse. Él tampoco los habría recibido, pues sólo esperaba a una sola persona, una persona que ni él mismo sabía si aparecería en realidad. Seguramente por eso nadaba, para recordar el mundo acuático en el que todos estuvimos alguna vez, para sentir la tranquilidad de ese mundo del cual tuvimos que nacer a éste.
Nadaba y nada, nadaba solo en aquellas aguas cálidas por la noche. Sólo ella pudo acercársele esa noche, sólo ella pudo saber quién realmente él era. Sólo él pudo saber quién realmente era ella. "Te encontré, Christofer". Sonrió y cerró los ojos a la espera del beso.
No, definitivamente, no era una máquina. Ella lo supo desde un principio, ella sabía de sus sentimientos.
1 comentario:
Hello, my name ish olafur Arnaldsh, and thish ish my shtring cuartettt
ya xau
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