jueves, 24 de abril de 2008

Ahorrando energía

Y continuando con mi seguidilla de temas de actualidad, hoy me dedico a pensar en los problemas al cual estamos sometidos como país por el futuro racionamiento energético. En un principio, para mí era algo pasajero: simplemente no llueve lo que debiese y puede que los lugares que nos abastecen de agua se vean perjudicados en cierta medida, pero luego de ver algunas imágenes en verano sobre el estado de algunos de estos lugares me di cuenta de que la situación es mucho más caótica. Puede ser en parte que la única gran sequía que he vivido fue en 1998, año que no fue del todo grave ya que no tuve problemas de corte de luz o cosas por el estilo; el verdadero problema surgió el año 1999 –cuando estaba tranquilamente asentándome en Punta Arenas, “sobrado de cariño” con respecto al tema del agua- y hubo cortes de algo así como 2 horas por sector cada día. No me queda más que afrontar esta situación como algo “nuevo” y no puede evitar uno sentir esa especie de ansiedad de verse de regreso a la antigua subsistencia si las comodidades que la tecnología nos ha entregado.

Podríamos atribuir este problema a tantas cosas: el calentamiento global que se ha puesto tan de moda en el último tiempo y la destrucción gradual que ya no es regresiva, tal vez el cambio climático que esto produce, tal vez la culpa la tenga algún político, Bush o quién sea. Pero cómo no encuentro una respuesta clara (incluso se puede pensar que es parte de un ciclo natural que se repite, al parecer, 1 vez por década), sólo me puedo atener a los consejos prácticos para el ahorro de energía. Anoche me sentí bastante identificado cuando mencionaron el gasto de agua al momento de ducharse: 100 litros por cada 5 minutos… y a mí que me gustaba tomarme mi tiempo. Lo otro es la tendencia que todos tenemos a dejar encendidas las cosas que no estamos ocupando, hábito que he aprendido a ir dejando atrás. Datos tan curiosos como que tener el computador enchufado significa el consumo constante de una ampolleta de 25 watts, tener enchufados aparatos electrónicos en general que no estén siendo usados también incurre en un gasto. O sea, todo lo que hacemos es un gasto, todo lo que hacemos consume energía… el problema es que no estamos en una época en que sea algo que tengamos en exceso. Con preocupación me enteré hace algún tiempo que ni el agua es un recurso renovable… ¿Apocalipsis now? No sé si sea para tanto.

Ya me imagino recurriendo a las velas para poder iluminar –luego del suceso de algunos días por usarlas, creo que no me sería muy grato- o que me cortaran el agua de un día para otro. Es que el ser humano se hace cada día más cómodo con tanta regalía que la modernidad le ha entregado, que si le cortan un servicio parece olvidarse de que por mucho tiempo vivió moviéndose de un lado a otro. Ahora sólo queda esperar que las medidas hogareñas –que reducen el gasto en una cantidad que no es extrema, pero a nadie le viene mal ahorrar un poco- sean suficientes para apaliar esta crisis energética que tiene colgando en un hilo el abastecimiento. Mientras no me corten el agua creo que podría sobrevivir tranquilo… pero sin internet, sin computador, sin televisión, sin radio igual se ve un poco más complicada la cosa. A ahorrar se ha dicho y a cuidar la energía… qué publicitario sonó eso.
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Magnetic Fields - Jean Michel Jarré
Saludos!
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kinkan ®

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