lunes, 31 de marzo de 2008

¡Melancolía...!

¡Aaaaah me bajó la famosa melancolía que me viene una vez al año o un poquito más! Sí, definitivamente que me viene más de una vez al año y a veces es de una manera tan profunda que me tiene una tarde entera escuchando discos de New Age que me evocan más recuerdo y me dejan a punto de botar una que otra lágrima sobre el cuaderno. Pero es una sensación que me gusta y que la busco de vez en cuando como para darme cuenta que todo el tiempo que se ha ido no ha sido en vano, sino que ha tenido utilidad y ha influido positivamente en cómo estoy viendo el mundo ahora; ver que he ido creciendo, que he tenido mucha gente importante a mi lado apoyándome, ver que tengo buenos amigos, ver que he aprendido y que aún puedo seguir aprendiendo… que estoy lo suficientemente apto como para soportar todos los retos de la vida diaria.

Esta vez surgió cuando tuve que ir a la pieza de atrás (la del patio, no tiene nada que ver con lo que puedan asociar al “cuarto oscuro” o cosas de esa índole) para buscar los archivos secretos “x”: todos los textos, pruebas, apuntes y fotocopias que se han ido acumulando en gruesos archivadores que parece que van a explotar y que me sorprenden al ver todo lo que he leído: “¿Yo me leí todo eso el año pasado y no colapsé?” Claro, ahora la cosa comenzó a toda máquina y muy de golpe, pero creo que de a poco volveré a tomar el ritmo del año pasado… aunque ahora se duerma menos. Imagínense una escena prototipo del cine: el típico camino medio misterioso en que se abre una puerta con una música media gloriosa al momento que aparece una luz que ilumina todo. Tomé algunos cuadernos y las carpetas que pesaban bastante para irme a la pieza.

La “aventura” comenzó cuando estaba en mi pieza y puse un disco de Paul Van Dyk. Entre reordenar algunas cosas que estaban demasiado caóticas y encontrar documentos que en algún momento fueron un dolor de cabeza, me encontré con esas tardes en que leí los textos del ramo de literatura que tantas veces me hicieron volar y llegar mundos tan extraños… esa asignatura que sin duda es la que más me gusta, en la que apasionadamente escuchaba las clases y veía pasar los meses hasta que el sol volvió a alcanzar los 20º durante el día y las horas de luz volvían a ser mayoritarias. Y continuaba hojeando y me encontré con todos esos sueños del primer semestre: todas esas inquietudes y la angustia de no saber qué era lo que venía, ese temor de no saber si iba a pasarlo todo. Y ahora que veo todo eso casi como un narrador omnisciente, no puedo evitar sentir un sentimiento de bella nostalgia ante esto: de verdad, he crecido, el camino ha continuado y no me he quedado estancado; son nuevos temores, nuevos pensamientos, nuevas metas que estoy dispuesto a afrontar cada día.

Continuaba hojeando mientras buscaba las pruebas de algunos ramos y me acordé de cuando me quedaba estudiando en la tarde, cuando no sabía qué era lo que me iban a preguntar y cuando salía con dolor de cabeza de una de esas evaluaciones: cosa que sucederá la próxima semana nuevamente. Pero son cosas que te dan ánimo a no deprimirte cuando las cosas se ponen difíciles sino a considerarlas como un nuevo desafío para superar, como ya has superado otros antes. Pasaron los años y volveré a encontrarme con todos los archivos de una biblioteca o encontraré los títulos de los libros que he tenido que leer y creo que volveré a sentir esto; sólo espero continuar en mi mirada optimista de ver que he crecido y que he adquirido experiencia, que de a poco he dejado de ser niño y me he ido convirtiendo en adulto.
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Voices - Vangelis
Saludos!
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kinkan ®

1 comentario:

Iulicious dijo...

Claro, Melancolía, melancolía, maldita melancolía, a mí también me afecta a menudo, pero debemos saber sobrellevarla, aunque a veces se manifieste de manera escandalosa en nuestras vidas.

Me gustó esa parte (ya te lo decía por msn)en la que hablabas de las fotocopias del año pasado, nosé que será pero creo que este año me he puesto tan quisquillosa con lo de la lectura, el año pasado a esta fecha era lo mismo, e incluso más, y hacía esas lecturas sin chistar, ¿qué me pasa?, creo que mi capacidad lectora sigue de vacaciones por ahí...
Mejor la busco, Eda Hurtado la pide a gritos...
Un gusto pasar por aquí...
Creo que lo haré a menudo...

La Dra Iulicious