sábado, 15 de marzo de 2008

Mechoneo 2008














Lo primero que uno piensa cuando ingresa a primer año es que quiere que todo salga bien, que la carrera sea lo que a uno le gusta y que pueda terminarla correctamente. Pero siempre está el fantasma de la famosa bienvenida que te dan los de segundo año… una bienvenida que a lo largo y ancho del país a veces no es tan agradable y amigable cómo debiese, convirtiendo la recepción en algo humillante de lo cual todos intentan huir. Recuerdo que fue tanto el miedo que tenía al ver el susto de sus mensajes y de las veces en que íban a molestar a las salas… el mismo miedo que intentamos ese año producir en los “mechones” que ahora ocupaban nuestro lugar. Y de verdad que se siente bien, como descargarse.

Desde un primer momento apoyé la recepción, pero di mi opinión de que no debía ser algo exagerado, que debía ser algo divertido; el año pasado el nuestro fue lo suficientemente agradable como para recordarlo y reírnos de una que otra estupidez. Todo comenzó (para mí, ya que muchos de mis compañeros estuvieron desde las 8 de la mañana preparándolo todo) a las 10.30, cuando salgo de la clase de Seminario en Comunicación y nos reunimos todos para ir a buscarlos a las salas. Equipado con la cámara, entramos a la sala e interrumpimos la materia: fue divertido, tomar fotos por doquier, ver las caras de susto de algunos y las risas de otros. Luego de sacarlos a todos, caminamos hasta el Muelle Barón, en donde continuaría todo.

Al llegar, los sentamos a todos y los ensuciaron un poco. Les enseñaron el supuesto grito de la carrera, que no tiene mucho de dificultad, y luego procedimos a la siguiente actividad. Cabe destacar que no éramos los únicos que estábamos mechoneando en el mismo lugar… Luego de llevarlos a un lugar avanzando por el Paseo Wheelwright, procedieron a las actividades de trivia, penitencias y risas. Luego continuamos hacia la cerca de la playa en donde se realizó el apadrinamiento. Todo estuvo bien, sólo que duró mucho (hasta la 1 de la tarde) y luego a buscar las cosas. Me recuerdo corriendo por avenida Argentina hasta llegar a la fotocopiadora en donde estaban los textos que tengo que leer para el lunes… punto aparte es que olvidé devolver el libro y debí pagar una multa de $600: demasiado cara para mi gusto, pero reglas son reglas.

Luego siguió la fiesta mechona en La Torre: litros y litros de cerveza, baile, fotos y snack para picar. Tuve la oportunidad de conversar con los mechones y de conocernos un poco más: personas muy simpáticas y alegres de los cuales ahora seremos… ¿ejemplo? No sé que tanto jajaja. Y luego de la fiesta se concretaron mis otras 2 ahijadas; espero ser buen padrino y no repetir la experiencia que tuve yo (nunca volví a saber algo de mi madrina).

Todo en una semana más o menos complicada. Buen término; lo pasé bien y se repite la idea de tener más carretes como curso… en dónde sea, con tal de pasarlo bien. Ahora a ponerse las pilas y focalizarse en un año que nunca se sabe lo que pueda traer entre su rollo de meses.
.
Fallin' High - Safri Duo
Saludos!
.
.
kinkan ®

1 comentario:

Anónimo dijo...

menos mal no quedaron en la josemi.-