Palabras de medianoche

Cuando duermo viene y habla,
escribe en el teclado garabatos ilegibles
y, en silencio, canta sílabas raras en mis oídos.
No sé si canta, si baila, si sueña,
a veces escucho el vacío de sus latidos.
A veces me siento a conversarle,
a veces le pediría una invitación a tomar un café,
pero las sombras silenciosas son discretas:
hablan cuando quieren, se escurren de repente,
no dicen nada y, de la nada, se duermen.