domingo, 28 de junio de 2009

Bajo la lluvia

Mirando la lluvia caer por la ventana se me empiezan a ocurrir cosas bastantes locas: una película de terror en los puentes del jardín botánico, una mirada siniestra oculta tras los arbustos o tal vez el encuentro con Satanás en la higuera en pleno día de San Juan... y el veranito que nunca fue este año. Sólo lluvia, sólo lluvia que cae y cae sobre los techos haciendo un ruido que cuando chico creía que era un canto que nunca logré aprender a cantar. Sonrío pensando en que se acabó el déficit, al menos por ahora, aunque las tormentas no se dejen esperar y el frío que llegue condense todo en hielo que se caiga sobre mi cabeza y no me deje mover los pies. ¡Qué horrible es levantarse por la mañana y meterse a la ducha cuando, según dicen, hay como -1º!

Y todo me surgió cuando venía comiendo empanadas de queso en la micro, de esas que fui a comprar a Viña mientras llovía. Es entretenido ver las gotas de agua pegadas al vidrio, y los ríos que corren por la ciudad. Es que la lluvia tiene algo mágico, tiene algo entretenido que me llama la atención y me produce una fascinación eterna: nunca me aburro de escribir sobre la lluvia. Me imaginaba una historia en medio de esa lluvia, pero esa historia es mía y no la voy a contar. ¿Acaso es de olvidarse que cada uno puede tener su propia historia bajo la lluvia? Singing in the rain...

2 comentarios:

Loren dijo...

mmmmmm me encanta la lluvia, mojarme, odio los paraguas, me encanta el invierno por escuchar la lluvia contra el clistal y yo metido en mi mantita... me encanta la lluvia¡¡¡

Ada (sin h) dijo...

Es maravilloso vivir bajo la lluvia como en Valdivia, hay una cultura de la lluvia :)

Aunque este año ha llovido poquito

Besos lluviosos multiestacionales