lunes, 4 de octubre de 2010

Puentes, bridges

Cruzar el Puente Lusitania es, definitivamente, muy diferente a cruzar el Tower Bridge de Londres. Acaso serían los mismos sueños los que cruzan por uno u otro puente, pero nada parece ser igual. El aire es distinto, las luces son distintas, la ciudad es distinta, la gente es distinta... todo es distinto, pero a la vez, es igual. ¿Por qué? ¿Acaso no se esconde un vagabundo a dormir bajo la historia de dicho puente tan histórico? ¿Acaso no bebería su té inglés la reina junto al estero apolillado y hediondo? Acaso... ¿no podría también verse el ocaso del día y las luces de colores recorriendo el cielo?

¿Acaso no podría un transeúnte, enloquecido por un pensamiento momentáneo que lo sedujo por completo, lanzarse desde el puente creyendo que, con los ojos cerrados, podría volar?  

Fotografía: Tower Bridge, Londres, Inglaterra. 

2 comentarios:

pecas dijo...

puede...
y sino
con respecto al transeúnte
puede otro pasar y empujar al turista embobado que toma fotos.

(y)

Ada (sin h) dijo...

deja de sacar pica con tus fotos europeas >:P

:)*