jueves, 4 de octubre de 2012

Tu sórdida belleza

Tu sórdida belleza
y el recuerdo de un sueño,
quizás un momento
o el susurro tranquilo de un instante
en que, desde el rincón, te observaba.

El recuerdo de una musa clásica,
religiosa agnóstica atea creyente
de las voces de Homero y las ninfas celestes,
de las mundos que no existen
y las realidades paralelas.
Sórdido, ambiguo e incierto,
etéreo como el mármol que cae del cielo
cuando las gárgolas sonríen con los ojos en blanco.

Sórdida, sórdida como la tumba cubierta de sombras,
sórdida y equívoca como el alma que camina a la deriva,
sórdida, incierta como la verdad increíble
del monarca que se duerme en la silla de la ineficiencia,
del que dicta los códigos de una ley inservible.

Sórdida como el encuentro que no se encuentra
y las palabras que se pierden en su caudal,
como el río de lava que arrasa con la ciudad
y la gente que huye en barcos, hacia la catarata.

Tu sordida belleza y la voz del sueño que canta,
que me dice las palabras que pronto comienza a surgir
como una corriente de conciencia que alarga el tiempo
para hacerlo correr loco como un ave en libertad
que alcanza su cima...
que abre las alas y luego se detiene a descansar.

Tu sórdida belleza... es el recuerdo de una extraña realidad.

1 comentario:

E dijo...

Hay que problematizar xD