domingo, 28 de febrero de 2010

Noticias de Chile, por fin!

Y todo sucedió en el momento más impreciso, en el momento menos pensado, en el momento en que nada debió de suceder: la tierra se acuerda una vez más de Chile, para decirle lo vulnerable que es, para recordarle el poder la naturaleza antes que todo. Cuando enciendo el computador a eso de las 2 de la tarde (hora española), intento ingresar, como de costumbre, a uno de los diarios de Chile y no me conecta. No sé qué sucede. Ingreso a facebook y me encuentro con el nick de Ada refiriendo lo sucedido, pensé que solo era una metáfora hasta que Google me confirma que lo que hubiese querido que fuese solo una hipérbole, era una realidad. Un terremoto grado 8.8 había asolado a Concepción y la onda destructiva se había extendido por gran parte de la zona central. Entré en desesperación: ¿cómo puedo comunicarme con mi familia y saber si están bien? Skype no funciona, las líneas telefónicas están colapsadas... y yo aquí en el otro lado del mundo, lejos de todo, sin noticias de mi familia. Ansiedad, ese es el estado que me describe en ese momento.

Pasa el día y no puedo comunicarme. Familiares de todos lados me dicen que sí pudieron comunicarse con mi familia y que están bien, solo fue el susto de haber vivido un terremoto de 7 y algo (esa fue la intensidad con la cual se sintió en la V Región). Recibo una llamada de Mariela, una amiga de mi hermana mayor, quien me llama desde Suecia. Me dice que mi familia está bien, que me quede tranquilo. Me relajo -Claudia me dice que mi cara reflejaba el alivio-, pero no puedo quedarme del todo tranquilo hasta que pueda hablar directamente con mi familia. Pasa el día sábado y no logro comunicarme.

Hoy domingo pude hablar al fin con mi otra hermana, quien me confirma de que todo está bien, que sí pasaron un susto. Comienzo a tranquilizarme, hasta que al fin, hace unos pocos minutos concluyo una llamada de Skype con ellos. Todos están bien, incluida la Pelu (mi perrita). Entonces al fin puedo sentirme tranquilo. Gracias a Dios que todos están bien. Es horrible estar lejos de tu país y no tener noticias de los tuyos, pero doy gracias de que ya sé que todos están bien. Bendita tecnología que acorta distancias...

1 comentario:

pecas dijo...

ojala esta pesadilla pase pronto, queda un gran camino por reconstruir y a unos cuantos liquidarlos por inhumanos ladrones oportunistas.

Tmb estuve un día entero sin saber de mi gente, gracias a Dios están todos bien, hasta pude rescatar a una amiga de una de las regiones mas afectadas.