lunes, 26 de noviembre de 2012

Licenciatura de cuarto medio

Quisiera tener palabras de halago, de buena onda y puras flores al mundo; pero no. No siento que sería sincero. Ni siquiera fui capaz de acercarme a la gente a decirles adiós, que te vaya bien, que cumplas tus sueños o no sé qué otra palabra cliché de esas que se acostumbran a decir en estos momentos. No tiene nada de malo decirlas si en ello hay honestidad, pero en este caso no lo sentía: lo único que quería era salir corriendo lo antes posible, esconderme de todos y desaparecer por un instante. ¿Por qué? Porque es inevitable darme cuenta de que no puedo sentirme como parte de ese lugar en el cual no estoy cómodo, del cual quiero huir cuanto antes. Quizás mi disposición no haya sido la idónea, pero ya no puedo hacer más. No quiero hacer más, creo que estoy en un lugar donde nunca te valorarán como corresponde.

Y, lamentablemente, tenía que recordar este pensamiento durante la licenciatura de cuarto medio, a la cual asistí de "invitado obligado", porque realmente no tenía ningún ánimo de ir a que me diera nostalgia no porque se íban, sino porque siento que es muy poco lo que les importó lo que pude haberles enseñado. No quiero aplausos ni regalos, solo quería un poco de valoración, de respeto, cosa que nunca se pudo obtener de aquellos alumnos. Resulté bastante deprimido al ver que siquiera me mencionaron en el discurso, como si realmente no hubiese existido: que solamente me convertí en el tipo al cual odiaban porque era el único que les ponía el 1 si no entregaban los trabajos en la fecha correspondiente. Quizás me estoy dando cuenta de que lo he hecho todo mal y que estoy pagando por ello: hubiese querido ver que aquellos que se suponía que te valoraban se hubiesen acercado a decirte adiós. Destaco a un alumno que, después de todo, supo ser agradecido: solo 1 alumno de un universo de 40. No se trata de porcentajes ni nada de eso, pero realmente es frustrante. 

¿Acaso lo estoy haciendo demasiado mal? Cada día me convenzo más de que solo quiero salir corriendo. ¿O acaso soy demasiado hipersensible? No lo sé. Quiero que el año se acabe luego: ya necesito que cambie el aire, las vibras, iniciar nuevos proyectos. Quiero creer que mis sueños no son tan lejanos y que es factible luchar por ellos... y que esa lucha, precisamente, no es en este lugar.