domingo, 8 de abril de 2012

Sail away

Sail away, sail away. 

En el silencio de un sueño abrigado, cubierto por las estrellas luminosas que cobijan un camino iluminado por las sombras de fantasmas vigilantes; me duermo, me duermo tranquilo, sonriendo, sonriendo feliz, sintiendo mi cuerpo que navega a la deriva cuando el viento lo lleva a recorrer lugares lejanos. Y lo sé, porque ya he estado tantas veces en esos lugares diversos donde la imaginación es pequeña ante tanta realidad. Y lo sé, porque las leyes de la física y de la gravedad se convierten en fantasía cuando Einstein camina por las veredas saludando a las nuevas generaciones para luego sacar un violín y pedir propina por su música a la entrada de la estación del metro.

Navegamos a la distancia escondidos tras las llamas que se alzan en lo alto, por ese camino dibujado en una playa secreta que de noche se ilumina con la luna llena que gira a nuestro alrededor. Allí te busco, allí te encuentro. Allí nos reencontramos en el misterio de un abrazo que no acabo, que perdura cuando ha pasado tanto tiempo; allí llega ese abrazo que se busca se reencuentra cada vez que las sonrisas coinciden a la distancia. A lo lejos, al lado, no hay distancia: no hay tiempo. Y lo sabemos, porque hemos estado tantas veces allí. Las montañas se cubren de nieve y de sol con solo pedirlo: abrimos las alas y volamos tan lejos como queremos. 

Ojos cerrados y los brazos alzados, los respiros, los latidos del corazón acelerados, canciones nuevas. Los espíritus confluyen en un mar que avanza con locura y en las olas que recorren los barcos que llevan nuevas historias a través del océano. Dame más de esas historias que solo tú conoces, encuéntrame sentado en el mirado mientras dibujamos una puesta de solo que se esconde en el norte, en el sur, en el este o en el oeste: ¡desordenemos la rosa de los vientos! Pintemos los colores en el cielo y las luces extrañas que lo cruzan a diario ante nuestas miradas sorprendidas del ave que vuela y se encuentra con su destino. 

We can sail, we can sail. A lo lejos, allá viene... el horizonte. Sail away, sail away, sail away. Vuela alto, como un ave... el horizonte. Sail away, sail away, sail away. Me duermo en tu mirada, me refugio en tu piel, protección en tu esencia, locura en tus respiros, caricias en tus besos, besos en tus palabras, palabras, altura, vuelo. Sail away, sail away, sail away. Sail away, sail away, sail away.

Fotografía: Pichidangui, Los Vilos, Región de Coquimbo.

1 comentario:

E dijo...

- Einstein es el viejito de la
estación Quilpué? xD

- ¿Cuando vamos a París? :p

- +1000 para esa luna

- No te comas mis cocholates