viernes, 16 de marzo de 2007

Inusuales Sorpresas

En un principio, sentía que los días parecían alargados, como si una fuerza divina estuviese interviniendo en el tiempo, al puro estilo griego, pensando que el Dios Cronos se estaba poniendo en mí contra y hacía que el cansancio se prolongara más allá del tiempo disponible para descansar, para reposar sobre un lecho y permitir a la mente ordenar toda la información que había tenido en el día, conceptos de diferencias tan sutiles que uno comienza a comprender luego de mil años, ya que nunca antes se los había cuestionado… eso indica que nunca es tarde para echar a volar la mente, para aprender nuevas cosas y hacerlas parte de tu propia realidad.

Una de las cosas más temidas por los alumnos que entramos por primera vez a la universidad y cursamos nuestro primer año es el ya conocido mechoneo, del cual muchos no han salido muy bien vistos. El primer día nos anuncian que no sería tan terrible, pero nos encontramos con una nota alusiva al tema, con un mechón de pelo pegado al papel y el anuncio “se viene fuerte”. Recuerdo que pasé rapidito hacia la sala, pero sabía que no iba a ser ese mismo día. Luego, viernes, en plena clase de Etimología, cuando, de improviso, sentimos risas en las afueras de la sala, y luego comienzan a golpear las paredes con violencia, sumado a una carta con el mismo mensaje de siempre: “mechón” y un mechón de pelo pegado. Fue sólo el susto, y luego los encontramos a todos sentados en el pasillo riéndose de nuestras caras de susto. Siguiente alarma: lunes 12. Una extraña reunión de la carrera en la cual los dos paralelos se juntaban, todos asustados, pero no ocurrió el temido episodio del cual todos queríamos arrancar, estábamos ya casi esperando el “ataquen”.

Llegó el miércoles 14 de marzo, cuando los ojos ya estaban puestos en todos los agentes extraños que pudiesen interrumpir nuestro proceso de aprendizaje. Ataques de paranoia, cualquier grupo muy junto ya nos daba miedo. Todos los días con la peor ropa, y ya me estaba aburriendo. Hasta que, finalmente, termina la clase, abrimos la puerta y los de 2do aparecen diciendo: “¿adónde van?”. Luego se paran frente a nosotros y nos indican la salida, que dejemos las cosas, que van a estar cuidadas y nos vayamos al patio. Creo que me reí todo el instante, cuando tuvimos que irnos tomados de la mano hacia el Muelle Barón y nos comenzaron a rayar la cara. Sinceramente, me hubiese gustado ver mi cara, para poder reír aún más. Luego nos pidieron nuestra propia presentación y un juego ocioso. Eso fue todo… no hubo corte de ropa, ni salir a pedir plata como todos pensábamos. Simplemente, fue un gran susto… pero creo que fue lo mejor.

Creo que fue una bienvenida que quedará con un buen recuerdo, porque no fue una humillación como la que han tenido algunos. Lo único malo, será volver a retomar el orden de las cosas para la próxima semana, ya que hemos estado demasiado relajados. En fin, todo vuelve a la normalidad pasado un tiempo.
Saludos!
Kinkan ®

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mejor q se haya acabado too
yo qeria llevar plata pa fotocopiar mas certamenes
XD
parece q la strategia de los de 2º hizo efecto.
te causaron miedo xD

ya logo
xaw