domingo, 6 de septiembre de 2009

A veces entiendo todo

Y sientes que quieres volar y volar tan lejos como puedas, hasta llegar a un lugar donde al fin puedas sentirte libre; donde puedas ser feliz siendo lo que eres, donde estés con la gente que sepa reconocerte. Sí, donde realmente puedas darte cuenta de todo lo que tienes, de toda la maravilla que es el mundo. Ser feliz, sí, ser feliz como todo niño, como ese niño que no ha muerto en ti y que por algún motivo ha seguido vivo, que pide seguir estando vivo y contándote miles de historias a través de las cuales puedes olvidarte del mundo que a veces es adverso y del cual muchas veces has querido escapar, para luego encontrar que existen avenidas y manos -hermanas y amigas- que se acercan para decirte que eres alguien, que existes, que brillas en la oscuridad, que eres un motivo de su existencia. Sí, un motivo en la existencia, un motivo para ser feliz. Una sola palabra que realmente te haga sentir orgulloso de lo que eres y no sólo ese orgullo oculto que nunca se te dice, que sólo aparece cuando quieren algo más. Sí, puedes llegar lejos, quieres llegar lejos y vas a llegar lejos... lejos porque siempre has sabido hacerlo, lejos porque ya te han enseñando -en demasía- a afrontar las adversidades, aunque a veces hayas olvidado el goce de la vida por eso.

Sientes demasiadas cosas, emociones encontradas cuando te das cuenta de que el mundo pintado de mil colores no tiene todas las tonalidades que hubieses querido. Te das cuenta de algunas cosas que no sabías, cosas de las cuales no quieres hablar, de las cuales no has sabido darte cuenta y que asumes como si fuesen normales. De alguna forma, eres fruto de un pasado y eres una causa del futuro. Eres una consecuencia y tus actos tendrán consecuencias, repercusiones en el universo a la manera de hacer un cambio. No eres el último ser celestial, no eres el último ser bendecido por los dioses, pero hay algo que puedes sacar. Sí, eres único en el mundo, eres la única persona que puede hacer lo que tú haces... y hay alguien en el mundo que también quiere encontrar ese mismo mundo que tú, que también quiere encontrarte y que la vida querrá coincidirlos en el momento preciso. Todo tiene significado, todo tiene un sentido, todo tiene un motor que lo mueve y lo lleva a un río.

Demasiadas cosas, demasiados sentimientos: encontrados, alejados, llorosos y alegres. Conversaciones extrañas, amor, odio, sueños y más sueños... un pasado y un futuro encadenados a un caos, un caos como el universo que crece y se expande... y, por un momento, a veces entiendo todo.

2 comentarios:

Paula R.D dijo...

Voy a copiar tu entrada, imprimirla y pegarla al lado de mi cama y mi PC para cuando esté deprimida (como ahora). Muchas gracias por escribir eso, es muy lindo ^^ Ese ha sido mi minuto feliz de este triste día.

pecas dijo...

que bello ♥
(está pintado para la Adis)