lunes, 5 de noviembre de 2007

La Pequeñez del Mundo

Hoy lo único que quiero es reírme y pasarlo bien, como si el fin de semana lo hubiese pasado mal: estudié muy poco, salí mucho y me junté con amigos que no veía hacía tiempo, salí de carrete (y no salía hacía tiempo) y hasta tuve tiempo para salir a andar en bicicleta ayer domingo por la tarde. Y no sé qué es lo que ocurrirá, pero no tengo ganas de estudiar a estas alturas del año, sólo quiero caminar y tomar el aire puro de la primavera –que al parecer, me tiene con alergia o algo parecido- y tener ganas de ir a la playa a bañarme en el Pacífico.

Tal vez el destino me quiso sonreír el día de hoy en gran parte de lo que quería, en otras cosas tal vez no, cumpliéndome algo así como los karmas ocultos con los cuales no nos queremos encontrar y somos capaces de cruzar la calle corriendo para siquiera tener que dar el saludo. Como funcionó esta táctica –pese a que sé que igual me vieron y me siguieron el juego- tal vez se convierta en un refuerzo negativo que me motive a hacer lo mismo, o bien, que repitan la táctica en mi contra.

Creo que me estoy yendo un poco de lo que quería realmente hablar. Pero ahora lo retomo: la pequeñez del mundo y del ser humano, sobre todo de este último. Y como que en el último tiempo me he dado cuenta de una característica de mi signo (capricornio) que más de alguna vez me dijeron y no me la creí mucho. Primero fue el sábado cuando iba en la micro y me acordé de mi amiga Javivy, pensando en que podría verla ya que la micro estaba pasando por donde ella vivía: la vi en el paradero y hasta nos saludamos, quedando de acuerdo de que nos íbamos a hablar por teléfono; todo en menos de 1 minuto de conversación no verbal.

Y hoy fue un día en que ni yo mismo me lo podía creer. Y me sentí bastante bien, puesto que sentí que estaba en contacto con mucha gente y que estos se preocupan de mí; una sonrisa al verte dice mucho, y más aún cuando el saludo incluye una abrazo y muestras notorias de cariño. Hubo un momento en que me acordé de Héctor, y hasta pensé en llamarlo. Fui a almorzar, regresé por calle Uruguay, y justo me lo encuentro caminando por ahí: lo primero que se me ocurrió fue hacerle una broma y luego saludarlo. Conversamos algo así como 5 minutos hasta que me llama Javivy, y me dice que también estaba por ahí cerca. Parto hacia esa calle, me encuentra con ella y con un grupo de sus amigas y caminamos hasta la Casa Central, donde yo tenía que estar a las 14.30. Me despido de ellas –luego de que Javivy me dejara con la duda de un tema que espero saber pronto de qué se trata- y entonces me encuentro con otro buen amigo del colegio: Christian Fuentealba. ¿El mundo es muy pequeño o justo me encuentro con toda la gente que aprecio? Justo cuando había estado pensando en ellos, en el momento preciso...


Cosas que me hacen sonreír y me hacen apreciar aún más mi vida, me impulsan a olvidarme de las cosas malas y de la gente que no vale la pena recordar. El mundo gira tan rápido y uno no se da ni cuenta, tal vez algunas cosas puedan regresar al pasado: sería bueno, pero no sé si pueda llegar a ser lo mismo. Me alegra ver que pueden pasar momentos tan pequeños en que uno esté con la gente que conoce de hace tiempo y sirva para actualizarse un poco, para no perder el contacto. Cosas que pasan de repente y a uno no le queda más que sonreírse.


Backdrifts - Radiohead
Saludos!


kinkan ®

2 comentarios:

Romy dijo...

=)
sii el mundo es pekeñito a aveces
jiji
genial q te pasO todo esoO
encontrarte a tanta gente q qerias ver XD
yo tb hoy me encontre con el Hector,aunq 100pre lo encuentro por las calles de valpo o viña
así como te encontre un día =)

hartos kiss
q tes bn

tau



Miaux

Jaime Antonio dijo...

Hola


eres del alter paralelum 2


jejejeje


pasate por el mio


el magnanimo caustico