No pensaré en lo que estoy diciendo,
no pensaré si es que acaso estoy haciendo lo correcto.
¿Para qué gastar el tiempo en mirar ese presente pasado
en vez de dejarlo ser libre y correr?
No pensaré siquiera si me dirigo hacia la montaña o hacia el desierte,
no pensaré en que mi cuerpo me exige descansar.
No te diré las palabras que tengo en mente,
no te diré los pensamientos que se escapan cuando los pretendo escribir.
No intentes acercarte para que te responda:
es inútil, nada de esto tiene solución...
y tampoco quiero que la tenga.
Soy feliz de correr libre entre los versos que no controlo,
soy feliz de soñar todo el día sin dormir.
Y no duermo pensando en lo que te voy a decir,
soñaré todo el día algún día podré estar cerca de ti.
¿Es acaso un pecado desearte con locura?
¿Es caso un pecado no querer dejar esa pasión correr?
Puedo escribir mil palabras en tu nombre,
pero la historia sólo en tus ojos comienza a nacer.
Tú yo, musa celeste que no me deja dormir.
Tú y yo, palabras que vienen a mi mente sin regulación.
Tú y yo, sinceramente no pienso en cómo pueda acabar esto que digo.
Tú y yo, un abrazo apasionado entre las letras y el mundo verosímil que te soñé.
No es necesario pensar que el camino queda atrás,
las huellas en la nieve me sonríen a la espera de verme avanzar.
No es necesario que me hables:
sabes que puedo mirarte a lo ojos y saber lo que me vas a decir.
No te vayas de mi lado, no te alejes de mí,
¿que no ves que es a ti a quién canto hasta en mis sueños?
¿que no vez que de tu mano no me suelto?
Soy feliz de que me abraces entre valles oníricos por los cuales hemos de correr,
soy feliz de soñarte todo el día sin dormir.
no pensaré si es que acaso estoy haciendo lo correcto.
¿Para qué gastar el tiempo en mirar ese presente pasado
en vez de dejarlo ser libre y correr?
No pensaré siquiera si me dirigo hacia la montaña o hacia el desierte,
no pensaré en que mi cuerpo me exige descansar.
No te diré las palabras que tengo en mente,
no te diré los pensamientos que se escapan cuando los pretendo escribir.
No intentes acercarte para que te responda:
es inútil, nada de esto tiene solución...
y tampoco quiero que la tenga.
Soy feliz de correr libre entre los versos que no controlo,
soy feliz de soñar todo el día sin dormir.
Y no duermo pensando en lo que te voy a decir,
soñaré todo el día algún día podré estar cerca de ti.
¿Es acaso un pecado desearte con locura?
¿Es caso un pecado no querer dejar esa pasión correr?
Puedo escribir mil palabras en tu nombre,
pero la historia sólo en tus ojos comienza a nacer.
Tú yo, musa celeste que no me deja dormir.
Tú y yo, palabras que vienen a mi mente sin regulación.
Tú y yo, sinceramente no pienso en cómo pueda acabar esto que digo.
Tú y yo, un abrazo apasionado entre las letras y el mundo verosímil que te soñé.
No es necesario pensar que el camino queda atrás,
las huellas en la nieve me sonríen a la espera de verme avanzar.
No es necesario que me hables:
sabes que puedo mirarte a lo ojos y saber lo que me vas a decir.
No te vayas de mi lado, no te alejes de mí,
¿que no ves que es a ti a quién canto hasta en mis sueños?
¿que no vez que de tu mano no me suelto?
Soy feliz de que me abraces entre valles oníricos por los cuales hemos de correr,
soy feliz de soñarte todo el día sin dormir.
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