miércoles, 9 de julio de 2008

Just smile

Han sido varias las veces en que me he puesto a revisar mi agenda para ver qué cosa tengo que hacer cada día y no puedo evitar recordar lo que sucedía el año pasado por esta misma fecha: empezaban las vacaciones de invierno más largas que haya tenido en toda mi vida. Es evidente que recuerdo el mes y tanto que perdí al estar en paro y lo único que se me viene a la cabeza es un “gracias, compañeros” (imagínense alguna carita de MSN relacionada con el enojo). Pero no sólo es el hecho de que no habrá semanas de vacaciones –sólo el período de exámenes-, sino porque es probable de que me vaya a examen, lo que significa que no terminaría hasta diciembre. A la misma fecha del año pasado, era capaz de levantarme a las 6 de la mañana y durar hasta casi las 7 de la mañana del día siguiente: ahora mi punto de defunción sucede casi a las 3.30 de la madrugada, inevitablemente.

No sé si guarde mucha relación el contexto que he señalado, pero proseguiré. Y como a estas alturas las neuronas que quedan son pocas y están bastante cansadas como para intentar pensar en algo un poco más coherente, me bajó la tontera de pensar en la importancia que tiene la risa para mejorar nuestras vidas. Sí, es algo demasiado simple y que muchas veces es susceptible de ser pasado por alto, pero cada día me doy cuenta de que es importante y hasta necesario. Claro está que se libera no sé qué cosa (¿puede ser endorfina?), que se ejercitan no sé cuántos músculos, se liberan tensiones y se pasa un agradable rato. Todo producto de la junta con unos amigos anoche en que, como siempre, lo que más hicimos fue hablar de estupideces y de reírnos hasta no poder más… creo que me hizo bien, aunque me duele un poco el estómago producto de ello.

A veces me doy cuenta de que me he puesto tan serio –y grave- en casi todo ámbito y me cuesta reírme de cada cosa extraña que sucede en esta vida. Lo mejor es reírse de los propios defectos y vivir con buen ánimo porque creo que las cosas van mejor si te planteas ante ellas con una sonrisa. Sí, reírse de cualquier cosa y plantearse la vida como una instancia en que debes pasarlo bien, sin importar las situaciones adversas a las que puedas estar sometido. Ríe cuando todos estén tristes dice la canción y es lo que estoy intentando. Tal vez sea la manera de llegar hasta mis sueños. A veces las cosas de la vida nos hacen ver nuestros días como algo interminable, pero al parecer no es así… en el último tiempo me he cuestionado tantos aspectos de la mía y me han dado ganas enormes de reclamar porque las cosas no son de otra manera. Y tampoco es por sumarme al pensamiento del maestro de “Cándido” (Voltaire), sino que es porque comienzo a darme cuenta que las experiencias vividas son algo invaluable… just smile.

1 comentario:

Cristian Briceño González dijo...

Es increíble cómo resulta una odisea el hecho de lograr subir un comentario a mi blog, ja!

En fin... lo logré!