viernes, 11 de julio de 2008

Aroma Romance

¿Qué es lo que me pasa? Ya no soy la misma persona que solía ser a principio de año; antes iba a todas las clases, incluidas las de la 8 de la mañana (aunque a veces carecieran de importancia), llegan momentos en que prefiero perder el tiempo en el vicio de facebook antes de que estudiar, he comenzado a hacer mandas estúpidas para ver si logro alguna de todas las cosas que quiero y hasta he dejado de lado mi pasión por crear nueva literatura. ¿Qué es lo que me está pasando? Un proceso de metamorfosis en que estoy mecanizando mi vida a un ritmo acelerado que me deja poco espacio para respirar; al parecer. Sólo tengo espacio para pensar en los libros y en ella: al menos agradezco que aún tengo un espacio de tiempo para soñar que te tengo entre mis brazos y te puedo besar sin miedos, al menos puedo engañarme por cinco minutos con una apasionada historia de amor como la que habría deseado Werther… ¡Qué lindo es soñar, pero a veces cuesta tanto encontrarse de vuelta con la realidad! Y con preguntas un tanto incómodas que luego buscas las maneras de sacarlas del paso, pero he aprendido a controlar esa extraña sensación y a tomarle el gusto, como ya me lo decía una amiga –que era una de las principales adeptas a mi idea de no ocultar los sentimientos-, de que es una experiencia genial. Claro está, si las líneas confluyen hacia el mismo punto inicial, de lo contrario, las líneas paralelas no acaban siquiera en el infinito.

00.16 de este día viernes 11 de julio: ya llevo 16 minutos de este nuevo día pensando en todas las cosas del día 10. Pruebas, estudio, libros, Cándido, Werther, Pushkin, Gogol, propuestas de lectura, Shakespeare llorando en su tumba, sangre, sangre, odio, enemigos, puñaladas en el corazón y lágrimas reprimidas que en algún momento se dejaron caer por las mejillas frías de un transeúnte conocido del Muelle Barón. Todo da vueltas como un espiral que no tiene terminación, todo es un torbellino, todo es un caos y a veces no lo entiendo. Me siento a mirar el cielo buscando esa respuesta que mil veces he dicho que me la dará el tiempo, ¡pero soy tan estúpidamente impaciente que me daban ganas de lanzarme al mar y ahogarme a pocos metros de alcanzar la orilla! No, darme un disparo en la cabeza es muy doloroso: además, puede que continúe vivo y soy cobarde del sufrimiento (lo siento, Werther, si querías reencarnar tu existencia diegética en mi cuerpo de carne y hueso, este no es el momento). Pensamientos, rosas que no encontré (pese a estar a pocas cuadras de mí), palabras entrecruzadas, personajes enemigos, miradas perdidas, triángulos imperfectos y una danza magistral que me hace suspirar, el silencio, llovizna, frío, mi bufanda azul tejida por mi madre, tú que caminabas distraída por tu mundo, tú que me tienes loco, tú que me tienes todo el día pensando en ti, tú que llevas esa amada naturaleza en tu cuerpo, tú que pareces gustarme cada día más. Tú, tú, tú, musa literaria de carne y hueso que busco cuando pierdo mi mirada en el horizonte del mar.

¿Qué es lo que me pasa? Creo que en el pasado no era así, ¿o acaso había reprimido tanto mi forma de ser que hasta lo había olvidado? Ahora que lo pienso, puede ser… o bien, algún espíritu romántico se aprovechó de mi debilidad corporal para tomar las riendas de mi vida por este tiempo y hacerme volver a sentir como me sentía algunos años atrás. Y es agradable volver a sentir eso, volver a tener una motivación cercana y soñar con que ocurrirá algún día eso que tanto he soñado. Let it be, because it’s fine, because it’s one of the best things than can happen to you. Estoy aprendiendo a convivir con este aroma romance que inunda mis líneas y me entrega tantas nuevas ideas que gustosamente, si Dios me da el tiempo suficiente, podré compartir.

1 comentario:

viOletraz* dijo...

extrañe verte hoi en seminario...fuimos 5!!

buen findesem