jueves, 28 de febrero de 2013

The call

Y sucedió: recibí la dichosa llamada que me tuvo con el colon en la mano y la ansiedad a punto de consumir más de algún refrigerador en su totalidad. ¿Habré acaso subido un poco de peso por aquel motivo? Lo que sí, me doy cuenta que uno de mis pantalones favoritos me empieza a quedar un poco más apretado que antes y eso es un poco extraño, quizás sea la plataforma vibratoria o qué sé yo. Sucedió lo que pensé que ya no ocurriría: recibo la llamada de la directora del colegio y me avisa que las horas son mías, que me presente mañana para definir el horario y todo lo demás. Quedé en shock: hacía poco ya estaba al borde de la depresión máxima al creer que la llamada no llegaría y ahora me avisaban de que sí, que mis planes estaban resultando.

La vida es extraña: las llamadas a veces tardan un poco, pero llegan. Ahora, a dar lo mejor de mí porque esto resulte. Increíblemente, estoy emocionado por esto y espero hacerlo bien. Pondré todo de mi parte para que así sea.

No hay comentarios.: